Meta AI: cuando la cantidad importa más que la calidad
Con un ícono que llegó hace una semana a todas las cuentas de WhatsApp, Mark Zuckerberg apuesta a que su asistente de Inteligencia Artificial sea el más utilizado, aunque palidece con respecto a las funciones que tiene la competencia.
“La IA te tiene identificado”. Con ese mensaje, el 28 de julio recién pasado, mi madre compartió lo que sería su primera experiencia usando una Inteligencia Artificial.
Su primera pregunta fue: ¿Qué sabes de Axel Christiansen?, lo cual le entregó una pequeña descripción que rápidamente compartió conmigo. La IA me identificó como un autor que ha escrito para varios medios de comunicación y que mis temas principales son teléfonos, fotografía y juegos de mesa.
Sobre mi hermano, me dijo, “no sabe nada”. Esta simple anécdota me hizo reflexionar sobre lo que realmente está logrando Meta, la compañía de Mark Zuckerberg para convertirse en un actor relevante en el —al parecer— cada vez más importante mundo de la Inteligencia Artificial.
¿Un asunto de números?
El 24 de julio, una actualización de WhatsApp trajo a Meta AI para una gran cantidad de nuevos mercados, incluyendo a Chile. Y no darse cuenta de eso es prácticamente imposible. Con un ícono permanente en la pantalla inicial y la función incorporada directamente en la barra de búsqueda de mensajes, la estrategia de Meta parece ser clara: ya sea por error o por curiosidad, que quienes nunca han tenido el interés por usar alguno de los clientes tradicionales de IA como ChatGPT, Gemini o Copilot, ahora lo intenten.
Y desde ese punto de vista, el caballo de troya enviado por Meta es una excusa perfecta para tener una buena base de potenciales usuarios de cara al futuro, algo que ahora parece ser lo que más importa para definir lo que viene en el futuro, en el que dominar el mercado de la IA puede ser tan poderoso como en su momento lo fue dominar el mercado de las búsquedas, por ejemplo.
Para hacerse una idea: WhatsApp tiene 2.700 millones de usuarios activos cada mes, mientras que ChatGPT, 180 millones. Un alcance mucho mayor al que también aspira a tener Microsoft con Copilot, considerando que la base de usuarios de Windows 11 es de 400 millones de personas.
Pero, ¿qué tan útil es en estos momentos la IA de Meta? La verdadera respuesta tiene que ver con el lugar desde donde accedas a ella.
Cómo es la Inteligencia Artificial de Meta
Meta AI está basada en una Inteligencia Artificial conocida como Llama, cuya versión 3.1 es la que se liberó en este lanzamiento global. La diferencia de Llama con respecto al resto —como ChatGPT, Bing o Gemini— es que se trata de una IA de código abierto, lo que además de asegurar que su costo sea “gratuito” (considerando que la recolección de datos que hace Meta sobre nosotros puede considerarse como gratis), permite que muchos otros proyectos puedan utilizar este modelo para sus funciones personalizadas.
Pero eso no es lo que le importa a los usuarios finales. Finalmente, si es abierta o cerrada, si usa o no nuestros datos, o si es pagada o gratuita, lo que más nos importa saber es para qué nos sirve realmente. Y creo que, al menos por el momento, el potencial de uso de Meta AI dentro de las aplicaciones como WhatsApp, Instagram o Facebook Messenger (donde también está disponible por si no se habían percatado) es bastante limitado o más bien, poco imaginativo.
En estos momentos, la IA de Meta tiene dos funciones principales: responder preguntas y generar imágenes. La generación de imágenes no tiene nada que no se haya visto y de hecho, hace tiempo WhatsApp ya incorporaba la función de crear stickers personalizados con IA, que si aún no han visto uno es porque claramente no funcionan bien ni operan bajo la lógica más bien humorística y contingente con la que usamos los stickers.
Sin embargo, es su uso como un asistente que responde preguntas, comandos y más —a través de texto— donde esta IA debería funcionar mejor. De hecho, por algo la forma de interactuar con ella es precisamente en una ventana de chat de WhatsApp. Pero Meta no hace un gran trabajo en mostrarte su verdadero potencial.
