Nuevo estudio descubre la conexión entre la dieta, la genética y el peso corporal

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Nuevo estudio descubre la conexión entre la dieta, la genética y el peso corporal. Foto: referencial.

Los investigadores aseguraron que sus hallazgos permitirán el desarrollo de nuevos tratamientos para controlar el peso y favorecer a la salud.


Una investigación liderada por científicos de Stanford Medicine descubrió una conexión entre la dieta, la genética y el peso corporal, luego de realizar estudios en muestras de ratones.

El trabajo se centró en explorar el vínculo entre un gen denominado PTER y un aminoácido llamado taurina, el cual se ha asociado con la reducción del peso y un mejor rendimiento en ejercicios de resistencia.

Según los investigadores, la relación que hallaron presenta una vía metabólica que regula el peso corporal de forma independiente a otros tratamientos específicos, por lo que estas medidas eventualmente podrían aplicarse en conjunto en un futuro.

El académico de patología y autor, Jonathan Long, explicó en un comunicado de Stanford que “esta es una rama adicional de un sistema muy complejo de regulación del peso corporal y la alimentación”.

“Todos queremos saber: ‘¿Qué debo comer? ¿Cuándo debo comerlo? ¿Cómo me afecta? Pero muchos estudios basados en la dieta ofrecen información confusa. Estamos tratando de responder a esta pregunta de una manera más concreta: comenzando con las moléculas, luego las vías y luego avanzando hasta la fisiología”, agregó.

La investigación fue publicada en la revista Nature el pasado 7 de agosto de 2024, mientras que el académico postdoctoral Wei Wei figura como el principal autor.

También colaboraron especialistas de otros establecimientos académicos, tales como el Instituto de Tecnología de Massachusetts, la Universidad de California en Irvine y el Arc Institute de Palo Alto.

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Nuevo estudio descubre la conexión entre la dieta, la genética y el peso corporal. Foto: referencial.

Qué descubrieron los investigadores sobre la relación entre la dieta, la genética y el peso corporal

Los autores estudiaron la taurina, un componente que se puede encontrar en alimentos ricos en proteínas como la carne y los mariscos.

Según explicaron, en términos generales, vieron que la suplementación con este aminoácido en ratones puede reducir el peso corporal y mejorar el rendimiento en el ejercicio.

Por otro lado, los ratones que modificaron genéticamente para tener bajos niveles de taurina mostraron atrofia muscular y una menor capacidad para hacer ejercicio.

Sin embargo, todavía no tienen claridad exacta sobre cómo se generan tales efectos.

En palabras de Long, “la taurina hace todo tipo de cosas en nuestro cuerpo y se metaboliza de muchas maneras diferentes”, por lo que se trata de un tópico “complicado”.

No obstante, aseguró que sus hallazgos son prometedores.

Antes de esta investigación, no estábamos seguros de si la N-acetiltaurina era solo un subproducto inactivo e inerte del metabolismo de la taurina, o si en realidad tenía un papel específico en cómo la taurina afecta nuestro cuerpo”, relató Long en conversación con el sitio de la Universidad de Stanford.

Bajo esta línea, sintetizó: “El descubrimiento más interesante es que la N-acetiltaurina es realmente importante y participa activamente en los procesos de nuestro cuerpo. Esto se determinó al encontrar una enzima especial llamada PTER que descompone específicamente la N-acetiltaurina, lo que demuestra que la presencia y los niveles de N-acetiltaurina están estrechamente controlados por nuestros genes y vías bioquímicas”.

“Además, el gen responsable de producir la enzima PTER se había asociado previamente con el peso corporal en estudios genéticos a gran escala. Aprovechando esta información, pudimos demostrar una conexión clara e impactante entre la N-acetiltaurina, la enzima PTER y la regulación del peso corporal. Esto es particularmente significativo cuando hay un alto consumo de taurina en la dieta”, agregó.

En este sentido, comentó que en sus experimentos vieron que “los ratones que carecen de la enzima PTER acumulan N-acetiltaurina y muestran una mayor sensibilidad a los efectos antiobesidad de la taurina, ya sea por suplementos dietéticos o en respuesta al ejercicio de resistencia”.

A esto se le suma, según afirmó, que “administrar directamente N-acetiltaurina a ratones normales puede provocar una reducción de la ingesta de alimentos y un menor peso corporal, lo que sugiere una nueva vía potencial para controlar la obesidad”.

Long detalló que hasta el momento en que se publicó la investigación no identificaron signos adversos.

No obstante, hizo hincapié en que “comprender los posibles efectos secundarios es crucial para la traslación terapéutica de esta vía a los humanos”.

Ahora, el foco de sus investigaciones está centrado en responder “dos preguntas importantes”.

Una de estas es: “‘¿Qué produce la N-acetiltaurina?’ Tenemos alguna evidencia de que también existen genes específicos y vías bioquímicas responsables de producir este metabolito, pero se desconocen las identidades específicas de esas vías. Estamos tratando de resolver eso ahora”.

“La segunda área de enfoque es más aplicada y amplia. Dado que la taurina dietética y su conversión en N-acetiltaurina parecen influir positivamente en la salud, una gran pregunta es si podemos manipular deliberadamente esta vía para combatir la obesidad o aprovechar los efectos beneficiosos de la taurina en otras condiciones de salud como la salud cerebral, la fuerza muscular o el rendimiento físico general”.

En palabras del experto, “esto podría implicar el desarrollo de medicamentos que mejoren la producción o función de la N-acetiltaurina para replicar o amplificar los beneficios para la salud de la taurina”.

“Esencialmente, la investigación avanza no solo hacia la comprensión de estos procesos bioquímicos, sino que también hacia la comprensión de cómo pueden usarse terapéuticamente para mejorar la salud humana”, enfatizó el académico de Stanford.

Y aunque reconoció que se trata de un área compleja de estudio, dijo que con el equipo están “entusiasmados de comprender mejor cómo esta vía afecta al apetito y la regulación de peso corporal”.

Cabe recordar que si tienes dudas sobre tu salud, siempre es recomendable acudir a un especialista para evaluar tu caso y las formas de abordarlo.

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