Por esto debes pensar dos veces antes de compartir tu correo electrónico

¿Te ha pasado que, por ejemplo, buscas zapatillas en Google y después en tus redes sociales comienzan a aparecer un sinfín de anuncios de ese mismo producto? A veces, provoca la sensación de que te están espiando, pero podría no estar lejos de ser verdad.

Y es que, aunque parece una práctica inofensiva, millones de páginas web solicitan información básica que muchas personas entregan sin dudarlo para beneficio propio. Esto incluye el nombre, fecha de nacimiento, lugar donde vives, e-mail y hasta el RUT.

Pero, en particular, compartiendo tu correo electrónico, estarías compartiendo mucho más que eso. Brian X. Chen, escritor de tecnología en New York Times, dijo que “hay que pensar dos veces antes de entregar tu mail personal”.

Todo radica en que las empresas necesitan conocer cuál es tu actividad en el Internet para poder ofrecerte anuncios relevantes que te llamen a clickearlos, y esta información es fácil de obtener a través de tu correo electrónico.

Y es que en el pasado, pedir tu correo no era una práctica tan común, porque las páginas web tenían “rastreadores invisibles” que seguían las actividades de las personas, y los navegadores, como Google Chrome, Internet Explorer o Mozilla Firefox no ofrecían protección ante ello, por lo que cualquiera con estas herramientas podía obtener esa información.

Sin embargo, en los últimos años hubo cambios radicales en el sistema que, finalmente, permiten bloquear a las aplicaciones y navegadores para que no puedan rastrear la actividad de los usuarios.

Por ejemplo, Google decidió que su navegador Chrome evitará que los sitios web utilicen las famosas “cookies” para seguir lo que hacen las personas.

Y, como ahora hay más obstáculos, los anunciantes de los sitios web necesitan rastrear la actividad de las personas a través de otros medios y, el método más sencillo para ello es solicitar una dirección de correo electrónico.

“Si te preguntas por qué sigues viendo anuncios relevantes a pesar del aumento de las herramientas de privacidad que combaten el seguimiento digital, es en gran parte porque todavía compartes tu dirección de correo electrónico”, dice Chen.

Casi nadie es anónimo en Internet. Y es que una simple dirección de correo electrónico está, en su mayoría, vinculada con datos como el nombre y apellido de la persona, en qué escuela estudió, sus intereses, la marca y modelo de su automóvil e incluso su origen étnico, un banquete de datos para los anunciantes y páginas web que utilizarán para mostrar anuncios dirigidos.

“Puedes encontrar datos que quizás ni siquiera te hayas dado cuenta que le diste a una marca”, dijo Michael Priem, director ejecutivo de Modern Impact, una firma de publicidad en Estados Unidos. “La cantidad de datos que hay sobre nosotros como consumidores es literalmente impactante”, agregó.

El escritor Chen dijo que, una opción, aunque un poco extrema, es tener distintos correos electrónicos para cada “negocio”. Por ejemplo, para aplicaciones y servicios relacionados al streaming y películas, podría ser “netflixbrianchen@gmail.com” y así con cada segmento que “solicita” un correo electrónico.

De hecho, esto sirve como un experimento, pues si llegas a recibir correo no relacionado a, por ejemplo, películas, eso significa que las empresas de tecnología publicitaria están compartiendo tus datos con otros.

Otra alternativa más sencilla es utilizar herramientas de enmascaramiento de correo electrónico. Apple y Mozilla ofrecen herramientas que crean un alias del correo electrónico para iniciar sesión en una aplicación o sitio. Y, recomienda el especialista, mientras sea posible, trata de no entregar tu correo electrónico.

Sin embargo, para las personas que no les molesta recibir publicidad dirigida y tampoco les preocupa la privacidad, también está la opción de no hacer nada.

Por su parte, Chen dice que intenta adoptar un enfoque “cauteloso pero moderado”. Él sí ocupa el método de tener distintas cuentas para los intereses principales de su vida: comida, viajes, fitness y películas. “De esa manera, los sitios y aplicaciones conocerán mis preferencias, pero no sabrán todo de mí”, declaró.