Ya cerca de finalizar el año 2024, el fenómeno La Niña todavía no se ha desarrollado. Las predicciones iniciales de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) no se han cumplido y todavía hay incertidumbre sobre qué podría pasar durante el verano en Chile y el mundo.

En un inicio, los científicos habían advertido que La Niña iba a establecerse en el invierno austral (junio/julio). Sin embargo, reporte a reporte, la predicción fue cambiando y la fecha de llegada atrasándose cada vez más.

Medios especializados en clima, como Meteored, calificaron a La Niña de “caprichosa”, y es que la temperatura superficial del mar del océano Pacífico Ecuatorial todavía no se enfría lo suficiente.

¿Qué nos espera en el verano? ¿Terminará de instalarse La Niña finalmente?

¿Qué nos espera en el verano? NOAA actualiza el estado del fenómeno La Niña

La nueva fecha de llegada de La Niña 2024

El fenómeno La Niña es una etapa en la que se enfrían las aguas tropicales del océano Pacífico y provoca efectos sobre el clima, como más sequía para ciertas zonas (como Argentina y Chile) y más lluvia e inundaciones para otras (como Colombia).

Se dice que La Niña se ha desarrollado cuando la temperatura del mar está por debajo de -1.5 ºC. Es decir, cuando hay anomalías negativas.

En esta línea, el estado actual en el que se encuentra el planeta es Neutral. Es decir, todavía no se ha establecido La Niña, por lo que no podremos ver sus efectos al menos en el corto plazo.

Esto, porque según el último informe de la NOAA, presentado el pasado 18 de noviembre, la posibilidad de que el fenómeno se instale entre noviembre y diciembre es de un 57% (en el último informe, se había hablado de un 71%) y se espera que persista en el trimestre de enero, febrero y marzo de 2025.

Es decir, en caso de llegar a instalarse La Niña, los científicos esperan que lo haga entre diciembre de 2024 y enero de 2025. En pleno verano.

Pero también existe la posibilidad de que no se presente todavía. Por lo que hay que estar atentos a cualquier cambio.

¿Qué nos espera en el verano? NOAA actualiza el estado del fenómeno La Niña

Por qué La Niña tarda tanto en llegar

Según el Instituto Internacional de Investigación sobre el Clima y la Sociedad (IRI, por sus siglas en inglés), se cree que La Niña de este año sea de corta duración, a diferencia de otras Niñas que se establecieron con anterioridad en el planeta.

En caso de instalarse en el verano, es probable que La Niña dure solo hasta otoño de 2025.

Y es que el planeta hace que todas las predicciones sean inciertas y cambiantes: el cambio climático y el calentamiento global están provocando que eventos meteorológicos, como La Niña, sean cada vez más intensos y de ocurrencia inestable.

El daño al planeta es una de las razones que barajan los científicos para explicar el atraso de La Niña. Y es que las altas temperaturas en el océano, producidas por los gases de efecto invernadero, están dificultando que se enfríe a la temperatura necesaria para que se dé la llegada de La Niña.

Cómo será el verano en Chile con La Niña

La Niña es un fenómeno que suele estar asociado a la sequía en Chile, pero también a temperaturas mucho más bajas, en comparación a su contrario El Niño.

En esta línea, el climatólogo Raúl Cordero de la Universidad de Santiago de Chile (Usach) le dijo anteriormente a La Tercera que “las temperaturas en los veranos marcados por La Niña no son extraordinariamente calurosos”.

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Es decir, a partir del 21 de diciembre —fecha en la que comienza el verano austral— y en caso de que La Niña termine de instalarse, esta estación “no debería ser tan calurosa como los dos últimos, que estuvieron marcados por El Niño”.

Al tener una disminución de las altas temperaturas, la zona central podría verse beneficiada, en especial en materia de riesgo de incendios forestales, pues el calor es uno de los elementos que aumenta las posibilidades de que el fuego se propague más rápidamente.

El experto también mencionó que en la zona norte del país, La Niña podría “potenciar el invierno altiplánico”. Este trata de lluvia abundante en la temporada de verano (desde diciembre a marzo) en las regiones de Antofagasta, Tarapacá y Arica y Parinacota.

Por su parte, en la zona sur del país, La Niña podría marcar un verano con poca probabilidad de lluvia lo que, contrario a la zona central, sí aumenta el riesgo de incendios. Y es que la abundante vegetación de estas regiones podría secarse rápidamente, lo que serviría como una especie de combustible que puede prenderse con facilidad.