Tras revelar que probó distintos tipos de drogas en su juventud, el príncipe Harry podría estar poniendo en riesgo la visa que le permite estar en Estados Unidos, donde reside junto a su esposa Meghan Markle desde 2020.
Fue en una entrevista de promoción que realizó a propósito de su libro autobiográfico En la sombra, con el terapeuta especialista en adicciones, Gabor Maté, donde Harry entregó detalles reveladores sobre el consumo de sustancias. Entre ellas, cocaína, cannabis y hongos mágicos.
En esos momentos de honestidad, Harry también aseguró haber probado la ayahuasca, una bebida con efectos alucinógenos que es utilizada como medicina por pueblos indígenas de Latinoamérica.
Según contó el menor de los hijos de Carlos III, la cocaína fue más que nada “una cosa social. Me dio un sentido de pertenencia y probablemente también me hizo sentir diferente a como me sentía”. Mientras que la marihuana, a su juicio, le entregó sensaciones de liberación y realmente lo ayudó a sanar.
“Comencé a hacerlo de manera recreativa y luego comencé a darme cuenta de lo bueno que era para mí. Diría que es una de las partes fundamentales de mi vida, que me cambió y me ayudó a lidiar con los traumas y los dolores del pasado”, apuntó.
El riesgo del príncipe Harry
Las confesiones del príncipe tuvieron efectos casi inmediatos. Cabe recordar que al momento de tramitar su permiso de residencia en Estados Unidos, Harry —al igual que todos quienes hacen esta solicitud— completó una declaración en la que le se preguntaba si es que en alguna ocasión había usado drogas.
En ocasiones, suele ocurrir que si el solicitante admite haber consumido esas sustancias, la diligencia para obtener la visa es rechazada o se impone una serie de pruebas adicionales para poder conseguirla.
Por otra parte, la legislación estadounidense establece duras sanciones a quienes se les identifica que mintieron en sus declaraciones a funcionarios de migración. Las medidas más duras implican la expulsión del país, así como también la prohibición de solicitar la ciudadanía.
Debido a lo anterior, un grupo conservador de ese país decidió emprender acciones para verificar si es que el duque de Sussex mintió en su declaración para solicitar vivir en Estados Unidos, y al mismo tiempo, si es que hubo algún tipo de trato preferencial por provenir de la familia real británica y porque su esposa es una actriz famosa.
De acuerdo a información del sitio británico Daily Mail, se trata de la Fundación Heritage, instituto conservador dedicado a la investigación en políticas públicas.
La entidad estaría solicitando al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) una copia de la solicitud de visa del príncipe de 38 años, en el marco de una ley estadounidense.
En diálogo con Page Six, el exfiscal federal Neama Rahmani señaló que “una admisión de uso de drogas suele ser motivo de inadmisibilidad”.
“Eso significa que la visa del Príncipe Harry debería haber sido negada o revocada porque admitió haber consumido cocaína, hongos y otras drogas”, añadió. “No hay excepción para regalías o uso recreativo”.
Mientras que la periodista y experta en la familia real, Kinsey Schofield, afirmó a GB News que “los abogados de inmigración aquí en los Estados Unidos dicen que hay dos formas en que la deportación podría amenazar al príncipe Harry”.
“Eso es si lo atrapan cometiendo un delito, lo que le escuchamos decir en su entrevista de pago por evento, donde hablaba abiertamente sobre el uso de drogas ilegales, o si en esta solicitud de visa mintió sobre su uso de drogas, eso también podría resultar en la deportación”, agrega.
Pese a los deseos de Fundación Heritage, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos advirtió a Daily Mail que “los registros de visas son confidenciales según la Sección 222 (f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA); por lo tanto, no podemos discutir los detalles de casos individuales de visas”.