Los estragos que provocará el fenómeno La Niña en la agricultura de Chile
Con las bajas temperaturas y la falta de lluvia pronosticadas junto a la llegada de La Niña, los expertos en agricultura advierten cuáles podrían ser las consecuencias y cómo prepararse para esta temporada difícil.
La Niña continúa en el pronóstico de los próximos meses. Aunque se ha tardado más de lo que estimaron los modelos, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) aseguró que existe un 70% de probabilidad de que el fenómeno se instale entre agosto y octubre.
Con un pequeño margen de tiempo extra, los especialistas advierten las consecuencias que podrían desencadenarse con la sequía y falta de precipitaciones que traerá La Niña, y que rubros como la agricultura deben prepararse para una temporada difícil.
En conversación con el portal especializado Mundoagro, el académico del Centro de Investigación y Agroclimatología de la Universidad de Talca (CITRA), Patricio González, declaró que las zonas más complicadas por los efectos de La Niña irán desde Coquimbo hasta La Araucanía.
Esto es lo que podría pasar en estas regiones de Chile.
Los estragos que podría hacer La Niña en la agricultura de Chile
González explicó que el evento de La Niña “tiene varias particularidades. Primero, dejará una caída pluviométrica importante y se incrementará la sequía entre Coquimbo y La Araucanía, junto con un déficit de lluvias”.
El segundo efecto, sin embargo, puede ser positivo: “El aumento de las horas de frío, es decir, cuántas horas la temperatura está bajo de los 7 grados, es importante para los frutales, que necesitan entre 700 y 800 horas de frío para poder florecer en primavera con mucho vigor y dar frutos de calidad”.
Además, el experto explicó que durante La Niña, suele haber “primaveras despejadas”, por lo que la radiación favorece a la fotosíntesis necesaria para las cosechas.
No obstante, estas heladas que trae consigo La Niña pueden perjudicar a las frutas en septiembre, si es que continúan, porque “es el mes más crítico. La floración empieza a producirse, por lo que las heladas pueden generar daños a las frutas”.
González apuntó que estos períodos gélidos podrían durar hasta octubre, “por lo que es clave comenzar a prepararse”.
Por su parte, el investigador en fruticultura del Instituto de Investigaciones Agropecuarias Rayentué (INIA), Jaime Otárola, le dijo también a Mundoagro que los paltos y cítricos corren gran riesgo con las bajas temperaturas: “Este daño va a depender de la duración e intensidad de la helada. Si persisten, podría afectar negativamente la fracción exportable y, al mismo tiempo, las siguientes producciones”.
Pero la exposición a bajas temperaturas también podría provocar estragos en las cosechas de frutales caducos (manzana, durazno, higo, etc.): “Afecta la vida útil del huerto, porque las heladas generan microheridas en la madera frutal y son la puerta de entrada a diversos patógenos que habitan en el ambiente”.
Es por esto que el investigador hizo un llamado a que los productores tengan “un huerto con alta dotación de carbohidratos y nitrógeno de reserva, que podría tolerar mejor las bajas temperaturas”.
Enfatizó en “contar con un riego adecuado y un óptimo programa de fertilización durante la postcosecha, cuando ocurre la removilización de estas reservas a los distintos órganos de almacenaje”.
Además, recordó que existen “medidas de control activo”, donde se puede incorporar calor al huerto, con la implementación de quemadores y, también, “contar con sistemas de aspersión o torres de viento si el huerto se encuentra en una zona de heladas intensas”.
Y, por último, Otárola recomendó mantener la humedad en el suelo y procurar que esté libre de maleza y sin laboreo durante La Niña.
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