Por qué el 13 es considerado de mala suerte y cómo afecta en nuestra vida diaria

A pesar de que para algunos es un número más, para muchos es un símbolo de mala suerte, hasta el punto en que prefieren evitar el piso 13 en los edificios para no enfrentarse a eventuales tragedias. Frente a esta situación, un especialista publicó un artículo en donde explica los mitos en torno a esta superstición. Revísalos acá.


Es común que las sociedades tengan sus propias supersticiones. En occidente, actos como caminar por debajo de una escalera o pasar el salero de mano en mano mientras se come en una mesa, son considerados como símbolos de mala suerte para las personas, los cuales podrían desencadenar una serie de trágicos eventos.

Si bien, la ciencia no ha podido comprobar si estos factores influyen o no en el destino, sí se han hecho análisis para conocer los motivos detrás de estas creencias. Uno de ellos, explicó los mitos alrededor del número 13 y por qué hoy es considerado como una amenaza para el bienestar.

En un artículo que el sociólogo de la Universidad de Carolina del Sur, Barry Markovsky, escribió para el medio académico The Conversation, dijo que “por supuesto que a veces suceden cosas malas el viernes 13, pero no hay evidencia de que pasen de manera desproporcionada” en relación al resto del año.

A pesar de aquello, los estadounidenses tienden a irse a la segura al momento de evitar el número a toda costa. Un sondeo de Gallup reveló que, paradójicamente, un 13% dijo sentirse molesto al recibir una habitación en el piso 13 de un hotel, mientras que la empresa de ascensores Otis Elevator Co. detalló que de siete edificios, seis de ellos se saltan el 13 en su numeración, para así pasar directamente desde el 12 al 14.

Pero, ¿cuáles son los motivos detrás de esta superstición? ¿Cómo influye en la sociedad? Esto dijo Markovsky, académico especialista en procesos grupales.

Por qué el 13 es considerado de mala suerte

El profesor de la Universidad de Carolina del Sur citó al investigador Joe Nickell del Comité de Investigación Escéptica, una organización dedicada a estudiar fenómenos paranormales, para así explicar que históricamente el 12 ha sido considerado como un número de la “integridad”.

Aquella relación es justificada por factores como que son 12 los meses del año, los signos del zodiaco, los dioses del Olimpo y los apóstoles de Jesús, entre otros episodios en los que se encuentra presente.

Por otro lado, el 13 es interpretado como un desequilibrio y tiende a relacionarse con personajes como Judas, quien traicionó a Jesucristo y fue el decimotercer invitado a la Última cena. Asimismo, Loki fue el decimotercero en llegar a una celebración en el Valhalla, para luego asesinar a Baldur.

Markovsky es enfático en que cualquier número podría ser asociado a supersticiones de buena o mala fortuna, dependiendo de la cultura en donde se desenvuelven los creyentes.

”Cuando las condiciones son favorables, un rumor o una superstición generan su propia realidad social, creciendo como una bola de nieve como una leyenda urbana mientras rueda por la colina del tiempo”, escribió el académico en su artículo, para luego añadir que el trío de números 666 es considerado de la suerte en China, mientras que para los cristianos tiende a asociarse con el satanismo.

La última cena
La última cena. Foto: Leonardo Da Vinci.

El origen de la buena y la mala suerte

Para Markovsky, las creencias en torno a estas supersticiones tienen su origen tanto a nivel cultural como personal. Si bien, el entorno en el que nos desenvolvemos condiciona parte de cómo vemos la realidad, las experiencias también influyen en esa percepción. Por ejemplo, una mala vivencia durante una fecha específica de la niñez podría generar la sensación de que ese día en particular es de escasa fortuna.

A ello se le suma que hay números que tienden a ser menos comunes en nuestra vida cotidiana, lo que generaría que provoquen más rechazo. Entre ellos, se encuentra el 13, el cual es menos visible que otros como el 12, tanto por la cifra de meses del año como por las mediciones comunes cuando se venden productos.

En palabras del experto, “favorecemos lo que nos es familiar y desaprobamos lo que no lo es. Esto hace que sea más fácil asociar el 13 con atributos negativos”. “Aún así, cuando las personas buscan confirmar sus creencias, son propensas a inferir conexiones entre factores no relacionados”, enfatizó Markovsky.

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