1. Amor y poliamor
El carácter de las relaciones amorosas está cambiando y la figura tradicional de una relación exclusiva entre dos ha comenzado a perder terreno entre los jóvenes que están dispuestos a explorar alternativas más audaces. Aun cuando la relación monogámica es la que concita mayor apoyo (59%), opciones como una relación abierta o una relación "poliamorosa", es decir, donde hay tres o más involucrados, tienen el respaldo de una proporción no despreciable de los jóvenes y de forma transversal entre hombres y mujeres. El 38% de los consultados se mostró a favor de las relaciones abiertas (versus un 34% en contra y un 25% que no toma partido) y el 19% está a favor del llamado poliamor (versus un 56% en contra y un 20% neutral). Al observar las diferencias por nivel socioeconómico, tanto las relaciones abiertas como el poliamor tienen una mayor adhesión entre los segmentos de mayores ingresos (44% y 27%, respectivamente).
En este mismo ámbito, las relaciones entre personas del mismo sexo son aprobadas por un 58% de los consultados; en tanto que el rechazo a este tipo de uniones es significativamente mayor entre los hombres (30%) que entre las mujeres (20%).
2. Expectativas
Matrimonio, hijos, casa propia y un trabajo estable. Esas podrían haber sido las expectativas tradicionales de un adulto emergente hace una o varias generaciones atrás, pero ¿qué tanto de esto esperan los jóvenes de hoy?
¿Matrimonio? Sí, pero no por la Iglesia. Al consultarles qué tan probable era que en el futuro se casaran por la Iglesia, un 42% señaló que era probable, mientras que un 48% no lo ve como una posibilidad (4% dijo ya estar casado). ¿Significa eso que los jóvenes no quieren formalizar? Al parecer no, puesto que un 60% ve probable casarse, pero por el Civil (28% lo ve poco probable y 5% ya se casó) y 49% considera probable contraer un Acuerdo de Unión Civil (40% lo ve poco probable).
Con la tasa de natalidad del segmento cuesta abajo, cabe preguntarse ¿se ven los jóvenes con hijos? Un 61% señala que tener hijos en el futuro es "algo probable", "probable" o "muy probable". Los hombres son los que más abrigan esa posibilidad (69% versus 52% de las mujeres). Un 23% de los jóvenes encuestados ya tiene hijos. En tanto, un 14% señala que es "poco" o "nada probable" que vayan a tenerlos.
¿Y la casa propia? El aumento de los precios de las viviendas no espanta a los jóvenes, que mayoritariamente y de manera transversal a todos los segmentos socioeconómicos ven la vivienda propia como posibilidad real. Un 88% de los consultados señaló que tener una vivienda propia era "algo probable", "probable" o "muy probable".
El trabajo ideal para los jóvenes ya no es un empleo estable y con horario fijo, sino que uno donde puedan ser sus propios jefes. Ante la pregunta por sus preferencias de trabajo en el futuro, un 49% señaló que su ideal sería tener un emprendimiento propio. Los hombres se inclinan más que las mujeres por esta opción (54% versus 44%), que también es la favorita de los segmentos bajos (51%) y medios (54%). En tanto que un 44% de los consultados se inclinó por un empleo con contrato formal, la opción más popular entre las mujeres (49% versus 39% de los hombres) y entre la clase media alta (53% versus 40% del segmento bajo y 39% de la clase media típica).
3. Sida, ¿yo?
El aumento explosivo de casos de VIH en Chile ha vuelto a poner el foco de atención en la pandemia. El segmento joven es donde más ha crecido la transmisión y en ese sentido es clave conocer su visión sobre el virus del sida. La mayoría de los jóvenes consultados tiene una alta percepción de severidad del VIH: el 80% considera que contraer el virus del sida es "grave" o "muy grave". Sin embargo, la percepción de susceptibilidad, es decir, qué tan probable creen que es que el virus los afecte a ellos, es baja: tres cuartos de los consultados indican que es "poco probable" o "muy poco probable" que contraigan el VIH. Al cruzar percepción de severidad y de susceptibilidad, se advierte que 6 de cada 10 jóvenes (63%) consideran que el VIH es una amenaza grave o muy grave, pero muy lejana a su realidad.
