Las polémicas y poco queridas muñecas Barbie que fueron descontinuadas, pero que la película revivió
Barbie embarazada, Ken homosexual y la hermana pequeña que pasa a la pubertad son algunas de las muñecas y muñecos de Mattel que, cuando se lanzaron en el mercado, generaron controversia.
Todo un éxito. Así fue el lanzamiento de la película Barbie, que hace pocos días llegó a los cines, para sorprender a los nostálgicos fanáticos que tienen en su colección al menos una de las muñecas.
Pero su popularidad se remonta mucho más atrás, y es que Barbie le hace honor a su slogan “sé lo que quieras ser”, pues ha pasado por casi todas las profesiones que uno puede imaginar. Y, aunque muchos ejemplares han sido muy populares, otros han sido fracasos de la marca e, incluso, han tenido que ser descontinuados.
Y aunque se creía que habían quedado en el pasado de Mattel, la nueva película de Greta Gerwig sacó a relucir las muñecas y muñecos más polémicos de Barbie que, en su momento, fueron los que causaron vergüenza a la marca.
Midge, la mejor amiga de Barbie embarazada
Mattel pensó que Barbie debía tener una mejor amiga, y creó a Midge. Según la autora de la biografía no autorizada de la muñeca, M.G Lord, “Midge era era amiga un poco más fea que puede permitirse cometer errores”.
La muñeca era pelirroja, con pecas, menos glamourosa que su amiga, hecha, según Lord, para que las niñas “segundonas” tuvieran un juguete con el que identificarse. Pero no solo eso causó polémica, sino que estaba embarazada y se vendía sola, por lo que daba la idea de que era una madre soltera, una idea que no le agradó para nada a aquella sociedad conservadora que la vio nacer.
Salió al mercado en 1963, pero sus ventas fueron un total fracaso, así que dejó de fabricarse el año siguiente.
Allan, el mejor amigo de Ken
Allan era la pareja de Midge. Y es que Ken necesitaba un mejor amigo también, así que un año después del fracaso de su pareja, se les ocurrió sacarlo a la venta como un muñeco al que le servía la misma ropa que Ken tenía, un concepto poco atractivo para los consumidores.
Pero cuando comenzaron los rumores de que la muñeca Midge promovía el embarazo adolescente, también se decidió sacarlo del mercado.
Growing Up Skipper, la muñeca a la que le crecían los pechos
Skipper fue la hermana pequeña de Barbie. Pero decidieron que los fanáticos la verían crecer y pasar a la pubertad, por lo que en 1975, Mattel lanzó Skipper Growing Up, la muñeca a la que le crecían los pechos.
Había que girarle el brazo y así aumentaba su talla de sostén y, además, se volvía más alta. El objetivo era normalizar la pubertad, pero la opinión pública no lo entendió así: creyeron que era una muñeca “pervertida”, por lo que dejó de fabricarse en 1977.
Earring Magic Ken, el muñeco homosexual
Había sido pensado como el nuevo novio de Barbie, uno que fuera más interesante y tuviera más estilo. Así nació el muñeco rubio platino, que tenía un chaleco de cuero morado, una polera con tirantes y transparencias y un peculiar collar con un aro (de ahí el nombre Ken Pendiente Mágico).
Sin embargo, rápidamente comenzó a ser reconocido como el Gay Ken, y más aún cuando un periodista especializado en temática LGTBIQ+ escribió una columna donde sostenía que Ken había salido del clóset y que el anillo en su cuello era en realidad un juguete sexual para homosexuales.
Fue un éxito en ventas, sin embargo, quienes lo compraban eran principalmente hombres homosexuales que lo convirtieron en un muñeco fetiche, por lo que la empresa quiso alejarse de la polémica y lo retiró.
Teen Talk Barbie
“¡Las matemáticas son muy duras!”; “¿Alguna vez tendré suficiente ropa?”; ¡Vamos a planear la boda de nuestros sueños”. Esas fueron las primeras frases que Barbie dijo, después de 33 años de silencio. Pero a muchos no les gustó para nada: muchos se quejaron de que las frases eran prejuiciosas y desalentaban a las niñas y mujeres a elegir carreras de ciencias. Fue descontinuada poco después.
Barbie y el perro Tanner
El 2006, Mattel lanzó a Barbie y su adorable labrador Tanner, al que se debía alimentar con unas pequeñas bolitas que, después, presionando la cola del can, defecaba. El problema fue que la Comisión de Seguridad de Productos al Consumidor de EE.UU., detectó que en el palo para recoger los excrementos había un imán que, de ser ingerido, podía causar una perforación intestinal, una infección u obstrucción que podía ser mortal. Mattel la retiró de inmediato del mercado.
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