Britney Spears acababa de publicar una fotografía a Instagram de un Porsche con una peculiar descripción que alarmó a sus fanáticos. “(...) Quiero decir, ¿se supone que debo confiar que la persona detrás mío me dispare?” junto con un emoji de una cámara, aludiendo a sacar una foto. “(...) Solo recuerda cuidar tu espalda” y el número “911″ fueron frases que despertaron preocupación en la red social.
Y es que los fans de la Princesa del Pop todavía están susceptibles y en alerta por su paso en la tutela de su padre y los malos momentos que tuvo que vivir a partir de ello.
Por esto, cuando Spears borró su Instagram después de la publicación del Porsche, se atribuyeron a sí mismos el derecho de llamar a la policía para que fueran a comprobar que estuviera fuera de peligro.
La molestia de Britney Spears
A las 11 de la noche, la policía llegó hasta las rejas de la casa de la cantante. Esto la molestó profundamente: “Amo y adoro a mis fans, pero esta vez las cosas fueron un poco demasiado lejos y mi privacidad fue invadida”, dijo en una declaración, refiriéndose a las llamadas de los fanáticos a la policía como “llamadas de broma”.
Aclaró también que la policía comprobó que nada malo había pasado, por lo que las autoridades se fueron inmediatamente. Además, solicitó que en un futuro, los fanáticos tengan más respeto por su vida íntima.
Fuentes policiales le dijeron al medio TMZ que fueron muchas las llamadas de los fanáticos que estaban preocupados por la seguridad de Britney.
De hecho, varios de ellos subieron videos a TikTok hablando e intentando convencer a la policía para que fueran a su casa, así como también distintas teorías conspirativas sobre lo que presuntamente le habría sucedido.
