Paulina Yazigi y las mujeres súper power
-Define lo femenino.
-Cuando te dicen "esa mujer es femenina" o "se comporta femenina", uno tiende a caer en la caricaturización de una mujer más dócil, más arregladita, suave. Pero si vas un poco más allá y me pregunto qué me suena a femenino, se me viene a la mente el poder femenino: esa capacidad de ser súper mujeres, súper power. No necesariamente digo que sean superiores a los hombres, creo que somos diferentes y al mismo tiempo iguales. Diferentes en características, pero iguales en derechos.
-¿Qué elementos constituyen lo femenino?
-El ser mujer, no más, creo que no hay un elemento en particular que lo defina. Ahora, ¿por qué digo que las mujeres son tan power?, porque son capaces de tener hijos, cuidarlos, alimentarlos, protegerlos, darles cariño, ser empáticas con su entorno y sus compañeros de trabajo. Las mujeres están más conectadas con sus emociones, puede ser en parte por la crianza, pero también tiene que ver con su naturaleza propia. Yo soy fanática de los animales y hago comparaciones de los comportamientos humanos a los animales; y siempre siento que la hembra en el mundo animal tiende a ser más empática, mejor compañera, más preocupada por el resto. Las mujeres pueden apagar incendios, volar aviones, cuidar niños, enseñar en colegios, llevar una súper empresa, ser presidenta de un país, ser secretarias, y en todo ponen la misma fuerza y el mismo corazón.
- ¿Qué de lo femenino no debe olvidarse en la lucha feminista?
-Creo que las feministas no olvidan nunca un elemento femenino, y las niñas pueden hacerlo sin ropa, vestidas de caballo, peludas, peladas, gordas, flacas, vestidas de negro, vestidas de rosado. Tanto el machismo como el feminismo más extremo están mal. La gente reclama que el feminismo hace que la mujer se crea superior, pero no: el feminismo bien definido es buscar los mismos derechos. Yo creo que las feministas de aquí lo han hecho bien, y no han olvidado nunca lo femenino.
-¿Ha ido evolucionando el concepto de lo femenino?
-La percepción de lo femenino puede haber ido evolucionando, depende de la cultura, de la región del mundo, de la edad. A mí me suena más a moda. Lo que ha evolucionado es la mujer y su rol en el mundo y la sociedad. Para mí, esto va mucho más allá de lo femenino: lo femenino a veces me parece un poco más superficial, o de apariencias, y yo no asocio necesariamente a la mujer o la capacidad de la mujer con lo femenino.
-¿Cómo se relaciona lo femenino y lo masculino?
-Lo femenino y lo masculino, el hombre y la mujer, son complementarios. No veo que sean antagónicos. El hombre y la mujer nacieron para ser complementarios, y hoy día estamos abriéndonos también a la posibilidad de que hay otros sexos, como transexuales o transgéneros. Todos somos complementarios y tenemos que aceptarnos. Somos seres diferentes, con los mismos derechos.
-¿Qué mujer concreta encarna hoy lo femenino?
-Se me vienen muchas a la cabeza. La mujer que trabaja todos los días en la feria para mantener a sus hijos y a sus hermanos y a su mamá. La profesora que se levanta todos los días a las seis de la mañana a enseñarle a un grupo de niños. Las ministras, la presidenta Bachelet. Mi mamá, mis hermanas. Creo que no podría elegir a una.
-¿Cuál es el estatus de lo femenino en el mundo donde trabajas?
- Lo femenino en mi trabajo siento que aporta. La mujer aporta puntos de vista diferentes, matizados por lo que decía antes: esa empatía que las mujeres son capaces de tener con sus pares, con las consecuencias de sus actos, con las decisiones de las empresas. Yo trabajo en un family office y muchas somos mujeres. Los dueños de esta oficina prefieren contratar a mujeres porque encuentran que trabajan de una forma más eficiente y más enfocadas que los hombres. Yo lo comparto.
-¿Hacia dónde debería enfocarse lo femenino en el futuro?
-Pienso automáticamente en mi hija. Pienso que la forma en que estamos criando a las niñitas. Yo intento que la mía crezca súper consciente de todo lo que hay alrededor, de todo lo que son capaces. Hace 50, 100 años, las criaban con un deber: procrear, cuidar a sus hijos, estar en la casa. Hoy a las mujeres se les presenta un horizonte sin límites, pueden hacer lo que quieran, pueden ser astronautas, pueden tener hijos o no, pueden trabajar o no, casarse o no, pueden cuidar a sus papás, pueden viajar solas. Hoy una mujer no está confinada a un tipo de rol. Si se quieren arreglar o no, si se quieren poner vestido rosado, maquillaje, me da lo mismo. Lo importante es entender el poder femenino y disfrutarlo. Obviamente todo derecho trae un deber y yo creo que las mujeres tienen que ser buenos elementos y aportar en la sociedad.
*Paulina Yazigi es economista, consejera del Comité Financiero de los Fondos Soberanos (Ministerio de Hacienda).
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