Las claves para vivir muchos años con salud, según un neurólogo de 64 años que no aparenta su edad

Corre 60 kilómetros a la semana para entrenar, desayuna lo mismo casi todos los días y goza de una salud increíble, en comparación a otras personas que también tienen 64. Así es la vida de Alejandro Andersson, un neurólogo reconocido de Argentina que aseguró conocer una receta para la longevidad.

Cuando una persona envejece, la pérdida de masa muscular —también conocida como sarcopenia— es inevitable. Pero Andersson está intentando ralentizarla a toda costa: desde que era estudiante de Medicina, comenzó a correr todos los días, ejercitarse y comer saludablemente.

Hoy, a su edad, se siente activo y con ganas de seguir viviendo muchos años más.

Este es su secreto.

En toda su vida, lleva más de 300 carreras cumplidas, no obstante, es su estilo de vida lo que le permite sentirse más enérgico y sano. Entrenamiento con peso, correr y trotar 60 kilómetros por semana y un desayuno súper proteico que repite casi todos los días.

Es de esta manera cómo Andersson compensa la pérdida de masa muscular de la vejez, evitando otras enfermedades relacionadas y, por ende, el debilitamiento de su cuerpo con el paso de los años.

“Durante el entrenamiento se incrementa el flujo sanguíneo en todo el cuerpo, incluido el cerebro y esto porque la demanda de oxígeno y de nutrientes aumenta para poder satisfacer todas las necesidades metabólicas que genera el ejercicio. También en esta actividad física se libera una gran cantidad de neurotransmisores (serotonina, dopamina) y esto es inmediato”, aseguró al sitio Infobae.

Además, explicó que trotar o correr ayuda a quemar calorías y, por ende, “te obliga a mantener un buen peso” y también a fortalecer el corazón, pulmones y la circulación sanguínea. A su vez, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares y controla la hipertensión arterial.

De hecho, distintos estudios comprobaron que una simple corrida o caminata diaria puede potenciar casi todas las funciones cerebrales, pues contribuyen al crecimiento y la longevidad de las neuronas. Aunque, según explicó el experto, son beneficios que se van acumulando con el tiempo y no son inmediatos.

Sobre su “súper desayuno”, el neurólogo asegura que, primero entrena —cuatro veces por semana— en ayunas y después desayuna lo mismo, casi todos los días: semillas activadas (sésamo, lino, amaranto), avellanas, nueces pecan, almendras, zaragatona, fenogreco, chía y zapallo, avenas, pasas de arándanos, ciruelas y sultanas.

“Esto puedo comerlo con leche de almendras o lo tiro en un sartén con oliva, tres huevos y le sumo cúrcuma con algo de pimienta negra”, reveló.

También mantiene una buena higiene del sueño: se despierta entre las 7 y 8 de la mañana, y no se acuesta más tarde que las 12:30 de la noche.