Por qué no debes usar cotonitos para limpiar tus oídos
Si bien se trata de una técnica recurrente, los cotonitos pueden dejar una serie de efectos dañinos tanto en niños como en adultos.
El cerumen del oído está asociado, comúnmente, a suciedad que debe ser eliminada todos los días o varias veces a la semana. Si bien es claro que se debe hacer una limpieza en esa zona, también es necesario comprender que esa sustancia natural cumple una importante función en la salud.
En concreto, el cerumen protege la piel del conducto auditivo y evita que ingresen y causen daño agentes externos como el polvo, bacterias y otras suciedades.
Y si hablamos de método de limpieza del cerumen, para nadie es un secreto que el más clásico es el uso de hisopos, conocidos popularmente en Chile como cotonitos, y que se caracterizan por ser un bastoncillo de plástico con algodón en sus extremos.
A pesar de ser una técnica recurrente, utilizar cotonitos para sacar el cerumen puede traer una serie de riesgos para niños y adultos.
La razón por la que no debes usar cotonitos en tus oídos
Según destaca el sitio Cigna Healthcare, el cerumen podría obstruir el conducto auditivo solo si este es empujado hacia adentro.
Y eso es lo que precisamente ocurre cuando se utilizan cotonitos: en lugar de eliminar la sustancia pegajosa, esta es impulsada cada vez más hacia la profundidad del oído. Al final, cuando se ha hecho esta práctica en tantas ocasiones, se genera un tapón de cerumen.
Lo anterior puede desatar efectos dañinos como la pérdida parcial de la audición, zumbidos en el oído (tinnitus), dolores, infecciones e incluso ruptura en la membrana del tímpano.
“Si uno intenta eliminar el cerumen con hisopos de algodón, se corre el riesgo de irritar la delicada piel del oído interno”, expresó a The New York Times Hae-Ok Ana Kim, médica especializada en el tratamiento de trastornos del oído interno en el Centro Médico Irving, de la Universidad de Columbia.
Y si no es con hisopos, ¿entonces cuál es la forma más adecuada y segura de hacer una limpieza en los oídos?
Según explicó la otorrinolaringóloga Elisa Gil-Carcedo al diario El País, uno de los métodos recomendados es recurrir a gotas que pueden disolver el cerumen y evitan que se generen obstrucciones en el conducto auditivo.
“Estos aceites hay que usarlos periódicamente dependiendo del ritmo de formación de tapones que tenga cada persona”, explicó la especialista.
Otra opción que sugieren los especialistas es utilizar un paño levemente húmedo. Sin embargo, esto solo debe hacerse en la parte más exterior del oído para no empujar la cerilla hacia el interior.
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