Los 4 misterios del hundimiento del yate de lujo Bayesian en Sicilia donde murió el “Bill Gates británico”

Con 22 personas a bordo, en el amanecer del pasado 19 de agosto, el yate de lujo Bayesian que navegaba por las costas de Sicilia, Italia, fue presuntamente azotado por unas trombas marinas, unos tornados originados en el mar a raíz de una tormenta.

Aunque la mayoría de los pasajeros pudo sobrevivir, hubo seis personas desaparecidas que, con el paso de los días, fueron encontradas muertas por los equipos de rescate. Se trató de una complicada misión, pues los buzos casi no podían avanzar entre los estrechos pasillos de la nave.

Y es que el yate quedó hundido a 50 metros de profundidad y tumbado hacia su costado.

¿Qué salió mal? ¿Quién tuvo la culpa?

Aunque algunos especulan que podría haberse debido a un problema técnico de la nave, o de la estrategia del capitán y su tripulación, otros creen que el fenómeno meteorológico fue el único responsable.

Todavía no hay respuestas, pero sí hay algunos enigmas sin resolver en torno al hundimiento del Bayesian. Estos son cuatro misterios que rescató BBC Mundo sobre el trágico accidente.

El capitán del Bayesian, James Cutfield —uno de los sobrevivientes— le dijo a la prensa italiana que para él, fue imposible haber previsto la tormenta que terminó hundiendo el yate.

No obstante, el pronóstico del clima de esa zona ya indicaba que habría mal tiempo.

Es por esto que algunos expertos, como el presidente de la Sociedad Meteorológica Italiana, Luca Mercalli, explicó que la tripulación y el capitán deberían haberse asegurado que, durante la tormenta, los huéspedes estuvieran despiertos y tuvieran al alcance sus chalecos salvavidas.

Pero, aparentemente nunca hubo tal alerta. Según BBC, una sobreviviente aseguró que el barco comenzó a hundirse tan solo dos minutos después de que se quedara dormida.

Ahora, si bien el mal tiempo sí podría haberse previsto, las trombas marinas son fenómenos que no se pueden predecir.

Pero, según los investigadores, hay elementos que quizás podrían haber ayudado a que el yate no se hundiera: por ejemplo, las ventanas y puertas del yate estaban abiertas cuando comenzó la tormenta, lo que permitió que el agua entrara rápidamente, facilitando que el yate comenzara a hundirse.

“Obviamente, habrá preguntas sobre la tripulación y lo que sucedió, y si estaban preparados”, le dijo al mismo medio Jean-Baptiste Souppez, miembro del Real Instituto de Arquitectos Navales y editor en jefe de la revista Journal of Sailing Technology.

Aún así, el experto dijo que “es importante recordar que el barco se hundió en cuestión de minutos, por lo que en realidad, para la tripulación poder mantener con vida a tanta gente a bordo en medio de la noche, desplegar la bengala y actuar en la tensión del momento es una tarea difícil”.

A esto, le siguen los comentarios del doctor Paul Scott, también miembro del Instituto Real de Arquitectos Navales, quien aseguró que es difícil saber qué sucedió exactamente esa madrugada en el yate.

“Pero es poco probable que la tripulación pudiera haber reaccionado de alguna manera para salvar el yate ante un evento meteorológico tan repentino y catastrófico”.

Según uno de los médicos que atendió a los sobrevivientes, el barco “se volcó en unos minutos”. Pero, ¿es posible que eso pueda pasar?

Según Jean-Baptiste Souppez, “para que el barco se hunda, especialmente a esa velocidad, el agua debería abrirse paso dentro del barco a lo largo de toda su longitud”.

“Los barcos como este en realidad no están diseñados para soportar ningún período de tiempo a 90 grados. Por lo tanto, si el barco se encontraba a 90 grados, entonces se esperaría que el agua entrara en el interior independientemente de si las escotillas estaban abiertas o no. Aunque obviamente aceleraría el proceso”.

Algunos expertos especulan que una de las trombas marinas que pasaba sobre el Bayesian podría haber sido “reventada” por el mástil, lo que provocó que toda esa agua que cargaba cayera rápidamente sobre el barco y, por consiguiente, lo hundiera con velocidad.

No obstante, todavía no está confirmada ninguna de estas teorías.

La quilla en los barcos es una de las piezas más importantes de su estructura: es esa parte alargada, similar a una aleta, que sobresale de su base. De hecho, su parte inferior es la que mantiene el barco estable.

Entonces, cuando el viento empuja al barco hacia un lado, la quilla se eleva y lo empuja hacia atrás para nivelarlo, creando así equilibrio y estabilidad. Si es que esta pieza está en posición elevada, el barco se vuelve más inestable.

Teniendo en cuenta lo anterior, los expertos se preguntan el rol de la quilla en el accidente del yate: dado que el Bayesian está a 50 metros de profundidad, esto sugiree que no hubo alguna razón para retraer la quilla.

En caso de que la tripulación la hubiese accionado, podría haber provocado la inestabilidad del barco.

Sin embargo, todavía no se sabe en qué posición está la quilla, por lo que esta teoría permanece como un misterio.

Los testigos afirman que vieron cómo se formó una tromba marina durante la tormenta, aquella madrugada del 19 agosto en las costas de Sicilia.

Se trata de un tornado, como una columna giratoria de vientos destructivos, que se pueden producir en la tierra o el mar. En este caso, fue en el mar, y hace girar agua en su interior y, aunque no suele durar mucho, es altamente destructivo.

El Bayesian habría tenido ‘mala suerte’ de toparse con uno, no obstante, los científicos están preocupados porque las condiciones actuales del planeta, a raíz del cambio climático, pueden hacer que las trombas marinas sean fenómenos cada vez más frecuentes.

Según el Centro Internacional de Investigación de Trombas Marinas, solo el 19 de agosto hubo 18 trombas marinas confirmadas frente a la costa de Italia.

Aún así, el experto Souppez hizo un llamado a la calma, pues la probabilidad de que una tromba marina azote un barco, como podría haber pasado con el yate de lujo, continúa siendo muy baja.

“Creo que el resultado final será que, incluso si ha habido problemas con la quilla o las escotillas abiertas, probablemente todavía estamos ante un accidente meteorológico extraño”.