Más de 10 mil muertes deja brote de influenza en Estados Unidos

Cada semana, los Centros para el Control y la Prevención de EE.UU. (CDC) publican un documento con información de hospitalizaciones y muertes a causa del virus de la influenza, enfermedad que este invierno fue especialmente agresiva en ese país por la propagación de la cepa AH3N2.

Según este registro, entre octubre de 2017 y la segunda semana de febrero (última actualización) han muerto al menos 10.418 personas por influenza, la mayoría por el AH3N2.

Sin embargo, el virus ya está comenzando su retirada. Si en febrero, cuando se registró la circulación más alta, el 7,5% de las consultas médicas eran por influenza, en la segunda semana de marzo bajó a 3,3%.

Al igual que en Chile, no existe obligatoriedad de notificar esta causa de muerte, por lo que la cifra podría ser mayor. Esta temporada dejó más hospitalizaciones que el invierno de 2014-2015, cuando también circuló el virus influenza AH3N2.

Jeannette Dabanch, infectóloga y coordinadora del Comité de Enfermedades Emergentes de la Sociedad Chilena de Infectología, dice que este virus se transmite muy fácilmente y las complicaciones que puede provocar, sobre todo en personas con comorbilidades, es la razón por la que mata cada a año al 0,01% de la población mundial. "Por eso, la OMS (Organización Mundial de la Salud) llama a la vacunación. Cuando hay alta circulación de este virus aumenta también la mortalidad por infarto, accidente cerebrovascular, aumentan las hospitalizaciones por diabetes descompensadas, por ejemplo", dice.

Cecilia Perret, infectóloga de la Red de Salud UC Christus, señala que a veces este virus vuelve a circular y genera un segundo peak en forma más tardía, como ocurrió en Chile el año pasado, cuando en noviembre, en plena primavera, seguían altos los casos de influenza. "En general, y al igual como ocurre con todas las enfermedades respiratorias, el grupo más afectado son los adultos mayores y es por la morbilidad asociada que tienen, porque en este grupo hay más diabetes, hipertensión y otras enfermedades de base". Aun así, los que fallecen por esta causa son también jóvenes y adultos sanos.

En Chile, al igual que en EE.UU., no existe obligación de notificar las muertes y las hospitalizaciones a causa de influenza. Se trabaja con establecimientos centinelas, que sí tienen los equipos necesarios para hacer las pruebas diagnósticas y a partir de ellos se hace una estimación de la circulación del virus, hospitalizaciones y mortalidad. Según cifras del Ministerio de Salud (Minsal) y Vitales del INE, entre el año 2000 y el 2015, al menos 516 personas fallecieron en Chile por influenza, eso sin contar las muertes por neumonía que durante el invierno, en la mayoría de los casos, son también por este virus.

Perret añade que la recomendación es que todas las personas que puedan vacunarse lo hagan y no solo los grupos vulnerables considerados en la campaña de vacunación que todos los años realiza el Ministerio de Salud. "Las personas que se contagian con influenza pierden días laborales, de estudio, porque deben mantener reposo. Son pérdidas que se pueden evitar con la vacuna", indica.

Este año y a raíz de lo ocurrido en EE.UU., las personas han respondido mejor a la vacunación y han copado vacunatorios de hospitales, clínicas y consultorios.

Datos del Minsal muestran que en comparación con la misma semana de 2017, hay un alza de 441% en la cantidad de vacunas administradas, incremento reflejado principalmente en el mayor número de niños y enfermos crónicos que se están vacunando. En los menores de seis años, comparado 2017 y 2018, a la misma semana la diferencia es de 436,6% más vacunados este año; entre los adultos mayores, 337,3%; 418% entre los enfermos crónicos y 357,6% entre las embarazadas.

Según el Minsal, hasta este martes, un millón 216 mil personas habían recibido la vacuna, el 21,4% del total a cubrir en los tres meses de campaña.