La historia de Bubbles, el famoso chimpancé que fue adoptado por Michael Jackson

La historia de Bubbles, el famoso chimpancé que fue adoptado por Michael Jackson.

En la década de los 80, el simio acompañó al "Rey del pop" en conciertos, videoclips y grabaciones de sencillos, lo que lo transformó en una celebridad más. Sin embargo, al llegar a la adultez su presencia se convirtió en un problema.


Michael Jackson fue un ferviente apasionado por los animales exóticos y llegó a albergar varios en sus mansiones.

El que más logró acaparar la atención mediática fue Bubbles, un chimpancé que tuvo un estrecho vínculo con el “Rey del pop” antes de que tuviera hijos y que lo acompañó en múltiples apariciones públicas. Hoy, sin embargo, tiene una vida tranquila en un santuario de animales, completamente alejada de los reflectores.

Cómo Bubbles llegó a la vida de Michael Jackson

Bubbles nació al interior de un laboratorio biomédico en 1983. Hay distintas versiones que explican cómo fue que llegó a la vida de Jackson, aunque la que más ha perdurado indica que el cantante compró al simio cuando era bebé por 65.000 dólares y Bob Dunn, uno de los entrenadores más famosos de animales para películas y series, se hizo cargo de la adquisición.

Apenas fue adoptado, Bubbles se convirtió en uno de los animales más icónicos de toda la industria musical al participar en hitos importantes de la carrera de Jackson. Sus apariciones públicas, además, fueron ampliamente cubiertas por la prensa de la época.

En 1987 fue parte de varias fechas de la gira Bad World Tour y también hizo una aparición en el videoclip de Liberian Girl, donde compartió junto a estrellas como John Travolta, Olivia Newton-John y Steven Spielberg.

En ese mismo tiempo el “Rey del Pop” protagonizó un curioso momento con el animal en Japón. Mientras estaban en una reunión con el alcalde de Osaka, Yasushi Oshima, el artista compartió su taza de té con Bubbles, lo que fue registrado por las cámaras.

Bubbles vivió los primeros años en Hayvenhurst, finca ubicada en el distrito de Encino, pero a partir de 1988 comenzó a residir en Neverland, el famoso rancho bautizado en honor a Peter Pan. En esa propiedad siguió teniendo una vida privilegiada, donde incluso tenía su propia cuna en la habitación del creador del moonwalk.

Michael Jackson junto a Bubbles.

A pesar de que Bubbles era prácticamente una celebridad, no todos estaban contentos con su presencia. En 1984, cuando Jackson planeaba grabar con Freddy Mercury el single There Must Be More To Life Than This, el líder de Queen terminó enfurecido por la insistencia del “Rey del pop” de consultarle a Bubbles su opinión de cada toma que realizaban.

“Después de unos cuantos días en ese plan, Freddie simplemente explotó porque no pensaba cantar con un mono sentado a su lado cada noche”, reveló el periodista y amigo de Mercury, David Wigg. Tras ese episodio, el cantante británico tomó un avión de regreso a Londres y abandonó las grabaciones del sencillo.

Cuando Bubbles llegó a la adultez, su comportamiento se volvió un problema para el intérprete de Billie Jean pues se habría puesto más violento. “No podías molestarlo, se agarraba de los barrotes y se volvía loco. Michael me pidió que no me acercara a él”, explicó el comediante Eddy Murphy, quien tuvo la oportunidad de verlo en una de sus visitas a Neverland.

A raíz del temor de Jackson de que pudiera hacerle algo a sus hijos, en 2003 optó por llevar a Bubbles al santuario de animales de Bob Dunn, el mismo entrenador que había gestionado la compra. Tiempo después, fue enviado al santuario Center for Great Apes de Florida, en Estados Unidos.

Aunque Jackson se hizo cargo de financiar el cuidado de Bubbles en el recinto, diversos reportes indican que nunca volvió a visitarlo. En 2009 el intérprete de Beat It falleció por una sobredosis del anestésico propofol, y desde entonces, la responsabilidad del primate fue asumida por sus herederos.

Qué fue de Bubbles

Bubbles, quien hoy tiene 41 años y pesa 80 kilos, está teniendo una vida en total libertad y tranquilidad en el santuario de Florida, donde también puede compartir con otros ejemplares. En el recinto incluso se le incentiva hacer diversos hobbies para mantenerlo entretenido.

Patti Ragan, directora del santuario, reveló al tabloide TMZ que el animal puede explorar túneles, construir nidos bajo los árboles, tener siestas diarias al mediodía y hasta pintar lienzos.

Bubbles en la actualidad.

Los veterinarios están constantemente examinando a Bubbles para velar por su estado de salud. Esto, considerando que la esperanza de vida de un chimpancé en esas condiciones está entre los 50 y 60 años.

De acuerdo a Ragan, el antiguo compañero de Jackson es un chimpancé amistoso que puede interactuar sin problemas con los visitantes y el resto de sus compañeros chimpancés. Además, hasta ahora, no presenta signos de haber sufrido episodios de maltrato en el pasado.

Si bien el santuario suele reproducir música del “Rey del Pop” para que los chimpancés puedan escucharla, al parecer Bubbles no demuestra mayor interés en sus canciones. “A pesar de su vínculo una vez feroz, el cantante está hace mucho tiempo en el pasado de Bubbles”, señaló Ragan.

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