Qué productos lácteos puedo consumir si soy intolerante a la lactosa
Según expertos, algunos lácteos podrían provocar que los síntomas de la intolerancia a la lactosa sean mucho más notorios, mientras que otros no tanto.
Una de las enfermedades más comunes a nivel global es la intolerancia a la lactosa, que implica que el organismo no puede digerir el azúcar que se encuentra de manera natural en la leche, llamada lactosa.
Esa afección no suele manifestarse en síntomas muy graves, sin embargo, pueden resultar muy molestos. Hinchazón, dolor abdominal, gases y diarrea son solo algunos de los signos que aparecen entre 30 minutos y 2 horas después de haber consumido alimentos o bebidas con lactosa.
Pero, ¿eso significa que hay que eliminar por completo los productos lácteos?
Suneeta Krishnareddy, gastroenteróloga del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, aseguró a The New York Times que es clave comprender cuáles son los factores que desencadenan los síntomas de esa condición, especialmente cuando se desarrolla durante la adultez. Para ello, es recomendable eliminar todos esos productos de la dieta y luego volver a introducir pequeñas porciones de alimentos y bebestibles que contengan lactosa.
Lo anterior se debe a que el nivel de tolerancia a la lactosa varía en cada individuo y eventualmente puede cambiar con el tiempo.
Qué productos puedo consumir si soy intolerante a la lactosa
Según explicaron especialistas al diario estadounidense, algunos productos lácteos podrían empeorar los síntomas de la intolerancia a la lactosa, así como otros no causarán mayores problemas.
- Los peores lácteos
En este grupo están la leche descremada y entera, que tienen entre 12 y 12,5 gramos de lactosa por cada taza. Se trata de la cantidad máxima de lactosa que las personas con esta enfermedad pueden consumir al día sin desarrollar signos. Por esa misma razón, la recomendación es limitarse a solo un vaso de leche diario, y en el caso de que consumas otros productos lácteos, esa dosis debe ser menor.
El queso también puede ser problemático, aunque algunas variedades causan más efectos que otras. Los quesos no añejados, por ejemplo, contienen más lactosa, ya que no han sido sometidos al proceso donde la lactosa se descompone y se transforma en ácido láctico. Aunque este tipo de quesos posiblemente sean más aceptables en comparación a la leche, los expertos sugieren limitar su consumo de todas formas.
Otro producto con el que hay que tener cuidado son los helados, que en su mayoría son fabricados a base de leche y nata. En el caso de los helados que llevan más leche que nata, existe una alta probabilidad de que sean ricos en lactosa, por lo que los especialistas aseguran que al cuerpo le resultará más complejo de digerir.
- Los lácteos que se pueden consumir con moderación
El queso duro, que se caracteriza por tener una corteza muy firme y sabor intenso, es uno de los lácteos aceptables si se tiene intolerancia a la lactosa, ya que son más sencillos de descomponer al compararlos con las variedades no añejadas. En este tipo se incluyen el parmesano, cheddar y suizo.
Los productos lácteos fermentados, como lo son el kéfir y el yogur, también se pueden consumir con moderación. De acuerdo a los expertos, contienen bacterias que ayudan a digerir la lactosa, lo que disminuye la carga del intestino delgado.
La mantequilla es otro producto que tiene poca lactosa, por lo que muchas personas con intolerancia a la lactosa pueden consumirla. Esto se debe a su proceso de fabricación: es elaborada a partir de la grasa de la leche, que se separa por completo de la parte líquida (donde está la lactosa).
- Otros productos que pueden ayudar
Actualmente son numerosos los supermercados, tiendas y negocios pequeños que ofrecen productos lácteos sin lactosa, incluyendo leche, queso e incluso helado, de diferentes precios y marcas, lo que puede ser de utilidad para las personas con este problema de salud.
Se trata de aquellos que han sido elaborados con leche, con la diferencia de que se les añade la enzima lactasa para descomponer la lactosa.
Mientras tanto, los productos sin lácteos que se fabrican a partir de frutos secos, cereales o semillas, también pueden ser de ayuda. Entre ellos están la leche de almendras, soja, avena, arroz o coco, además del queso de nueces y el helado de soja.
Los expertos también recomiendan los suplementos de enzima lactasa de venta libre, ya que pueden reducir los signos de indigestión cuando se toman simultáneamente con una comida que generalmente causa complicaciones.
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