Actualmente, cerca de 500 millones de personas en las Américas corren el riesgo de contraer dengue, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Esta enfermedad puede afectar a personas de todas las edades, mientras que en ciertos casos puede llegar a ser mortal.
“Puede progresar a formas graves, caracterizada principalmente por choque, dificultad respiratoria y/o daño grave de órganos. El dengue tiene un comportamiento estacionario, es decir, en el hemisferio Sur la mayoría de los casos ocurren durante la primera mitad del año, en cambio, en el hemisferio Norte, los casos ocurren mayormente en la segunda mitad. Este patrón de comportamiento corresponde a los meses más cálidos y lluviosos”, afirman desde la institución.
En el continente, el principal responsable de la transmisión es la picadura de un mosquito llamado Aedes aegypti.
Según informaciones rescatadas por La Nación, este insecto se desarrolla en las paredes interiores de recipientes llenos de agua.
El tiempo que demora en crecer es aproximadamente dos semanas, mientras que en ese momento se caracteriza por su color oscuro, con manchas y franjas blancas.
Su picadura —además de dengue— puede transmitir otras enfermedades, tales como zika, chikungunya y fiebre amarilla, dependiendo de la zona.
En este sentido, el dengue es transmitido a los humanos a través de mosquitos infectados, no mediante el contacto directo de una persona con otra.
Sin embargo, si uno de estos insectos consume la sangre de un individuo enfermo y luego pica a terceros, sí podría transmitir la enfermedad.
“Los cuatro serotipos del dengue (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4) circulan por toda América y en algunos países simultáneamente. La infección por un serotipo, seguida por otra infección con un serotipo diferente, aumenta el riesgo de una persona de padecer dengue grave y hasta morir”, precisan desde la OPS.
Cuáles son los síntomas del dengue
Los signos pueden variar dependiendo de cada caso. No obstante, los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) detallan cuáles son los más comunes y los más graves.
Entre los síntomas del primer grupo se encuentran los siguientes, acompañados de fiebre:
- Náuseas, vómitos
- Sarpullido
- Molestias y dolores (dolor en los ojos, generalmente detrás de los ojos, dolor muscular, dolor en las articulaciones o dolor en los huesos)
Tales signos suelen durar entre 2 y 7 días, mientras que la mayoría de los pacientes se recuperan a una semana de su aparición.
Por otro lado, a continuación encontrarás los síntomas calificados como graves.
- Dolor o sensibilidad en el estómago
- Vómitos (al menos 3 veces en 24 horas)
- Sangrado por la nariz o las encías
- Vómitos con sangre o sangre en las heces
- Sensación de cansancio, inquietud o irritabilidad
Aquellos signos de advertencia, según los CDC, “generalmente comienzan en las 24 a 48 horas después de que ha desaparecido la fiebre”.
Si presentas alguno de esos síntomas, recomendaron acudir a un médico para evaluar tu estado de salud y las mejores formas de abordar tu caso.