Qué pasa con el clima cuando hay un doble fenómeno La Niña: científicos aseguran estar “desconcertados” por el evento

Algo extraño está pasando con el clima. Además de haber roto el récord de altas temperaturas en el planeta en 2023, este año, el pronóstico de llegada del fenómeno La Niña del océano Pacífico se ha retrasado por meses y, ahora, a la par se está formando otra La Niña, solo que en el océano Atlántico.

Se trata de un escenario confuso que los científicos no logran entender por completo. Hasta ahora, especulan que el cambio climático y los efectos del calentamiento global podrían estar jugando con el clima del mundo, y haciendo más difícil predecir estos cambios abruptos y eventos meteorológicos.

Y es que los patrones de clima están comportándose de forma inesperada e imprecisa, lo que dificulta un correcto pronóstico.

Los modelos climáticos apuntan que, mientras el océano Pacífico está enfriándose y dando paso al fenómeno La Niña clásico, en paralelo está surgiendo La Niña del Atlántico, es decir, dos fenómenos en consecutivo.

¿Qué repercusiones tendrá sobre el clima del mundo?

Desde principio de año, los científicos han anunciado la próxima llegada del fenómeno La Niña, un evento meteorológico que sucede cuando el océano Pacífico Ecuatorial se enfría hasta llegar a -1.5 °C en promedio.

Este fenómeno es parte de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) que consta de tres etapas: El Niño —cuando el océano se calienta sobre 1,5 °C—, La Niña y su fase Neutral.

Actualmente, nos encontramos en una fase Neutral, pero con tendencia hacia La Niña, pues aunque lo está haciendo lentamente, el océano sí se está enfriando, preparándose así para dar paso a este fenómeno que, una vez activo, provocará cambios en el clima del mundo.

Esto es lo que los científicos ya están observando desde principios de año. No obstante, al otro lado del mundo, en el océano Atlántico, los registros comenzaron a mostrar que también se está enfriando una zona de este mar, algo inusual para esta época del año.

Y lo más extraño es que ese enfriamiento fue abrupto.

“Nunca antes el Atlántico ecuatorial oriental había oscilado tan rápidamente de un evento extremo a otro”, declararon desde la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés).

“Hasta el momento, las condiciones atmósfera-océano, aparentemente desfavorables para el desarrollo del fenómeno de la Niña Atlántica, son bastante desconcertantes. Tendremos que investigar más a fondo para revelar las causas exactas de este fenómeno aparentemente inusual”.

Aunque es poco frecuente que existan La Niña en el Pacífico y en el Atlántico al mismo tiempo, como muchas cosas en la naturaleza, no es imposible.

Pero, ¿qué puede pasar con el clima del mundo, si es que hay dos Niñas activas al mismo tiempo?

Para entenderlo mejor, primero hay que saber los efectos que cada una tiene sobre el clima.

Durante La Niña del Pacífico Ecuatorial —que es la clásica que ya conocemos por la cercanía—, las temperaturas del océano se enfrían por debajo de lo normal y los vientos alisios del este se fortalecen, permitiendo que más agua fría llegue a lo largo del ecuador, frente a Sudamérica. Sus efectos sobre el clima suelen ser intensos y su duración puede ir de 9 meses a 3 años.

Este enfriamiento hace que el clima de la atmósfera cambie: algunas áreas se vuelven más tormentosas —como Colombia—, mientras que otras experimentan grandes sequías —como Chile y Argentina—.

Por su parte, La Niña del Atlántico —que es la nueva que se está formando en este océano— también consiste en el enfriamiento del mar, no obstante, sus efectos son mucho menores y más locales, al igual que su duración.

Durante este fenómeno, las precipitaciones suelen reducirse en regiones de África, como Sahel, y aumentar las lluvias en Brasil y los países que están alrededor del Golfo de Guinea, como Ghana, Nigeria y Camerún. Además, los huracanes suelen verse debilitados.

Entonces, ¿cómo interactúan ambos fenómenos si es que surgen a la par?

La Niña del Atlántico “podría retrasar potencialmente el fenómeno de La Niña del Pacífico en un ‘tira y afloja’”, aseguró Michael McPhaden, investigador y científico de la NOAA. “Mientras el Pacífico intenta enfriarse, el Atlántico intenta calentarse”, explicó.

Además, La Niña Atlántica podría eventualmente afectar las precipitaciones comunes de La Niña del Pacífico en ciertas regiones como África y aminorarlas, mientras que puede intensificar las lluvias en Brasil.

También podría aumentar la probabilidad de huracanes cerca de las islas de Cabo Verde.

“Será interesante observar si esta Niña del Atlántico se desarrolla por completo y, de ser así, si tiene un efecto sobre la actividad de huracanes a medida que avanza la temporada. Estaremos atentos a este evento en las próximas semanas”.

Otro efecto que está tomando fuerza es que La Niña Atlántica podría estar provocando, en parte, el retraso de La Niña del Pacífico. Y es que, pese a los pronósticos, el fenómeno que debía establecerse en el océano cercano a Chile todavía no ha llegado a estas alturas del año.

En los próximos días, es posible que la NOAA actualice el estado de La Niña y las probabilidades de su establecimiento.

No obstante, según los últimos informes, se espera que La Niña del Pacífico se establezca finalmente con un 66% de probabilidad durante septiembre y octubre y que, con un 74%, el fenómeno persista durante noviembre y enero, es decir, en el verano austral.

El enfriamiento del océano Pacífico está en un curso lento, algo que no había sucedido con otras Niñas, según los registros de los investigadores.

Hay otros pronósticos que no son tan optimistas: el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI por sus siglas en inglés), aseguró que las probabilidades de que La Niña termine de gestarse en septiembre y octubre es inferior al 30%.

En cambio, en el próximo trimestre (noviembre, diciembre y enero), la probabilidad alcanzaría un 49% de que La Niña se establezca por completo.