4. Movimiento feminista
A comienzos del 2018 el país se vio sacudido por el movimiento feminista que cobró especial fuerza entre las jóvenes universitarias. Un 23% de los consultados dijo haber participado en alguna actividad de apoyo al movimiento feminista el último año. Respecto a las demandas del movimiento feminista, los datos revelan un alto grado de respaldo de los jóvenes, particularmente de las mujeres. Ellas apoyan mayoritariamente el endurecimiento de sanciones contra el acoso sexual (86% versus 72% de los hombres) y las sanciones al acoso callejero (81% versus 67% de los hombres). La educación "no sexista", una de las principales banderas de lucha de las feministas chilenas, es respaldada por un 70% de las mujeres y un 63% de los hombres. El lenguaje inclusivo, en tanto, concita el respaldo mayoritario de las mujeres (59%) y en menor grado de los hombres (48%).
5. Mujer, trabajo y dinero
Las mujeres manifiestan un mayor rechazo que los hombres hacia creencias que asocian a la mujer al trabajo doméstico. Un 77% de las jóvenes está en desacuerdo con que "la labor de un hombre es ganar dinero, la labor de la mujer es cuidar del hogar y la familia "(en los hombres el desacuerdo alcanza el 67%). Ante la afirmación "tener un trabajo está bien, pero lo que la mayoría de las mujeres en realidad desean es un hogar e hijos", un 59% de las mujeres se mostró en desacuerdo, versus un 49% de los hombres. Y mientras un 46% de las mujeres desaprueba que ser dueña de casa es tan gratificante como tener un trabajo remunerado, un 35% de los hombres está en contra de esa afirmación.
Las mujeres, más que los hombres, consideran que las diferencias salariales a favor de la mujer son problemáticas. Un 35% de las mujeres opina que puede haber problemas en la pareja si la mujer gana más dinero que el hombre, comparado con un 23% de los hombres.
La visión de que una madre que trabaja puede establecer una relación tan cálida y sólida con sus hijos como una madre que no trabaja es mayoritaria entre los jóvenes (60%), particularmente entre las mujeres (64%). No obstante, un 40% de los consultados considera que es probable que un niño en edad parvularia sufra si su madre trabaja, y un 45% de las mujeres (comparado con un 37% de los hombres) considera que la vida familiar se resiente cuando la mujer trabaja.
6. Migración y racismo
La llegada masiva de migrantes ha marcado el 2018. Las agresiones a personas de otras nacionalidades -y otras razas- y los aviones cargados de ciudadanos haitianos que regresan a su país nos han llevado a preguntar ¿qué tan racistas somos? Un 40% de los jóvenes consultados cree que los chilenos son más racistas que los jóvenes de otros países sudamericanos; un 36% cree que los chilenos son igual de racistas y solo un 20% cree que el racismo es menor en este lado del continente.
Ahora bien, ¿cómo ven los jóvenes a los migrantes? En general, la mirada es favorable. ¿Traen más delincuencia? Solo un 26% está de acuerdo con que la llegada de extranjeros a Chile está relacionada con el aumento de la delincuencia, mientras que un 43% rechaza esta afirmación y un 29% no toma partido. ¿Son un aporte cultural? Un 47% ve la llegada de extranjeros a Chile como un aporte a la cultura del país, mientras que un 24% rechaza esta visión (28% no está de acuerdo ni en desacuerdo). ¿Son un aporte para la economía? Un 42% ve a los extranjeros residentes en Chile como un aporte importante a la economía y fuerza laboral de nuestro país; un 22% está en desacuerdo con esa visión y un 35% no toma posición.
