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Qué falló en los planes de Neom, el megaproyecto futurista de Arabia Saudita
Qué falló en los planes de Neom, el megaproyecto futurista de Arabia Saudita. Foto: referencial / Neom.

Qué falló en los planes de Neom, el megaproyecto futurista de Arabia Saudita

La iniciativa del príncipe heredero Mohammed bin Salman ha enfrentado distintos retrasos y controversias. Un informe interno al que tuvo acceso el Wall Street Journal dice que, para sostener los ambiciosos planes del líder saudí, ejecutivos realizaron “manipulación deliberada” de datos financieros.




El megaproyecto urbano de Arabia Saudita ha enfrentado una serie de retrasos, aumentos de costos y controversias desde que fue anunciado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman en 2017.

Neom es parte de su programa Vision 2030, el cual busca ampliar la economía saudí y hacer que sea menos dependiente del petróleo.

Los planes para la metrópolis inspirada en la ciencia ficción consideran la construcción de una ciudad lineal conocida como The Line, la cual se asegura que tendrá una longitud de 170 kilómetros y una altura de 500 metros.

La iniciativa del príncipe heredero también considera espacios como una estación de esquí en una zona montañosa árida y un distrito comercial flotante, por mencionar solo algunos de los elementos que contempla el megaproyecto.

Sin embargo, lo que sería el lanzamiento de su primera parte en octubre de 2024 no cumplió con las expectativas.

Celebridades de distintas partes del mundo se reunieron en una isla arenosa en el Mar Rojo repleta de hoteles de lujo.

No obstante, esa arista del megaproyecto, conocida como Sindalah, llevaba más de tres años de retraso y estaba previsto que costara casi 4.000 millones de dólares, el triple de su presupuesto inicial.

Cuando se realizó el evento de octubre, los hoteles estaban sin terminar y los vientos interrumpieron los transbordadores y las partidas de golf.

De la misma manera, gran parte del terreno todavía seguía en construcción.

De acuerdo a documentos e informaciones revisadas por el Wall Street Journal, la fiesta tuvo un valor de al menos 45 millones de dólares.

Unas semanas después, el entonces jefe de Neom durante seis años abandonó el megaproyecto y se nombró a un nuevo equipo de ejecutivos.

A cuatro meses de la fiesta, el campo de golf y los hoteles seguían cerrados al público.

Qué falló en los planes de Neom, el megaproyecto futurista de Arabia Saudita
Qué falló en los planes de Neom, el megaproyecto futurista de Arabia Saudita. Foto: referencial / Neom.

Qué falló en los planes de Neom, el megaproyecto del príncipe heredero de Arabia Saudita

El citado periódico tuvo acceso a una auditoría interna de más de 100 páginas, la cual fue presentada a los miembros de la junta directiva.

Dicho informe, titulado “borrador final”, concluyó que los ejecutivos, en ocasiones con la ayuda de McKinsey & Co, consultores veteranos de la iniciativa, introdujeron suposiciones optimistas e irrealistas en el plan de negocios de Neom, para así justificar el aumento de las estimaciones de costos.

La auditoría revisada por el Journal identificó “evidencia de manipulación deliberada” de las finanzas por parte de “ciertos miembros de la gerencia”.

Una presentación preliminar ante la junta directiva el año pasado estimó que la inversión de capital necesaria para construir Neom “hasta su estado final” para 2080 era de 8,8 billones de dólares.

Se trata de más de 25 veces el presupuesto anual del país.

También estimaron que se necesitaba una inversión de 370.000 millones de dólares para completar su primera fase para 2035.

A pesar de que la mayor parte de los costos iniciales de Neom son financiados por el estado saudí, las autoridades esperan que los inversores privados terminen compartiendo la carga.

Una portavoz del megaproyecto declaró al citado medio que se estaban “interpretando incorrectamente” los datos.

No obstante, se negó a entregar más detalles al respecto.

La portavoz aseguró que Neom “defiende la excelencia, la profesionalidad, la diversidad y la conducta ética”.

Asimismo, dijo que cuentan con políticas que exigen a su personal que defienda estos pilares.

Sostuvo que “las prioridades del proyecto se mantienen intactas” y que “el proyecto sigue su curso, demostrando un proceso tangible”.

Agregó que en las iniciativas de gran magnitud es habitual que se ajusten los plazos y costos.

Por su parte, el gobierno saudí no respondió a las solicitudes de comentarios del citado medio.