Veamos las cosas que, por ejemplo, la propia IA de Meta me aconseja buscar para aprender a usarla: “Cocinar un filete perfecto”, “Consejos de decoración bohemia”, “Imagina una cena en Marte”, “Cuéntame un chiste de deportes” o “Programas de televisión poco conocidos”. Y si bien muchas de esas preguntas las responde con algún grado de certeza, su intención no parece más que querer reemplazar las búsquedas que uno hace en Google, pero en una ventana de WhatsApp.
Y claro, de cierta manera uno puede decir que haciendo eso hace bien su trabajo, ya que no solo utiliza los datos que ya tiene en su base, sino que también puede recoger información en Internet, citarla y entregar datos más o menos actualizados. Por ejemplo, al preguntarle por Francisca Crovetto, señala que ganó una medalla de oro en París 2024 y si preguntas por una lista de los cameos de Deadpool y Wolverine, los menciona todos (aún cuando solo sea una referencia sacada de un link de Internet).
Pero al preguntarle que me explicara qué pasó con las últimas elecciones en Venezuela, me entregó datos sobre el 2018, cuando el rival de Maduro en ese entonces era Juan Guaidó. Al aclararle que me refería a las que ocurrieron este 2024, se disculpó pero señaló que habían sido en abril de este año y con los mismos participantes: Guaidó y Capriles.
El por qué a veces tiene información actualizada y otras veces no, es un misterio, pero al tener estos errores lo que hace es que, en su principal función, Meta AI no logra mostrarse como una alternativa para fiarse. Y es que, dentro del contexto de una aplicación como WhatsApp, Meta podría haber hecho muchas otras funciones que sí valgan la pena y que actualmente otros modelos de IA sí realizan.
Por ejemplo, llama la atención que solo interactúe a través de texto y no con voces. ¿No sería genial que Meta AI pudiese hacer una transcripción a texto de uno de esos audios largos que mucha gente manda? O mejor aún, resumirlo.
También podría hacer resúmenes de lo discutido en un grupo en el cual no entras hace mucho tiempo, aprender a priorizar notificaciones o transcribir las llamadas de voz tal como hoy ocurre en Android y también ocurrirá en la próxima actualización de iOS usando justamente Inteligencia Artificial.
Y es que, además, hay una serie de diferencias entre las cosas que están disponibles en nuestra región y en Estados Unidos. Mark Zuckerberg en su Instagram, mostró como gracias a una serie de fotos tomadas por la cámara del celular, la IA de Meta puede hacerte parte de las fotos que genera, así que pidiéndole que te imagine como un astronauta, lo hará usando tu rostro. Y sí, puede sonar muy frívolo y poco útil, pero no deja de ser una función que se puede hacer en ciertas partes del mundo y en otras no.
También siento que muchas de las cosas que la app promete, las entrega de forma poco inteligente, a pesar de ser una IA. Por ejemplo, uno de los prompts que te da de ejemplo es el de poder armar una playlist para hacer ejercicio. Y al preguntarlo, solo te da el nombre de los artistas y la canción, pero nada más. En el momento en el que entregue un link para poder exportar esa información a Spotify o Apple Music (o el servicio que a Meta le importe) ese día será un aporte.
Lo mismo me ocurrió con una función con la que puedes buscar reels temáticos. Si buscas reels en WhatsApp, te entrega un texto que no sirve de nada, pero si lo haces en Instagram, funciona. Y considerando que allí al menos las apps sí son todas de Meta, bueno, podría al menos generar un link para abrir Instagram, ¿no?
El veredicto
Sin embargo, podré escribir muchas cosas que creo que Meta AI hace peor que la competencia, pero al menos en estas primeras semanas, está ganando la batalla en lo masivo. Ya se está llenando de memes haciendo preguntas para ver sus respuestas, y aunque muchas veces sean falseadas, es una herramienta que se está usando. Y eso a la larga, como animales de costumbre que somos, puede ser la ventaja que Meta necesite para consolidarse como el sinónimo de IA. Porque, ¿cuántos vamos a Gemini en lugar de Google? ¿O cuántos tienen instalada la app de ChatGPT para poder conversar con ella?
Y es que si Meta logró que alguien como mi madre, que es de las que piensa que la IA da miedo (en parte por mi culpa, ya que nunca debí mostrarle cómo era capaz de imitar voces), ya la usara para algo tan sencillo como buscar información sobre sus hijos, esa adopción potencial ya es un triunfo.
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