¿Qué debe hacer el gobierno con respecto de los migrantes? La gran mayoría (72%) señala que el gobierno debe regularizar la situación de los extranjeros que se encuentran indocumentados. Un poco menor, pero igualmente mayoritario (55%), es el porcentaje que considera que el gobierno debiera preocuparse de que los extranjeros que viven en Chile cuenten con los mismos derechos que los chilenos (un 18% desaprueba y 26% no toma partido). Bastante menos (22%) son los que creen que el gobierno debería promover la llegada de extranjeros a Chile (versus 47% que desaprueba esa alternativa y 28% que no toma posición).
7. Demanda mapuche
Las demandas del pueblo mapuche concitan el interés de la mitad de los jóvenes consultados, principalmente los de clase media alta, entre los que un 65% se declara interesado o muy interesado en el asunto. La reivindicación mapuche cuenta con respaldo mayoritario. Un 71% respalda la devolución a las comunidades de los territorios históricos al sur del Biobío. Un 70% apoya que el pueblo mapuche tenga mayor autonomía en la administración de su territorio, y el mismo porcentaje está de acuerdo o muy de acuerdo con no permitir nuevos megaproyectos de hidroeléctricas, mineras y forestales en el territorio mapuche. El 69% aprueba que se retiren del territorio mapuche las Fuerzas Especiales de Carabineros y el mismo porcentaje aprueba que se asegure la representación del pueblo mapuche en el Poder Legislativo (diputados y senadores). Es importante destacar que el trabajo de campo de la encuesta coincidió con el homicidio del comunero Camilo Catrillanca y las discusiones posteriores a este hecho, lo que de alguna manera puede incidir en los resultados.
A pesar del respaldo a las causas, los jóvenes no tienen muchas esperanzas de ver resuelto el problema entre el Estado chileno y el pueblo mapuche. Un 63% de los consultados considera "poco probable" o "muy poco probable" que en el futuro los problemas se solucionen.
8. La Iglesia Católica y los abusos
Si bien los casos de abuso sexual a menores por miembros de la Iglesia Católica han marcado la pauta desde hace varios años, en 2018 y luego de la visita del Papa se empezó a ver con más claridad la respuesta de la institucionalidad eclesiástica ante la crisis. La encuesta muestra que la confianza en la Iglesia Católica entre los jóvenes está por el suelo: 86% tiene "nada" o "poca confianza", encontrándose entre las instituciones que más confianza han perdido en la última década. Sin embargo, aún cerca de un tercio de los jóvenes dice sentirse identificado o cercano al catolicismo.
Por otra parte, la evaluación de los jóvenes sobre la gestión de la crisis por parte de la jerarquía eclesiástica es extremadamente desfavorable: califican a las autoridades de la Iglesia Católica chilena con 1,9 (en escala del 1 al 7), y el 85% de los consultados evalúa con nota inferior a 4 el desempeño que han tenido frente a las denuncias por abuso sexual cometidas por algunos sacerdotes. Además, un 65% declara confiar poco o nada en que las medidas tomadas por la Iglesia católica chilena van a terminar con las prácticas de abuso sexual por parte de algunos sacerdotes.
9. Política y elecciones
Históricamente se ha observado que la participación de los jóvenes en las elecciones ha sido significativamente menor al resto de la población. En la primera vuelta presidencial de 2017 votó sólo el 36,7% de los jóvenes entre 18 y 29 años, en tanto que la participación promedio fue 47%. En todo caso, nada comparado con la participación de los jóvenes en la segunda vuelta de las presidenciales de 2013: votó apenas el 20,7% del segmento etario. En esta encuesta, un 58% de los consultados señala haber votado al menos en una elección, pero el interés en la política es casi nulo: un 83% dijo no estar interesado en noticias políticas y un 84% señaló no tener interés en conversaciones sobre asuntos políticos. Ante la pregunta abierta, ¿quién te gustaría que fuera el(la) próximo(a) presidente(a) de Chile?, un 36% dice que "no sabe" y un 9% responde "nadie". El resto de las respuestas dan cuenta de una enorme fragmentación de las opciones, donde la única que destaca es Beatriz Sánchez, con un 12% de las preferencias. Políticos jóvenes como Giorgio Jackson, Gabriel Boric o Jorge Sharp concitan el respaldo de menos del 1% de los consultados.