Las 4 aplaudidas estrategias de Nayib Bukele para desmantelar el crimen organizado

El 18 de junio de 2019, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunciaba por primera vez su plan para hacer frente a las pandillas criminales, como los Mara Salvatrucha, que atemorizaban a las familias salvadoreñas y parecían ser incontrolables.

Y es que las altas cifras de violencia en su país lo posicionaban entre los que registran mayores tasas de homicidios en el mundo.

Fue así como Bukele dio paso al Plan de Control Territorial e, incluso, sorprendió al resto del continente con la apertura del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) —más conocido como la megacárcel de Bukele— donde los delincuentes más peligrosos cumplen condena bajo condiciones completamente estrictas.

El propio gobierno de Bukele ha catalogado el plan como “la estrategia más exitosa en materia de seguridad que se haya conocido en la historia”.

Estas son las 4 claves del plan de seguridad de Bukele para terminar con el crimen organizado.

“Mientras no se ataque a los que están arriba, financiando estos crímenes, no vamos a pararlos”. Para que las pandillas puedan seguir operando, necesitan dinero. Es por eso que Bukele quiere bloquear todos los ingresos posibles, pues este tipo de financiamiento comprende hasta el 80% de sus operaciones.

Esto, para el mandatario, incluye a los partidos políticos, después de que se conociera evidencia de algunos de ellos entregando millones de dólares a las bandas criminales.

Para Sofía Martínez, consultora experta en seguridad en Centroamérica, este punto también sirve para encontrar a las empresas que lavan dinero para las pandillas, muchas veces a costa de extorsiones. Así lo explicó en un artículo del medio BBC.

Para Bukele y su equipo, los centros históricos de las ciudades —que suelen ser bastante grandes— son los lugares donde se concentran la mayoría de los negocios de extorsión de las pandillas.

De esta manera, el plan comprendía instalar cámaras de seguridad por todas las zonas mencionadas y mucha más presencia de las fuerzas del orden (pidió un refuerzo presupuestario para garantizarles a las autoridades buenas condiciones de trabajo).

Pese a que las cabezas de las bandas criminales lleguen a caer a la cárcel, los reos se las ingenian para seguir operando desde dentro. Según Bukele, el 80% de las órdenes de homicidios y extorsiones provienen de la prisión.

Es por esto que en las cárceles de El Salvador existe un bloqueo de señal de teléfono. No obstante, Bukele denunció que existe corrupción en algunos centros penales, y algunos guardias suelen desconectar esta medida para que los delincuentes continúen comunicándose con sus pares.

Pese a ello, la medida, sin duda, es un obstáculo que en muchas cárceles del continente no existe.

Pese a que no está explícito en el plan de seguridad, tras ser preguntado por la prensa, Bukele aseguró que no recibió ningún tipo de comunicación con Mara Salvatrucha para buscar diálogo, pero que “tampoco estamos dispuestos a dialogar con grupos criminales”.

Pese a ello, la analista Martínez explicó que es difícil mantener los homicidios controlados sin hablar con las pandillas: “En El Salvador nunca han bajado los homicidios de manera sostenible a no ser que los poderes políticos hablaran con las pandillas. Es un tabú en este país pero todo el mundo lo hace, porque las pandillas son las que tienen la palanca en las cifras de homicidios”.