Qué es el hiperandrogenismo, la condición de la boxeadora argelina Imane Khelif
La atleta de 25 años, que disputará la final de boxeo femenino este viernes, ha sido duramente cuestionada por su condición física y género desde su pelea con su rival italiana Angela Carini.
Imane Khelif es una de las atletas que ha protagonizado una de las grandes controversias de los Juegos Olímpicos de París 2024.
La boxeadora argelina, que este viernes buscará quedarse con la medalla de oro en la final de boxeo femenino en la categoría de menos de 66 kilos, comenzó a capturar la atención del mundo cuando se enfrentó con la italiana Angela Carini y esta decidió retirarse del ring solo 46 segundos después de iniciarlo. “Nunca me habían golpeado tan fuerte”, dijo Carini al término del combate.
El hecho detonó una serie de especulaciones relacionadas a la condición física y género de Khelif. Se le ha acusado de ser transgénero, es decir, una persona cuya identidad de género no coincide con el asignado al nacer.
Sin embargo, en realidad la argelina es una mujer cisgénero que padece de una condición llamada hiperandrogenismo.
Qué es el hiperandrogenismo
El hiperandrogenismo es una condición que consiste en el exceso de andrógenos en el cuerpo de una mujer. Los andrógenos son un conjunto de hormonas masculinas que cumplen funciones esenciales en el desarrollo sexual, el metabolismo, la composición del cuerpo, la salud ósea y cardiovascular. Probablemente la más conocida del grupo es la testosterona.
En el caso de Khelif, por ejemplo, se le han realizado pruebas que indican que tiene altos niveles de testosterona.
De acuerdo al Instituto Bernabeu, cualquier mujer, aún más en edad reproductiva, puede producir una baja cantidad de hormonas masculinas o andrógenos. Sin embargo, cuando hay una alta concentración de ellas, podría tratarse de hiperandrogenismo.
En mujeres los andrógenos se producen mayoritariamente en dos órganos, los ovarios y las glándulas suprarrenales. Dependiendo del tipo de andrógeno que hay en exceso y los síntomas del paciente, se podrá establecer el origen del hiperandrogenismo.
Entre las causas más comunes que se han identificado están enfermedades como el síndrome del ovario poliquístico (SOP), la hiperplasia suprarrenal congénita, el síndrome de cushing o tumores.
El hiperandrogenismo se manifiesta en diversos síntomas y que varían dependiendo de cada caso. Acné, alopecia, seborrea, hirsutismo (incremento del vello corporal en zonas como la cara, espalda y abdomen), ciclos menstruales irregulares, engrosamiento de la voz, incremento de la masa muscular, alopecia e incluso infertilidad, son algunos de los signos que se pueden presentar.
Con respecto a los tratamientos, estos dependen de los síntomas que se han manifestado y las causas. Los métodos más recurrentes están relacionados a reducir el impacto de los andrógenos que hay en exceso, siendo algunos de ellos la terapia con anticonceptivos, antiandrógenos, progestágenos. Si la causa es suprarrenal, se suele optar por los corticoides orales.
La controversia de Imane Khelif en los Juegos Olímpicos
El pasado 1 de agosto, Imane Khelif y Angela Carini tenían planeado un combate por los octavos de final de la categoría 66 kilos, sin saber que ese sería uno de los momentos más comentados de los Juegos Olímpicos.
Poco después de iniciar la pelea la italiana recibió unos golpes en su nariz, por lo que se fue a la esquina del cuadrilátero. Y a pesar de que volvió por un breve momento, finalmente optó por retirarse de la pelea. El encuentro apenas había durado 46 segundos.
De esa manera, Khelif salió victoriosa al clasificar a los cuartos de final. Cuando el juez levantó su brazo en señal de triunfo, Carini comenzó a llorar frente a las cámaras y no le quiso dar la mano a su adversaria.
Más tarde la italiana diría que había decidido abandonar la pelea por el fuerte dolor que le quedó tras el golpe de Khelif. “Sentí un dolor fuerte en la nariz y con la madurez de un boxeador dije ‘basta’, porque no quería, no quería, no podía terminar el combate”, diría después la italiana.
El hecho gatilló, de manera inmediata, que Khelif comenzara a hacer atacada de manera masiva por su participación en boxeo femenino.
Las especulaciones tomaron más fuerza cuando se dio a conocer un antecedente de desclasificación en el pasado Mundial de Boxeo Femenino: en 2023 Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting, que también participó en estos Juegos Olímpicos, fueron sacadas del campeonato por no “superar las pruebas de elegibilidad de género”.
Las pruebas fueron tomadas por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), que organiza el mundial y que no ha participado de los últimos Juegos Olímpicos. Los resultados, en tanto, indicaban que Khelif tenía altos niveles de testosterona.
Antes de las pruebas que hizo el IBA, tanto la argelina como la taiwanesa habían participado en su disciplina durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Desde el Comité Olímpico Internacional (COI) tuvieron que salir en defensa la argelina, asegurando que “hay muchas mujeres con altos niveles de testosterona” y que este “no es un caso de deportista transgénero”.
“Nació mujer, fue registrada como mujer, creció como mujer y compitió como mujer”, explicó el portavoz del COI, Mark Adams.
Después de esa y otras reacciones que ha dejado la controversia, la misma Khelif optó por romper el silencio y referirse a la ola de comentarios que ha recibido en los últimos días y que ponen en duda su género.
“Envío un mensaje a todos los pueblos del mundo para que respeten los principios olímpicos y la Carta Olímpica, para que se abstengan de acosar a los atletas, porque esto tiene consecuencias, consecuencias enormes”, señaló la boxeadora.
Luego, agregó que “esto puede destruir a las personas, puede matar los pensamientos, el espíritu y la mente de las personas. Puede dividir a las personas. Y por eso les pido que se abstengan de acosar”.
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