“Ni azúcar, ni edulcorantes, ni miel de supermercado”: soy nutricionista y este es el endulzante más saludable
Una nutricionista española aseguró que además del azúcar y los edulcorantes, hay una alternativa más sana para endulzar las comidas y bebidas. Esta es su explicación.
Para muchas personas, el sabor dulce en las comidas y bebidas es indispensable. Sin embargo, desde hace tiempo que los médicos han advertido sobre los riesgos que provoca el consumo del azúcar en la salud, razón por la que el mercado comenzó a ofrecer un sinfín de endulzantes o edulcorantes más “inocuos” que, incluso, podrían ayudar a bajar de peso.
Sin embargo, estos sustitutos del azúcar tampoco están exentos de problemas: cada vez hay más estudios que han comprobado que algunos pueden dañar la microbiota intestinal y que, aunque tengan bajas calorías, no siempre son la mejor alternativa.
Entonces, ¿existe algo que podamos utilizar para disfrutar del sabor dulce?
La nutricionista española Sandra Moñino dijo que sí, existe una opción sana que, incluso, puede aportar beneficios a la salud y, al mismo tiempo, servir para endulzar nuestras comidas, postres y tés favoritos.
Esto es lo que dijo la experta.
Cuál es el endulzante más saludable según una nutricionista
En conversación con el podcast Con Jengibre y Limón, la nutricionista Sandra Moñino aclaró que lo ideal es aprender a endulzar la mayoría de nuestros alimentos sin azúcares ni endulzantes artificiales.
Y es que estos productos pueden contribuir al aumento de peso, a la obesidad y a enfermedades como la resistencia a la insulina y la diabetes.
Es por ello que sería mejor “endulzar de manera natural con fruta, canela, con cocos… o acostumbrarse al sabor, que no te haga falta echarle ningún edulcorante, que te puedas comer el yogur a cucharadas sin nada, puedes ponerle algo, pero es mejor enseñar al paladar”.
Ahora, como se trata de una transición que no es fácil, la experta aseguró que existe un endulzante que podría ser catalogado como el más saludable de todos: la miel, pero no aquella procesada que se vende en todos los supermercados, sino la “cruda”, “del pueblo”.
Con su sabor dulce y textura viscosa, la miel puede lograr endulzar tés, postres, desayunos y cualquier otra comida que requiera un toque dulce.
Sin embargo, Moñino destacó la importancia de elegir una miel que conserve todas sus propiedades naturales.
“Es saludable la típica miel de pueblo, siempre la llamo ‘cruda’, pero la gente suele preguntar qué significa ‘cruda’ o si es buena la miel que sacan de sus paneles de abejas y que elaboran ellos mismos, y sí, esa es la buena”, dijo en sus redes.
Básicamente, la experta se refiere a la miel que no ha sido procesada, manipulada ni tratada químicamente.
Eso sí, también advirtió que no significa que se pueda consumir todas las porciones de miel que uno deseé, pues también es un alimento calórico y su consumo, como todo alimento, debe ser controlado y equilibrado.
En qué fijarse para elegir una miel “pura” en tiendas y supermercados
Según explicó la nutricionista, además de endulzar alimentos y bebidas, la miel es un alimento muy bueno para la salud, pues tiene propiedades antimicrobianas y antioxidantes.
Puede usarse para aliviar distintos síntomas, como el dolor de garganta, la mala digestión e, incluso, ser utilizada como un impulsor de energía para hacer deporte, entre otros beneficios.
Pese a ello, hay que tener cuidado con la cantidad y la calidad.
Sobre el primero, Moñino explicó que la miel “actúa como un azúcar. Puedes tomarla en momentos puntuales, aunque yo prefiero que endulcemos con miel que con azúcar, y prefiero que endulcemos con miel a que le añadamos muchísima cantidad de edulcorante”.
“Sí podemos tomar miel, pero el objetivo es ir reduciéndola hasta que nuestro paladar se acostumbre al sabor real de los alimentos”.
Además, para elegir una miel más pura en tiendas y supermercados, hay que leer la información nutricional para asegurarse de que se trata del alimento sin otros ingredientes y químicos, y también hacer una prueba de ensayo y error.
“Si vas al supermercado y compras una miel, la típica que te venden, y ves que no se pone dura, es que no es buena. Las mieles buenas cuando es invierno y hace frío se ponen duras y se solidifican, cuesta mucho añadirla a las bebidas o postres”.
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