
Quién es Rodrigo Duterte, el expresidente de Filipinas acusado de crímenes contra la humanidad
Desde su época como alcalde de Dávao, Duterte promovió que ciudadanos y policías le dispararan a presuntos traficantes. También se ha jactado de que él mismo mató “personalmente” a delincuentes.
Apenas pisó el aeropuerto de Manila el martes, después de realizar un viaje por Hong Kong, el expresidente filipino Rodrigo Duterte fue arrestado y escoltado por las fuerzas del orden.
El exmandatario de 79 años tenía una orden de captura de la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes contra la humanidad debido a la guerra contra las drogas que lideró durante su administración, en la que miles de personas murieron en operativos policiales y ejecuciones extrajudiciales.
Tras su detención, Duterte fue subido a un avión privado con rumbo a La Haya, en Países Bajos.
“Nos arrebataron a mi padre y lo metieron en un avión sin decirnos adónde iba”, dijo una de sus hijas, Verónica Duterte, a través de redes sociales.
Quién es Rodrigo Duterte
El expresidente filipino, nacido en 1945 en Leyte, proviene de una familia involucrada en la política. Su padre, Vicente Duterte, fue alcalde de la ciudad de Danao y también gobernador de la provincia de Dávao, al sur del país asiático.
Durante su infancia, Duterte mostró que tenía un carácter difícil de sobrellevar. Fue expulsado de dos colegios por su conducta, aunque más tarde lograría graduarse en Derecho y Ciencias Políticas. En la década de los ‘70 obtuvo su título de abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Beda, ubicada en Manila.
Después de pasar por varios cargos en la fiscalía de Dávao, en 1988 salió elegido alcalde de la ciudad.

En los 22 años que se desempeñó como edil impulsó una ofensiva contra las drogas, aunque a menor escala. Parte de su estrategia se basó en que los mismos ciudadanos y agentes policiales podían disparar a supuestos traficantes y consumidores, según describe la BBC.
Duterte ha admitido que tenía un “escuadrón de la muerte” de gángsters en su época de alcalde y se ha jactado de que él mismo mató “personalmente” a presuntos delincuentes, para “dar el ejemplo”.
“Yo iba por Davao con una motocicleta, con una gran moto, y patrullaba las calles buscando donde había problemas. Lo que de verdad estaba buscando era una pelea para poder matar”, aseguró en un discurso que brindó en Camboya.
Esta actitud provocó que fuera apodado “Harry el sucio”.
A lo largo de los años, varios familiares de las víctimas han sostenido que ellos no tenían ningún tipo de relación con el tráfico de drogas, sino que más bien estaban en el sitio equivocado y que, además, los agentes policiales sabían que podían operar en impunidad.
En 2016 Duterte ascendió a la presidencia de Filipinas, luego de haber prometido durante su campaña que mataría a miles de narcotraficantes. Desde ese año hasta 2022, cuando dejó el cargo, el expresidente siguió promoviendo su política de “tolerancia cero”.
El número de víctimas fatales que dejó esa campaña varía dependiendo de la entidad que realice el conteo. La policía ha indicado que 6.000 personas murieron, mientras que las organizaciones de derechos humanos las sitúan entre 27.300 y 30.000.
Desde la CPI iniciaron una investigación en 2021 por los asesinatos masivos que ocurrieron en el período en que Duterte fue alcalde y luego presidente. Pese a que él hizo que Filipinas abandonara la CPI, el tribunal mantiene jurisdicción para examinar los actos que realizaron agentes estatales hasta marzo de 2019, cuando se hizo el retiro.
Cuando llegue a La Haya, se espera que el abogado sea enviado al centro de detención de la CPI y luego comparezca ante un juez en una audiencia, donde se le darán a conocer los cargos que enfrenta y sus derechos.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.