
La trágica historia real que inspiró Aún estoy Aquí, la película brasileña que ganó el Oscar
El filme ganador a Mejor película internacional narra la historia de Rubens Paiva, un exdiputado que fue secuestrado y asesinado en la dictadura militar de Brasil. Se trata de uno de los casos más trágicos y emblemáticos de la época que, todavía, no tiene un final.
Ainda Estou Aqui (Aún estoy aquí). Este es el nombre de la exitosa película brasileña que se llevó a casa, por primera vez, la estatuilla de los Premios Oscar a Mejor película internacional, un reconocimiento que, para Brasil, tiene un doble mérito, pues cuenta una historia que el país no ha podido olvidar.
Se trata del caso de Rubens Paiva, un congresista que fue secuestrado y después asesinado durante la dictadura militar de 1971.
Marcelo Rubens Paiva, su hijo, escribió un libro que sirvió como base para que el director Walter Salles, a través del cine, reviva esta historia que todavía no tiene un final.
Esta es la historia verdadera, detrás de la película galardonada Aún estoy aquí.

La verdadera historia de la película brasileña Aún estoy aquí que ganó un Oscar
Rubens Beyrodt Paiva nació en Sao Paulo en 1929. Era ingeniero, estaba casado con Eunice Facciolla Paiva y fueron padres de cinco hijos: Vera, Maria Eliana, Ana Lucía, Marcelo y María Beatriz.
En 1962, Paiva fue electo como diputado federal por el Partido Laborista Brasileño (PTB).
Pero dos años después, en abril de 1964, comenzó la dictadura militar, tras un golpe de estado por parte de las Fuerzas Armadas al entonces presidente, João Goulart.
En ese entonces, comenzaron las restricciones a las libertades civiles, la censura a la prensa y la persecución de opositores políticos.
Paiva había estado en la Comisión Parlamentaria de Investigación encargada de entender de dónde provenía el financiamiento de los grupos que conspiraron contra el presidente Goulart, además de ser militante de su partido.
Por ello, tras el comienzo del régimen militar, Paiva buscó refugio en Yugoslavia, pero regresó en noviembre de 1968 con su familia, instalándose definitivamente en una casa en Río de Janeiro para trabajar ya no de político, sino en una empresa de ingeniería y cimentaciones, según relató BBC.

Pero el 20 de enero de 1971, Rubens Paiva fue secuestrado por agentes del régimen militar. Estaba en su casa en Sao Conrado, cuando los militares ingresaron a la fuerza, diciendo que un estudiante que habían detenido tenía una carta dirigida a él con “información subversiva” (una amenaza contra el gobierno).
Entonces, se lo llevaron al Destacamento de Inteligencia del I Ejército, en la calle Barão de Mesquita. Y nunca más fue visto con vida.
La muerte de Rubens Paiva a manos de la dictadura en Brasil
Rubens Paiva se mantuvo en calidad de secuestrado y desaparecido por muchos años. Su familia nunca más lo encontró, y en 2014, la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) —creada para investigar las desapariciones y violaciones de derechos humanos durante la dictadura— confirmó el fallecimiento del exdiputado.
El documento que entregó la comisión era un informe que aseguraba que Paiva falleció como consecuencia de torturas infligidas por los militares.
También se identificó al teniente Antônio Fernando Hughes de Carvalho como uno de sus torturadores.
Todo esto se pudo constatar con el testimonio de un testigo identificado como “agente Y”, quien aseguró haber visto cómo uno de los militares presionaba a Paiva contra una pared en una sesión de tortura.
“En estos crímenes antiguos la prueba testimonial es muy importante”, aseguró a BBC Mundo Marlon Alberto Weichert, procurador regional de la República y coordinador del Grupo de Trabajo Memoria y Verdad de la Procuraduría Federal de los Derechos Ciudadanos.
“Sobre todo en casos de graves violaciones de los derechos humanos, donde las pruebas de la tortura se pierden con el tiempo y la documentación se mantiene confidencial hasta el día de hoy".
Eso sí, no se reveló dónde se encuentra el cadáver del hombre.
Pero con esta revelación, el Ministerio Público Federal logró acusar a cinco exintegrantes de la dictadura militar de haber asesinado y ocultado el cuerpo de Rubens Paiva, además de asociación armada para delinquir y fraude procesal.

Los cinco hombres son: José Antonio Nogueira Belham, Rubens Paim Sampaio, Jurandyr Ochsendorf e Souza, Jacy Ochsendorf e Souza y Raymundo Ronaldo Campos.
Y aunque este avance parecía un hito, por ser la primera acción penal contra militares por homicidios cometidos durante la dictadura, los abogados de los acusados alegaron que la Ley de Amnistía de 1979 protegía a los agentes.
“La transición controlada, dominada por los militares, con las élites brasileñas, condujo a este modelo de impunidad y olvido”, mencionó Weichert.
Además, tres de los cinco militares acusados del crimen ya fallecieron, aumentando así el retraso en una posible sentencia.
Así, el caso de Rubens Paiva se ha vinculado a un debate sobre la constitucionalidad de la Ley de Amnistía que hoy perdura en Brasil y que cuestiona y genera crítica hacia el gobierno.
En 2024, se reabrió la investigación sobre su asesinato. Y es que hasta la fecha, la muerte del exdiputado todavía no tiene responsables.
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