La Luna se está encogiendo “como una pasa”, según un estudio: cómo nos afecta a los humanos
Según los investigadores, la Luna se está encogiendo y su superficie es frágil y peligrosa. Los terremotos lunares, en comparación a los que conocemos, podrían durar horas y hasta tardes enteras.
La Luna se está volviendo cada vez más pequeña. Así lo aseguró un reciente estudio de la Universidad de Maryland —publicado en la revista científica Planetary Science Journal— que, tras estudiar nuestro satélite natural, reveló que perdió más de 45 metros alrededor de su centro en los últimos millones de años.
Esto estaría provocando deslizamientos de tierra, terremotos y otros fenómenos de alto riesgo en el astro.
Y es que por su composición, la superficie lunar es bastante frágil.
Para hacerse una mejor idea, los autores explicaron que “de la misma manera que una uva se arruga cuando se reduce a una pasa, la Luna también desarrolla arrugas a medida que se encoge. Pero a diferencia de la piel flexible de una uva, la superficie lunar es frágil, lo que provoca que se formen fallas donde las secciones de corteza chocan entre sí”.
¿Cómo nos afecta a los humanos este extraño fenómeno?
El peligro para los humanos de que la Luna se esté encogiendo
El equipo de científicos detrás de este estudio explicó que el mayor problema de que la Luna se esté encogiendo, por ahora, es que los próximos viajes lunares puedan resultar peligrosos para los astronautas.
Por ejemplo, la misión Artemis III de la NASA está programada que los humanos vuelvan a pisar el satélite en 2025, no obstante, el encogimiento de la Luna podría “ir acompañada de actividad sísmica, como terremotos. Las ubicaciones cercanas o dichas zonas de falla podrían representar peligros para futuros esfuerzos de exploración humana”.
Es decir, las zonas del astro donde deberían posicionarse los astronautas en el próximo viaje lunar son áreas “particularmente vulnerables a deslizamientos de tierra, debido a sacudidas sísmicas”.
Estos sismos a los que se refieren los autores ocurren a cien kilómetros de profundidad de la corteza. Y tal como pasa en la Tierra, mientras menos profundo sea, más riesgo tiene de causar daños graves pero, a diferencia de los movimientos que ya conocemos (que suelen durar de segundos a minutos), en la Luna los terremotos pueden durar horas “e incluso una tarde entera”.
En esta línea, los autores expresaron su preocupación, pero también esperanza de lograr identificar los lugares más peligrosos para la exploración humana y así poder alertar a las misiones, como Artemis, para que no corran riesgo al intentar descender en la Luna.
“A medida que nos acercamos a la fecha de lanzamiento de la misión Artemis tripulada, es importante mantener a nuestros astronautas, nuestro equipo y nuestra infraestructura lo más seguros posible”, declaró Nicholas Schmerr, coautor del estudio y académico de Geología de la Universidad de Maryland.
Agregó: “Este trabajo nos está ayudando a prepararnos para lo que nos espera en la Luna, ya sean estructuras de ingeniería que puedan resistir mejor la actividad sísmica lunar o proteger a las personas de zonas realmente peligrosas”.
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