
Qué cambios hizo Italia para obtener la ciudadanía y cómo impacta a los descendientes de italianos en Latinoamérica
Además de endurecer los requisitos para realizar el trámite, la nueva regulación exigirá que los italianos residentes en el extranjero manifiesten sus “vínculos reales” con el país europeo.
El gobierno de Italia anunció una drástica medida que ha complicado a miles de descendientes de migrantes italianos en Latinoamérica.
El decreto, aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros, endurece los criterios para acceder a la ciudadanía italiana: desde ahora en adelante, solo aquellos tengan padres o abuelos nacidos en el país europeo tendrán la posibilidad de obtener la naturalización por derecho de sangre.
Antonio Tajani, ministro de Asuntos Exteriores, aseguró que con la nueva normativa se pretende “evitar abusos o fenómenos de comercialización de pasaportes italianos”, ya que “la nacionalidad debe ser una cosa seria”, según consigna Perfil.
Cómo son las restricciones que impuso Italia para obtener ciudadanía
La ley de ciudadanía que entró en vigor en 1992 permitía entregar la ciudadanía por ius sanguinis, o derecho de sangre, a cualquiera que fuera descendiente de migrantes italianos sin límite de generaciones. Por ejemplo, quienes tenían un tatarabuelo o bisabuelo podían acceder automáticamente al trámite.
Con la nueva regulación, eso cambia. Tajani aseguró que el principio de ius sanguinis seguirá vigente, aunque será restringido hasta la segunda generación de descendencia.

“Ya no se podrá pedir la ciudadanía con las viejas reglas, sino solo si se tienen hasta a abuelos italianos”, dijo el canciller.
Desde el gobierno italiano también explicaron que la implementación de esta medida se dividirá en dos etapas. Durante la primera fase, entraron en vigor determinadas normativas de manera inmediata, desde el momento en que se aprobó el decreto, mientras que en la segunda se añadirán modificaciones a la ley de ciudadanía.
Uno de esos cambios consiste en que los italianos residentes en el exterior manifiesten sus “vínculos reales” con el país europeo, y para ello, deberán ejercer por lo menos una vez cada 25 años sus derechos y deberes como ciudadanos. En esto se incluye votar, renovar el pasaporte o cédula de identidad y pagar impuestos.
Otra modificación es que los hijos de italianos podrán adquirir de manera automática la ciudadanía únicamente si nacen en Italia, o si antes de su nacimiento, uno de sus padres residió en el país por al menos dos años seguidos.
Mientras tanto, los trámites para llevar a cabo el proceso de ciudadanía ya no se realizarán en los consulados: solo se podrán realizar en una oficina especial de la cancillería italiana que podría comenzar a operar en un período de un año.

Cuál es el impacto en descendientes de italianos en Sudamérica
El anuncio del gobierno de Giorgia Meloni ha generado gran preocupación en Latinoamérica, particularmente en países como Argentina, que se convirtió en refugio de inmigrantes italianos durante los siglos XIX y XX.
Según expuso el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, solo en 2023, alrededor de 20.000 personas realizaron el trámite en ese país, mientras que en 2024, lo hicieron 30.000. En Brasil, otro país que tuvo una extensa comunidad de italianos, la cifra pasó de 14.000 en 2022 a 20.000 en 2024.
Y a nivel general, desde 2014 hasta el 2024, la cantidad de ciudadanos italianos que viven en países del extranjero subió de 4,6 millones a 6,4 millones.
“Lamentablemente en los últimos años ha habido abusos que iban más allá del verdadero interés por nuestro país”, argumentó Tajani.
Desde el gobierno italiano calculan que existen otros 60 y 80 millones de personas que podrían acceder a la ciudadanía teniendo en cuenta la legislación vigente.
La decisión no afectará a aquellos que comenzaron a realizar el trámite antes del 27 de marzo de este año, ya que en ese caso, continuarán estando regidos por la ley previa.
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