La llegada de un nuevo año suele traer consigo una serie de desafíos. Acciones como empezar un entrenamiento para mantenerte en forma, dejar de trabajar en tu tiempo libre y mejorar tus hábitos de alimentación pueden ser elementos esenciales para que inicies tu 2023 de la mejor manera.
Pero a pesar de que numerosas investigaciones han afirmado que tales actividades traen beneficios tanto para la salud mental como física, llevar una rutina de este tipo puede ser estresante para algunas personas, sobre todo en una época digital en donde las redes sociales envían notificaciones en todo momento.
Frente a esta situación, la sacerdote de la Iglesia Anglicana de Norteamérica y autora del libro Oración en la noche: para los que trabajan, velan o lloran (2021), Tish Harrison Warren, escribió un artículo en el New York Times en el que abordó los beneficios de tener una “regla de vida”.
Y no, no se refiere a que necesariamente debas viajar a una montaña con el propósito de alejarte de tu celular y hacer oraciones tres veces al día, sino que más bien, sugiere que mantener ciertos hábitos podría ayudarte a cumplir tus objetivos en este nuevo ciclo.
“Las vidas de monjes y monjas me han enseñado a mí, una madre no católica que duerme hasta tarde siempre que puede y que se pega atracones de Netflix, cómo vivir mejor”, escribió Harrison Warren, para luego añadir que “no se trata de una resolución, sino de una forma exhaustiva de hacer balance de cómo empleas tu tiempo para poder ser la persona que quieres ser”.
Los beneficios de organizar tu rutina
A pesar de que normas de vida como la Regla de San Benito plantean elementos como guardar silencio varias al día, alejarse de las riquezas y recurrir a tiempos de ayuno, la escritora detalló que la suya es distinta: limita el tiempo que dedica a su trabajo, realiza actos benéficos y regula los tiempos que pasa frente la pantalla.
Es por esto que, en torno a está temática, entrevistó al pastor fundador de la iglesia Bridgetown de Portland (Oregon), John Mark Comer, para conocer su visión sobre los beneficios de esta estrategia, la cual puede variar según los criterios de cada persona y no es únicamente aplicable para los creyentes de alguna religión.
El también presentador del podcast Rule of Life, explicó que el concepto hace referencia a “un horario y a un conjunto de prácticas y ritmos relacionales que organizan tu vida en torno a lo que más valoras”.
Si bien este tiene orígenes cristianos, no es exclusivo para los feligreses.
“Los primeros cristianos afirmaban que si queremos ser aprendices de Jesús y dar el máximo de frutos, tenemos que tener algún tipo de enrejado vital, algún tipo de apoyo para estructurar nuestras vidas en torno a lo que es más importante para nosotros”, explicó, “si nos fijamos en los momentos de la historia de la iglesia en los que una regla de vida fue más importante (que el trasfondo), fueron momentos de guerra o hambruna o enfermedad, o el colapso del Imperio Romano o la corrupción de la iglesia institucional”.
En medio de un escenario en donde la salud mental se ha posicionado como uno de los tópicos que más preocupan a la población, Comer destacó que adoptar hábitos saludables es clave para “las personas reflexivas que realmente quieren vivir bien”.
La importancia de los hábitos
Algunas de las acciones que el pastor ha adoptado para sentirse mejor en su diario vivir son: rezar una hora cada mañana, leer por lo menos 60 minutos y dedicar el sábado completo a relacionarse con su familia (sin revisar su celular).
“Nos reunimos alrededor de la mesa con amigos íntimos. Celebramos una gran comida. Practicamos la gratitud, el descanso. Dormimos y jugamos”, contó, “esa es parte importante de nuestra regla de vida, en torno a la cual anclamos nuestro ritmo semanal”.
Ante el caso de quienes sí son creyentes y que consideran estrictamente necesario seguir los textos religiosos al pie de la letra, Comer dijo que tanto él como muchos de sus colegas opinan que “necesitamos tomar lo que ellos han preservado y averiguar cómo contextualizarlo y aplicarlo para aquellos de nosotros que no somos monjes y monjas”.
Para él, más allá de que las reglas de vida tengan un origen cristiano, es esencial que prevalezcan los valores en los que cree, ya que “parte del objetivo de un discípulo de Jesús es formarse como persona de amor”.
Cómo saber si tu regla de vida está funcionando
El pastor enfatizó en la manera de saber si tus hábitos están dando frutos, es analizar si estos dan los resultados emocionales, relacionales y vocacionales que estás consiguiendo.
Por ejemplo, si sientes que necesitas de más tiempo para descansar mentalmente y dedicas todos tus ratos libres a revisar tus redes sociales, es probable que no estés llevando tu rutina de la manera adecuada en función de tus objetivos.
“El primer paso es aclarar en tu mente y en tu corazón una visión del tipo de persona que quieres ser y del tipo de vida que quieres vivir (lo que valoras más profundamente) y luego trabajar hacia atrás y muy despacio. No intentes ir a fondo”, le dijo a Harrison Warren.
En este sentido, ejemplificó con que si quieres ejercitar tu cuerpo, es mejor que partas con un entrenamiento acotado, para luego ir subiendo la intensidad a medida que te vayas acostumbrando si es que no haces deporte habitualmente.
Asimismo, sugirió partir las jornadas haciendo actividades que disfrutes, tales como meditar, tomar una taza de té o escuchar música, para después dedicarte de lleno a tus planes y responsabilidades.
“Cuando hacemos un hábito y nos sentimos bien, aumenta la probabilidad de que volvamos a hacerlo con regularidad. Cuanto más regular sea, más se grabará en nuestro sistema nervioso y empezaremos a hacerlo automáticamente”, aclaró, para luego enfatizar en que también es importante interactuar con otras personas, debido a que así se fomenta el “florecimiento humano”.
Bajo esta idea, sentenció: “Una regla de vida te obligará a enfrentarte a tu mortalidad, a tus limitaciones y te obligará a decir ‘no’ (...) vives a un ritmo en el que puedes caminar hasta la muerte y seguir sintiéndote profundamente feliz y, año tras año, más amoroso, amable y pacífico”.