No es un arco: un físico revela que el arcoíris no es como pensábamos
Los arcoíris no son un fenómeno físico: no se pueden tocar, sino solo verlos. Y aunque solo vemos un arco, es la misma forma de la Tierra y los obstáculos de nuestra visión lo que no nos permite ver la verdadera forma que tiene.
Al cerrar los ojos y pensar en un arcoíris, seguramente aparece la imagen tradicional del arco, con hermosos colores del espectro del rojo hasta el azul y violeta, que se reflejan por la mezcla de la luz solar con las gotas de agua.
En las mentes más creativas, incluso podría existir un gran tesoro y un duende al final de él. Pero para mala suerte de los soñadores, el arcoíris no tiene ni inicio ni final. Al menos así lo explicó un físico, que reveló que la forma de este fenómeno en realidad es un círculo completo.
¿Por qué vemos un arco y no un círculo?
La razón por la que no vemos el círculo completo es, en su mayoría, porque no estamos en las condiciones adecuadas para verlo. Esto quiere decir que la Tierra, u otras características que estén en ese primer plano, están en el camino, lo que nos impide ver todo el arcoíris completo y nuestra visión nos limita a ver ese único arco.
Sin embargo, existen casos donde, si tienes suerte, puedes ver el fenómeno completo, como estar volando en un avión con el sol de un lado y las nubes lluviosas hacia el otro. Sin embargo, Ethan Siegel, Ph.D. astrofísico y autor de Starts with a Bang! explicó en BigThink que los arcoíris no son “objetos reales”, sino que son algo que sucede en la visión de cada uno, “un fenómeno puramente óptico”, por lo que depende de la perspectiva de cada persona.
Por ejemplo, el arcoiris cambiará si te acercas y te alejas de uno. “Cada observador en cada ubicación única ve su propio arcoíris individual, que solo aparece en un conjunto específico de ángulos en relación con el Sol y la ubicación específica de la persona o cámara que los ve”, afirmó el físico.
¿Por qué tiene forma circular?
El efecto físico que conduce a que se forme un arcoiris es el siguiente: la luz del sol (una luz blanca) golpea una gota de agua, parte de esa luz entrará en el agua por un tiempo y disminuirá su velocidad. Una vez que sale de la gota, la luz vuelve a su velocidad normal.
Pero cuando está la luz dentro de la gota, hace que los colores se separen. Esto es un arcoíris: cuando la luz regresa al aire.
Aquí está el detalle del porqué el arcoíris es circular: todas las gotas de agua son aproximadamente esféricas y la luz del sol golpea el agua, entra, se refleja una vez en la parte posterior de la gota y después sale de la gota en el orden de los tonos ROY-G-BIV (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta) en la misma forma geométrica.
“Si estás en la superficie de la Tierra, normalmente es imposible ver la verdadera forma óptica de un arcoíris: un círculo completo, porque solo hay gotas esféricas de agua en la atmósfera sobre la superficie de la Tierra, no debajo”, explicó el científico.
“Sin embargo, si te elevas por encima de la superficie de la Tierra, como en un globo aerostático, un dirigible o un avión, esto de repente se vuelve posible, siempre que el Sol coopere”.
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