Un portavoz de McKinsey dijo que la empresa garantiza el “cumplimento de las normas que rigen el comercio internacional” y que cualquier afirmación de que “ha estado involucrada en la manipulación de informes financieros es falsa”.

En un principio, las autoridades saudíes anticipaban que Neom sería un motor económico a partir de 2030, pero el discurso ha ido girando hacia que se trata de una inversión que traerá beneficios concretos dentro de las próximas décadas.

Mohammed bin Salman, en un inicio, promocionó el megaproyecto como una iniciativa que marcaría una “revolución civilizatoria” y que albergaría a nueve millones de personas para 2045.

Él mismo se ha encargado de presidir las juntas directivas y las subjuntas de todos los proyectos que forman parte de Neom.

Exgerentes y ejecutivos comentaron al Journal que frecuentemente consideraban que las proyecciones eran irrealistas.

Algunos de ellos dijeron que se negaron a firmar documentos para acreditar plazos y objetivos que veían poco probable que se pudiesen cumplir.

Pese a lo anterior, los planes siguieron adelante.

Qué falló en los planes de Neom, el megaproyecto futurista de Arabia Saudita
Qué falló en los planes de Neom, el megaproyecto futurista de Arabia Saudita. Foto: referencial / Neom.

La auditoría interna y algunos exempleados afirmaron que una forma que los ejecutivos utilizaron para ocultar el aumento de los costos fue reforzar las previsiones de ganancias.

Aseguraron que el príncipe heredero los animó a usar una métrica conocida como tasa interna de retorno (TIR).

En términos sencillos, esta representa el porcentaje de una inversión que se recupera en ganancias anuales.

Por ejemplo, si un hotel cuesta 1 millón de dólares en construirse y vale 1,1 millones un año después, tendría una TIR del 10%.

Una revisión efectuada en 2023 reveló que los costos de la estación de esquí de Neom, en una región que llamaron Trojena, habían subido más de 10.000 millones de dólares, según la presentación interna a la que tuvo acceso el citado medio.

Aquello llevó a que su TIR cayera al 7%, es decir, debajo del objetivo de que estuviera en alrededor de un 9%.

Según la presentación, se hicieron algunos reajustes para compensar la diferencia.

Las estimaciones de la tarifa en un camping se cambiaron a 704 dólares la noche, frente a los 216 dólares anteriores.

De la misma manera, una habitación en un hotel boutique para excursionistas se fijó en 1.866 dólares por noche, frente a los 489 dólares anteriores.

Esos cambios, según la presentación, contribuyeron a que la TIR llegará al 9,3%.

La auditoría interna afirmó que Antoni Vives, un ejecutivo que supervisó la visión general de Neom y luego dirigió Sindalah, justificó el aumento de costos con estimaciones más altas sobre los ingresos.

Esto último, en vez de reevaluarlos por considerarlos demasiado elevados.

Se asegura que antes de una reunión clave, le dijo a sus colegas y consultores de McKinsey: “No debemos mencionar los costos de forma proactiva”.

El informe también dice que un gerente de proyecto de Sindalah fue “destituido tras cuestionar las estimaciones de costos” y que McKinsey ayudó a crear “modelos para mejorar el cálculo de la TIR”.

Al ser consultado sobre el asunto, un abogado de Vives dijo que el trabajo en Neom “se realizó con total honestidad y con la ambición que exige el proyecto, además de absoluta lealtad a los líderes” de Arabia Saudita.

Fuentes con conocimiento de la situación detallaron que los honorarios de McKinsey en Neom han superado los 130 millones de dólares en un año.

Ante estas afirmaciones, el portavoz de la compañía dijo que la empresa cuenta con “protocolos estrictos para prevenir conflictos de intereses en nuestros trabajos”.

Enfatizó que McKinsey “no era responsable de los informes financieros integrados de Sindalah”.

Por otro lado, la portavoz de Neom dijo que la organización ha “mejorado sus controles internos y su gobernanza, especialmente en materia de adquisiciones y gestión de terceros”.

Se reporta que personal del megaproyecto instó en múltiples ocasiones a los ejecutivos a limitar la altura de The Line a unos 300 metros, en vez de 500, para así reducir los elevados costos.

Aún así, en una reunión de la junta directiva realizada el año pasado, el príncipe heredero “aclaró la inoportunidad de reducir la altura”, según afirman las actas.

En este sentido, dijo que el ahorro de costos debería buscarse en otras áreas.

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