¿Quiénes están detrás de las momias chinchorro?
Un equipo de investigadores de Clínica Las Condes y del Museo Nacional de Historia Natural hizo una reconstrucción en 3D de las momias chinchorro. Con esos datos, los médicos recrearon cómo lucían anatómicamente las momias más antiguas del mundo.
Pese a la extrema aridez del norte, hace 7.000 años floreció una de las culturas más fascinantes del país: la cultura Chinchorro.
Investigaciones recientes afirman que una inusual alza de las lluvias entre 7.000 y 5.000 años atrás los llevó a momificar mucho antes que los egipcios.
Al ser el clima menos árido, los cuerpos no se preservaban solos como antes, por la sal del desierto, y -por ende- requirieron un trato especial. Y esta cultura robustecida por la bonanza tuvo una respuesta que hoy la hace reconocida universalmente: momificó artificialmente a sus muertos.
Ahora, el Centro de Innovación de Clínica Las Condes está trabajando con el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) para reconstruir, a través de impresión 3D, 15 cuerpos y 30 cráneos de momias que son parte de la colección del museo. El trabajo se hizo a través de un tomógrafo computarizado, que permitió hacer cortes o secciones finas que cubren completamente los cuerpos.
A través de un software de segmentación y ordenamiento 3D, las imágenes obtenidas se convirtieron en mallas digitales, para ser manejas como modelos tridimensionales.
El doctor Marcelo Gálvez, jefe de este centro, explica que el trabajo "consistió en realizar exámenes radiológicos y realizar reconstrucciones 3D reales (plásticos) y virtuales (digitales) que se exponen en la muestra de la cultura Chinchorro. Por normativa, los museos del patrimonio nacional no pueden exhibir cuerpos o partes de cuerpos humanos y esta cultura no tuvo desarrollo de cerámica o metalurgia, por lo que existía poco material real para poder realizar la muestra. Bajo este escenario es que se articula la idea de generar reconstrucciones de las momias para que puedan ser mostradas al público general y así compartir los interesantes hallazgos encontrados durante el proceso de investigación y reconstrucción".
Tras realizar el proceso de reconstrucción digital, el resultado y los modelos obtenidos pudieron ser impresos. "Después de imprimirse, fueros pintados para mayor realismo. Luego nos enfocamos en producir los modelos 3D físicos y virtuales que son los que hoy se exhiben en esta muestra, y que intentan dar una mirada de la vida de esta cultura enigmática. Además, se demuestran las enfermedades encontradas y por primera vez, un rostro de un chinchorro, reconstruido utilizando técnicas forenses a partir de su cráneo. Pensamos que el resultado es mejor de lo esperado, ya que la pintura artística da mucho realismo y hace difícil diferenciar los originales de las copias", explica Gálvez.
Este tipo de tecnología es la misma que se aplica en pacientes. "Se usa para planificar cirugías complejas, en las cuales necesitamos evaluar un mejor acceso, contar con puntos de referencia durante la cirugía, planificar resecciones o fijación de algunas estructuras", dice Gálvez.
Exposición MNHN
El trabajo realizado se exhibe desde el 7 de diciembre en una exposición temporal en el Museo de Historia Natural, llamada "Chinchorro. Trascender a la muerte".
Verónica Silva, antropóloga y curadora de la exposición, señala que uno de los objetivos es ayudar a comprender cómo era el tratamiento mortuario realizado por los chinchorro. "Con el apoyo de tecnología médica de punta y gracias a la colaboración de Clínica Las Condes, la exposición del MNHN cuenta entre sus muchos elementos con una aplicación interactiva denominada "reconstruyendo un cuerpo chinchorro", que permite ir poniendo las distintas capas que conforman uno de los cuerpos de infantes, posibilitando reconstruir de forma interactiva el cuerpo tal como lo hicieron los chinchorros".
Agrega que "todo este trabajo multidisciplinario aplicado permitió dar hiperrealismo a los huesos y los distintos elementos que componen el cuerpo: sedimentos, arcillas, varas de madera, fibra vegetal, la piel y colores ocre, junto a un casquete y máscara negra, nos permiten llevar a cabo el proceso y ver el cuerpo tal cómo los chinchorros lo construyeron originalmente".
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