Qué pasó con el arsenal nuclear de Ucrania (el tercero más grande del mundo)
En 1994, tres años después del fin de la URSS, el país firmó un acuerdo en el que también participaron potencias como Rusia y Estados Unidos.
La desintegración de la Unión Soviética (URSS) en 1991 llevó a que Ucrania, como nación independiente, quedara con cerca de 3.000 armas nucleares en su territorio.
Se trató del tercer arsenal nuclear más grande del mundo, después de los de Estados Unidos y Rusia, según rescata la BBC.
No obstante, posteriormente, el país optó por desnuclearizarse.
A diferencia de Rusia —que figura como la potencia con más ojivas nucleares, según los datos de la Federation of American Scientists (FAS)— Ucrania actualmente no cuenta con armas de este tipo.
En medio de un escenario en el que el Kremlin lleva casi tres años desarrollando una invasión a gran escala en el territorio ucraniano —desde el pasado 24 de febrero de 2022 — algunos se han preguntado si la decisión que tomó el país hacia mediados de la década del 90 fue la indicada.
Por qué Ucrania perdió su arsenal de armas nucleares
El 5 de diciembre de 1994 distintos países se reunieron en Budapest, la capital de Hungría, para firmar un acuerdo.
Ucrania, Bielorrusia y Kazajistán se comprometieron a renunciar a sus arsenales nucleares, a cambio de garantías de seguridad de parte de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China y Rusia.
Pese a que los misiles nucleares pertenecían a la URSS y no a las naciones recién independizadas, alrededor de un tercio de las armas nucleares soviéticas estaban posicionadas en suelo ucraniano.
El entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, declaró en la instancia que el acuerdo entre dichas potencias y los tres países era una muestra de “nuestro compromiso con la independencia, la soberanía y la integridad territorial de estos estados”.
Ese acuerdo de finales de 1994 pasó a ser conocido como el Memorándum de Budapest y, en el documento, Ucrania se comprometió a adherirse al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP).
Junto con ello, prometió devolver a Rusia las ojivas que habían quedado en su territorio.
El politólogo e investigador del Laboratorio de Estudios Asiáticos de la Universidad de São Paulo, Vicente Ferraro Jr., explicó al citado medio en 2022 que “con el fin de la URSS, parte del arsenal de armas nucleares soviéticas quedó en varios países de Europa del Este”.
“En Occidente existía la preocupación de que pudieran perderse o utilizarse indebidamente, poniendo en riesgo a Europa”.
Bajo esta premisa y el interés de que el país entregara las armas nucleares, las potencias que se adhirieron al acuerdo prometieron “respetar la independencia, la soberanía y las fronteras existentes de Ucrania”.
Lo anterior, además de “abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza” contra el país.
Por qué Ucrania firmó el acuerdo con el que perdió las armas nucleares
La confirmación del Memorándum de Budapest ocurrió tres años después de que el Parlamento de Ucrania declarara la Independencia de la nación, lo que ocurrió el 24 de agosto de 1991.
Sin embargo, para diciembre de 1994, el país todavía buscaba ser reconocido internacionalmente, luego de haber sido parte de la URSS.
En 1996, Ucrania ya había entregado todo el arsenal soviético que había en su territorio.
Qué dicen Ucrania y Rusia sobre el acuerdo nuclear firmado en 1994
A pesar de que el acuerdo también fue firmado por Rusia, los líderes ucranianos han sostenido que el Kremlin violó el tratado por primera vez en 2014.
Ese fue el año en que sus tropas invadieron y anexaron Crimea.
Desde Kiev acusan que también lo hicieron ese mismo año cuando apoyaron a grupos separatistas que organizaron rebeliones en Donetsk y Lugansk, provincias que están ubicadas hacia la frontera este del territorio ucraniano.
El presidente Volodimir Zelenski ha recalcado que la invasión rusa iniciada en febrero de 2022 no es la excepción.
Frente a estas acusaciones, el mandatario ruso Vladimir Putin ha sugerido que Ucrania tiene la intención de abandonar el tratado de 1994, para así desarrollar armas nucleares con el apoyo de aliados occidentales como Estados Unidos.
El embajador de Ucrania en Londres en 1994, Serhiy Komisarenko, declaró a la BBC que en ese entonces no pensaban que dos décadas más tarde ocurrirían episodios como la anexión rusa de Crimea.
“Éramos ingenuos, pero también confiábamos (...) Cuando se unieron Reino Unido, Estados Unidos y luego Francia pensamos que ya era suficiente, ¿sabes? Y Rusia también”, dijo.
En cuanto a si la decisión fue pertinente o no, opinó que la moción de mantener un arsenal nuclear —y los costos asociados— no le hacía sentido.
“¿Por qué usar dinero para fabricar armas nucleares o conservarlas si puedes usarlo para la industria, para la prosperidad?”, cuestionó Komisarenko.
Aún así, desde antes de que se firmara el tratado en 1994, ya había políticos ucranianos y expertos internacionales que sugerían que se podría violar un acuerdo de esas características.
Incluso, en 1992, el excomandante militar elegido como parlamentario, Volodymyr Tolubko, argumentó en una sesión que seguir esa línea con la esperanza de obtener garantías de seguridad era una idea “romántica y prematura”.
Con esto último hizo referencia a la posibilidad de que los términos no se cumplieran. Desde su visión, Ucrania tendría que quedarse con al menos unas ojivas para “disuadir a cualquier agresor”.
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