
Quién es el científico que dejó OpenAI el año pasado y su startup de IA ya vale 30.000 millones de dólares
A diferencia de otras empresas, Safe Superintelligence Inc. lleva sus operaciones de la manera más secreta posible. Espera desarrollar una superinteligencia.
La startup de inteligencia artificial (IA) de Ilya Sutskever está atrayendo cada vez más la atención de los inversores y las firmas tecnológicas de Silicon Valley.
Según afirmaron personas familiarizadas con el asunto al Wall Street Journal, los capitalistas de riesgo están invirtiendo unos 2.000 millones de dólares en su empresa, Safe Superintelligence Inc. (SSI).
Junto con ello, la nueva ronda de financiación valora a la compañía en 30.000 millones de dólares, lo que la posiciona como una de las startups de IA más valiosas del mundo.
En el pasado, Sutskever se desempeñó como científico jefe de OpenAI, en donde ayudó a desarrollar la tecnología detrás de ChatGPT.
Sin embargo, dejó la empresa en 2024, luego de una tensa situación con el director ejecutivo, Sam Altman.
El historial de Sutskever lo posiciona como uno de los investigadores de IA más respetados de la industria.
Y, con SSI, promete presentar avances significativos en el desarrollo de esta tecnología.

Cómo es Safe Superintelligence Inc., la startup de IA de Ilya Sutskever
SSI asegura que no tiene previsto presentar ningún producto hasta que desarrolle una superinteligencia segura.
Dicho término de la industria hace referencia a una IA que puede superar en inteligencia a los expertos en casi todos los campos.
Empresas como Google, OpenAI y Anthropic están tratando de desarrollar sistemas de estas características, según rescata el citado periódico.
No obstante, tales firmas sí están lanzando chatbots para consumidores y aplicaciones comerciales.
De acuerdo a las informaciones reunidas por el Journal, Sutskever ha afirmado a sus asociados que no está desarrollando IA avanzada con los mismos métodos que él y sus colegas usaron en OpenAI.
Según fuentes cercanas a la empresa, ha dicho que ha identificado una “montaña diferente para escalar”, la cual ya está mostrando signos de ser prometedora.
El socio de la firma de capital de riesgo Bloomberg Beta, James Cham, quien no ha invertido en SSI, comentó al citado periódico: “Todo el mundo tiene curiosidad sobre qué está impulsando exactamente y cuál es la idea”.
“Es un riesgo muy alto, y si funciona, tal vez tengas el potencial de ser parte de alguien que está cambiando el mundo”.
A diferencia de otras empresas dedicadas a la IA, SSI se caracteriza por llevar sus operaciones de la manera más secreta posible.
Fuentes familiarizadas con el asunto contaron al Journal que a sus cerca de 20 empleados les desaconseja mencionar a la empresa en sus perfiles de LinkedIn.
Una de las personas cercanas a SSI también detalló que, cuando los candidatos a un puesto de trabajo consiguen una entrevista en persona, se les pide que dejen sus celulares en una jaula de Faraday antes de entrar en las oficinas.
Una jaula de Faraday es un contenedor que bloquea señales de telefonía móvil y wifi.
SSI tiene oficinas tanto en Silicon Valley como en Tel Aviv.
Se afirma que la mayoría de sus empleados no son muy conocidos en la industria, ya que la empresa busca tecnólogos prometedores a los que Sutskever pueda asesorar.
Lo anterior, en lugar de personas con una amplia experiencia que probablemente podrían moverse de un empleador a otro y llevarse consigo los conocimientos que han aprendido.
Sequoia Capital y Andreessen Horowitz se encuentran entre los principales inversores de Silicon Valley que han invertido en SSI.
Informaciones reunidas por el Journal detallan que la última financiación, que supone un aumento de seis veces respecto de su valoración de 5.000 millones de dólares en septiembre, está a cargo de Greenoaks Capital.

Quién es Ilya Sutskever, el científico que dejó OpenAI y fundó Safe Superintelligence Inc.
Sutskever nació en la ex Unión Soviética, creció en Israel y ganó reconocimiento mientras era estudiante de posgrado en Canadá, a raíz de que fue coautor de un artículo sobre algoritmos de IA de aprendizaje profundo.
Posteriormente trabajó en Google, pero se fue en 2015 para convertirse en uno de los primeros empleados de OpenAI.
Luego de que ChatGPT se estrenara como prueba a finales de 2022, OpenAI dejó de ser un espacio de investigación puro y pasó a dar más atención a sus productos e ingresos.
Aquello llevó a que Sutskever y los miembros de su equipo sintieran que quedaban con menos recursos para estudiar la IA avanzada y frenar sus potenciales riesgos, según rescata el Journal.
La relación con Altman se deterioró en noviembre de 2023, cuando el director ejecutivo recibió un mensaje en el que el primero le informó que la junta iba a despedirlo, tras determinar que no había sido sincero con ellos de forma constante.
A pesar de la moción, la medida fracasó, después de que cientos de empleados de OpenAI amenazaran con renunciar y Microsoft se ofreciera a contratarlos junto con el CEO destituido.
En medio de las tensiones, Sutskever declaró que lamentaba su “participación en las acciones de la junta”.
Altman fue recontratado en menos de una semana.
Sutskever siguió empleado oficialmente, pero dejó de trabajar, según el citado periódico.
Más adelante, en mayo de 2024, abandonó la compañía y fundó SSI con el ex investigador de OpenAI, Daniel Levy, y el inversor Daniel Gross.
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