Qué se sabe del atentado que hirió al expresidente Trump en Pensilvania: hay al menos 2 muertos

Un acto de campaña de Donald Trump celebrado este sábado en Pensilvania ha acaparado las portadas a nivel mundial. En las primeras imágenes que se conocieron por televisión, el candidato republicano era evacuado mientras se escuchaban sonidos de disparos, aunque Trump está a salvo y se han implementado medidas de protección a su alrededor, informó el Servicio Secreto.

“Es una investigación activa del Servicio Secreto y pronto se dará a conocer más información”, señaló la agencia federal en la red social X.

El portavoz de la campaña de Trump dijo que el expresidente de Estados Unidos estaba bien y que estaba siendo revisado en un centro médico local.

Donald Trump estaba de pie en el escenario de su mitin de campaña detrás de un podio. A los seis minutos de su discurso al aire libre en Butler, Pensilvania, con la cabeza girada a la derecha, bajo un cielo despejado y un calor abrasador del verano boreal.

De repente, se oyeron sonidos como si fueran disparos. Trump se agarró inmediatamente el oído derecho, se vio la sangre de la mano y se tiró rápidamente al suelo utilizando al podio como escudo.

La multitud gritó y muchos se agacharon a modo de protección.

Media docena de agentes del Servicio Secreto velozmente corrieron hacia el escenario y se amontonaron sobre Trump y a su alrededor, como un escudo humano mientras el republicano yacía detrás del podio. Otros agentes armados con fusiles también subieron al escenario.

Hubo una segunda ráfaga de disparos.

Los agentes del Servicio Secreto mantuvieron a Trump en el suelo durante poco menos de medio minuto. Se oyó gritar a alguien: “¡El atacante ha caído!”. Inmediatamente otro agente gritó: “¡Muévanse!”, mientras muchos de los presentes seguían gritando desconcertados sin saber qué pasaba exactamente.

Los agentes levantaron a Trump, que ya no llevaba la gorra roja de béisbol con su eslogan de campaña “Make America Great Again”, tenía el pelo revuelto, la oreja ensangrentada y la cara manchada de sangre.

“Déjenme tomar mis zapatos, déjenme tomar mis zapatos”, se escucha decir a Trump, mientras los agentes lo levantaban del suelo. Luego dijo: “Esperen, esperen, esperen”, antes de empezar a agitar un puño.

Un agente levantó el brazo por encima de la cabeza de Trump para protegerlo de posibles disparos.

Trump siguió agitando el puño hacia la multitud, murmurando “lucha”. Muchos de los presentes empezaron a corear “EEUU, EEUU”.

Se vio a agentes del orden armados en un tejado cercano al escenario donde se encontraba el expresidente, mientras un helicóptero sobrevolaba la zona y las fuerzas del orden caminaban por ella.

Según detalla Reuters, todos los asistentes a los mítines de Trump tienen que pasar por los controles de bolsos del Servicio Secreto y por monitores electrónicos para comprobar si llevan armas antes de ser admitidos.

Sin embargo un testigo presencial declaró a BBC que vio al tirador subir al tejado de un edificio de poca altura, justo fuera del perímetro de seguridad, con un rifle, y que alertó a los gritos a los agentes de policía cercanos para ponerlos en aviso de la posible amenaza.

En un primer momento, la policía pareció confusa y no respondió inmediatamente a la advertencia, explicó.

“Lo siguiente que suenan son cinco disparos”, dijo. “El Servicio Secreto le voló la cabeza. Subieron al tejado, le apuntaron con sus armas, se aseguraron de que estaba muerto, estaba muerto, y ya está, se acabó”.

Otro testigo, Ron Moose, relató a Reuters lo ocurrido. “Oí unos cuatro disparos y vi cómo la multitud se agachaba y luego Trump se agachó también muy rápido. Entonces el Servicio Secreto saltó y lo protegió tan pronto como pudo. Estamos hablando de que en menos de un segundo estaban todos protegiéndolo”.

Moose dijo que vio a un hombre corriendo y siendo perseguido por agentes con uniformes militares. Dijo que oyó más disparos, pero que no estaba seguro de quién los había efectuado. Señaló que para entonces se habían instalado francotiradores en el tejado de un almacén situado detrás del escenario.

Jim Moore, de 57 años, estaba en la tribuna detrás del escenario. Dijo que un hombre ubicado unas cinco filas por encima de él recibió un disparo y cayó al suelo.

Agregó que los agentes acudieron y le escoltaron hasta detrás de la tribuna, donde le curaron las heridas. “Le dispararon a un hombre que estaba justo detrás de nosotros. Después de apartar a Trump, lo bajaron —él iba andando—, lo llevaron detrás de las gradas y lo tumbaron”, dijo Moore.

Dos mujeres de unos 70 años sentadas cerca del escenario dijeron a Reuters que vieron a dos personas caerse en las gradas tras el tiroteo y a la policía atendiéndolas. Ambas dijeron que vieron cómo la policía se apresuraba a detener a un hombre.

A los pocos minutos se conoció que la periodista de Política del Washington Post, Meryl Kornfield, informó que el fiscal de distrito del condado de Butler, Richard Goldinger, dijo que Donald Trump fue rozado por disparos aunque su condición actual es que está a salvo.

Mientras, un espectador del mitin murió y el presunto tirador está muerto.

Además, otra persona se encuentra en estado grave, según declaró el fiscal.