El pasado 1 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump firmó una orden que impone aranceles a productos provenientes de México, Canadá y China.
El documento determinó que los dos primeros países sufrirán un impuesto fronterizo del 25%, mientras que el gigante asiático se enfrentará a un 10%.
Unos días después de que se anunciara la medida, el mandatario estadounidense y la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, informaron que llegaron a un acuerdo para suspender los aranceles a México durante un mes.
Dicho anuncio se dio luego de que ambos líderes tuvieran una llamada telefónica, en la que pactaron tomar acciones conjuntas para combatir el tráfico de fentanilo a través de la frontera.
Previamente, Trump ha manifestado: “Como todo el mundo sabe, miles de personas están entrando en masa a través de México y Canadá, llevando el crimen y las drogas a niveles nunca vistos”.
En este sentido, ha advertido que los aranceles permanecerán “hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los extranjeros ilegales pongan fin a esta invasión de nuestro país”.
El economista mexicano Luis de la Calle, quien participó en las negociaciones con Estados Unidos y Canadá en el anterior tratado de libre comercio NAFTA, comentó a la BBC que “el arancel ligado a la migración y al fentanilo es una especie de extorsión”.
Según especialistas consultados por el citado medio, imponer aranceles a México a su vez puede dañar la economía de Estados Unidos, como prueba lo que se conoce como “efecto lavadora”.
Qué es el “efecto lavadora” y por qué imponer aranceles a México puede dañar la economía de Estados Unidos
El discurso de Trump se ha centrado en la idea de que los aranceles le quitan dinero a las empresas extranjeras, para así “enriquecer a los estadounidenses”.
Sin embargo, ese no siempre es el caso.
De hecho, según distintos investigadores, los aranceles que Trump aplicó en su primer mandato no solo afectaron a empresas extranjeras, sino que también a compañías locales y a los propios consumidores estadounidenses.
En otras palabras, tuvieron que pagar precios más altos.
Según rescata la BBC, la recaudación tributaria producto de la imposición de aranceles fue considerablemente baja en comparación a lo que recauda el gobierno mediante impuestos individuales y corporativos.
Los economistas Aaron Flaaen, Ali Hortacsu y Felix Tintelnot hicieron una investigación que analizó los efectos del impuesto a las lavadoras extranjeras que Trump impuso en 2018, durante su primer periodo en la Casa Blanca.
La revisión de los expertos concluyó que el precio de las lavadoras en Estados Unidos subió un 12%, a causa del arancel.
Desde el gobierno habían sugerido en ese entonces que el objetivo de imponer la medida era proteger a los productores locales contra la masiva llegada desde el exterior de lavadoras más económicas.
Tintelnot, coautor de la investigación y académico de la Universidad de Duke en Estados Unidos, aseguró al citado medio que “aunque se crearon algunos empleos, los consumidores pagaron un costo muy alto”.
“No fue un buen negocio para ellos”, enfatizó.
También precisó que los estadounidenses, en su conjunto, pagaron cerca de $820.000 dólares más en la compra de lavadoras, por cada empleo creado.
Dicho fenómeno es el que algunos expertos han llamado “efecto lavadora”.
La economista senior de Comercio Global del equipo de investigación del banco ING en Alemania, Inga Fechner, explicó a la BBC que consiste en que, en última instancia, “los consumidores cargan el costo del conflicto comercial”.
Respecto al caso anterior, subieron los precios tanto de las lavadoras importadas como de las fabricadas por productores locales.
Pese a que no todos los aranceles son iguales, los expertos aseguraron que la situación de las lavadoras no es un ejemplo aislado de estas potenciales consecuencias.
Las economistas del centro de investigación independiente Peterson Institute for International Economics (PIIE), Kimberly Clausing y Mary Lovely, se refirieron a los efectos de los aranceles que impuso Trump en su primer mandato.
“Un estudio tras otro han demostrado que los aranceles estadounidenses aplicados desde 2017 han sido transferidos en su totalidad a los compradores estadounidenses”.
La vicepresidenta de Política Fiscal Federal del grupo de expertos conservador Tax Foundation, Erica York, afirmó en un análisis que los aranceles “han tenido un impacto negativo neto en la economía del país”.
Agregó que “han elevado los precios y reducido la producción y el empleo”.
El asesor comercial del gobierno de Trump, Peter Navarro, ha refutado esos análisis y ha afirmado que los aranceles no subieron los precios durante el primer periodo presidencial del líder republicano.
Al ser consultado por la prensa local en una instancia, aseguró, sin comentar más detalles: “Tuvimos cero inflación debido a los aranceles”.