Este martes 27 de mayo, SpaceX hizo una nueva prueba de vuelo de su cohete Starship.

Sin embargo, aunque llegó al espacio, no consiguió los objetivos que la empresa esperaba.

La compañía del magnate de la tecnología, Elon Musk, buscaba realizar una misión más completa que las dos pruebas anteriores realizadas este año.

Esas dos pruebas de vuelo previas terminaron en explosiones abruptas de la nave espacial, cuyos escombros detuvieron brevemente los vuelos en algunas zonas del Caribe.

En esta reciente instancia, el Starship llegó más lejos. No obstante, enfrentó problemas cuando ya se encontraba en el espacio.

Según rescata el Wall Street Journal, no pudo desplegar simuladores de satélites desde una puerta.

Dicha operación había sido diseñada para ayudar al vehículo a avanzar hacia el despliegue futuro de los satélites Starlink de SpaceX.

Luego, la compañía perdió el control del cohete, lo que llevó a que empezara a dar vueltas y a girar.

Se afirma que SpaceX esperaba realizar pruebas durante su reingreso a la atmósfera terrestre, en donde la nave se enfrentaría a intensas fuerzas y un calor extremo, pero la situación llevó a que estas últimas no pudieran concretarse.

La empresa de Musk tenía previsto que la nave descendiera al océano Índico, según rescata el citado periódico. Unas horas después del vuelo, reportó que se esperaba que los restos cayeran dentro de la zona de seguridad establecida en el mar.

Desde la Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA, por sus siglas en inglés) dijeron no haber recibido informes de lesiones a miembros del público ni de daños a la propiedad pública a raíz de la prueba de la compañía.

Qué dijeron Elon Musk y SpaceX tras la reciente prueba de vuelo del cohete Starship

Comentaristas de SpaceX afirmaron que el Starship se desintegró al descender, según rescata el Washington Post.

En su cuenta oficial de X, red social que también es propiedad de Musk, la compañía afirmó que la nave “sufrió un desmontaje rápido e imprevisto”.

“Los equipos continuarán revisando los datos y trabajando para nuestra próxima prueba de vuelo. Con una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria”.

Por su parte, Musk escribió en un post: “La nave espacial llegó a la hora programada para apagar los motores, ¡una gran mejora con respecto al último vuelo! Además, no se produjo una pérdida significativa de placas de protección térmica durante el ascenso”.

El magnate explicó que “las fugas provocaron la pérdida de presión del tanque principal durante la fase de planeo y reingreso”. Agregó que “hay muchos datos útiles para revisar”.

“La cadencia de lanzamiento para los próximos 3 vuelos será más rápida, aproximadamente 1 cada 3 o 4 semanas”, sentenció Musk.

SpaceX lleva años desarrollando el Starship y ya ha realizado nueve pruebas de vuelo del cohete.

La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) espera que una variante del vehículo esté lista para transportar astronautas en una misión lunar en un par de años.

Asimismo, el programa Starship es clave para las aspiraciones de Musk de llevar personas a Marte.

La reciente prueba de vuelo comenzó sin contratiempos. SpaceX lanzó la nave por primera vez en un cohete propulsor previamente utilizado.

“La novena prueba de vuelo de Starship marcó un hito importante para la reutilización con el primer cohete Super Heavy probado en vuelo lanzado desde Starbase”, destacaron desde la compañía en X.

El plan contemplaba dejar que el propulsor aterrizara en el Golfo de México —que Estados Unidos ahora llama Golfo de América— en lugar de intentar atraparlo.

Pese a lo previsto, el propulsor no llegó al agua y terminó desintegrándose antes de amerizar.