La misión InSight (Seismic Investigations, Geodesy and Heat Transport,) de la Nasa comenzó a gestarse en 2010, cuando fue una de las tres propuestas finalistas del programa Discovery -dedicado a explorar el sistema solar-. Comenzó a construirse en 2014 y en 2016 se suponía que tenía que estar listo para ser lanzado.
Sin embargo, una fuga en la cámara de vacío que rodeaba el sismómetro obligó a retrasar su lanzamiento.
Así que dos años después, y 150 millones de dólares extras a su presupuesto inicial, en mayo de este año fue lanzada exitosamente desde California. Si todo sale de acuerdo a lo planeado, aterrizará este en la superficie de Marte tras 205 días de viaje.
Y aunque InSight es una misión a Marte, no es como ninguna de las otras que ha logrado amartizar con éxito en el planeta: en vez de dedicarse a estudiar la superficie de Marte o su atmósfera, InSight busca recopilar data sobre el interior del planeta.
"InSight es la primera misión que estudiará el interior profundo de Marte. Investigaremos sus constantes vitales mediante el estudio de su sismología y su flujo interno", explica a La Tercera desde la Nasa Fernando Abilleira, subdirector de Operaciones de Vuelo de esta misión.
Son dos los objetivos principales que tiene la misión: Por un lado, busca determinar los niveles actuales de actividad tectónica y los impactos de meteoritos que se producen en el planeta. Por otro, y más fundamental, entender cómo se forman y evolucionan los planetas rocosos.
Con el estudio del interior de Marte y de comprender cómo llegó a convertirse en lo que es hoy, los científicos esperan encontrar respuestas que ayuden a comprender no solo cómo se forma un planeta rocoso, sino también a entender más sobre el sistema solar.
¿Por qué Marte?
La decisión de estudiar Marte no es repentina. Hace décadas se viene hablando de la importancia de conocer más sobre el interior del planeta rojo. Ya en los setenta, el reporte "Estrategia para la exploración de los planetas interiores" del Consejo Nacional de Investigación de EE.UU. planteaba que estudiar el interior del planeta rojo era "un objetivo de mayor importancia".
Abilleira explica que una de las principales razones para estudiar el interior del planeta es porque "la Tierra y Marte se formaron hace más de 4.000 millones de años del mismo material", pero tuvieron resultados muy diferentes.
Mientras Marte es seco y muerto, la Tierra está llena de agua y vitalidad. Así que lo que se pretende hacer con esta misión es comparar la evolución de Marte con la de la Tierra, identificar cuándo sus caminos cambiaron y los factores claves en ese cambio.
Es en esa comparación de los datos que se han obtenido sobre la evolución de nuestro planeta a lo largo de los años con los de Marte, que los científicos a cargo de la misión esperan comprender mejor el sistema solar.
Para hacerlo, InSight recolectará datos como la densidad y estructura de la corteza, la composición del manto, la temperatura del interior de Marte, así como su tamaño y composición, entre otras cosas.
Y estos datos no solo son para conocer más sobre los planetas rocosos, sino que la información que recopile InSight se considera clave para determinar qué tan seguro es enviar humanos en una eventual misión tripulada a Marte.
Aterrizar en Marte no es un fácil, porque la atmósfera es demasiado ligera, lo que implica que se genera muy poca fricción con la nave, la que desciende a gran velocidad haciendo muy sencillo que se estrelle en vez de "estacionarse".
Aun así, no se espera que InSight tenga grandes dificultades. Y lo hará en el "estacionamiento más grande de Marte", como denominan en la NASA a la zona marciana donde han aterrizado la mayoría de sus astronaves.
A diferencia de otras misiones en el planeta, InSight no se trasladará por la superficie, sino que quedará fija en un lugar.
"InSight es una plataforma estática, por lo que no se moverá. Los primeros 40 días se usarán para recoger información sobre la zona de aterrizaje, buscar el lugar idóneo dónde situar el sismómetro y el penetrador de superficie, para desplegar estos instrumentos a través del brazo robótico", explica Abilleira.
Al ser una plataforma estática, se podría pensar que InSight tendría más problemas para soportar las densas tormentas de arena tan características del planeta, pero Abilleira explica que "InSight ha sido diseñado para sobrevivir tormentas de arena, los drásticos cambios de temperatura y los fuertes vientos", por lo que debería durar sin problemas los dos años terrestres, que corresponden a uno de Marte, que dura la misión.