Este año, Chile se ubicó en el puesto 84 del Índice de Desempeño Ambiental 2018 (EPI por sus siglas en inglés) que desarrollan cada dos años investigadores de las universidades de Yale y Columbia de EE.UU. En la versión pasada, 2016, el país alcanzó el lugar 52, aunque no se puede comparar con la actual por cambios en la metodología.
A nivel regional, Chile quedó en la posición número 11 entre los 20 países latinoamericanos que fueron parte de la medición. En la región, el primer lugar lo obtuvo Costa Rica y el más bajo, Guyana (ver infografía).
El país obtuvo las peores calificaciones en el área contaminación del aire, donde se ubicó en la posición 176. Aquí la puntuación de cada país se basa en la tendencia de las intensidades de emisión de NOx (óxidos de nitrógeno) y SO2 (dióxido de azufre) en comparación con sus pares económicos. "Al parecer, a Chile no le está yendo tan bien en el control de la contaminación en comparación con otros países de riqueza similar", dice a La Tercera Zachary Wendling, investigador principal del EPI 2018.
Asimismo, en la categoría calidad del aire, donde contabiliza la exposición al material particulado PM 2,5 el país alcanzó la posición 85. Otra baja evaluación fue en el área de los bosques, donde el puntaje forestal se basa en la pérdida promedio de cinco años de la cubierta arbórea. "Durante el período 2011-2016, Chile perdió un promedio de 0,7% de cobertura de árboles densos, en comparación con la cobertura de árboles en 2000", afirma Wendling, quien dice que hay margen de mejora en casi todos los temas en el futuro. "Los temas que reciben más peso en el EPI de 2018 son calidad del aire, biodiversidad y hábitat, y clima y energía".
Visión chilena
Marcelo Fernández, jefe de la División Calidad del Aire del Ministerio del Medio Ambiente, señala que "lo primero que debemos tener en cuenta es que en Chile este es un tema relevante en el que innovamos constantemente. Por ejemplo, es importante destacar que no todos los países de la región cuentan con la norma de MP 2,5 que nosotros sí utilizamos, muchos países ni siquiera miden este contaminante. En este contexto y entendiendo que desde 2012 contamos con una norma que lo regula, se entiende que podamos haber caído en el ranking. A esto debe sumarse que con los años hemos aumentado la cobertura de monitoreo, es decir, el porcentaje de población que cuenta con mediciones".
Fernández destaca que en el país hay medidas en desarrollo y destaca que en la mayor parte de las ciudades de la zona centro-sur del país ya cuenta con planes de descontaminación. Sin embargo, recuerda que en ciudades como Coyhaique, el uso intensivo de leña contribuye a empeorar los indicadores. "Chile actualmente está implementando planes y estrategias de alcance país para revertir estas cifras. No obstante, los resultados solo serán observables en el mediano y largo plazo", plantea.
Jorge Canals, abogado y exsubsecretario de Medio Ambiente, cree que los resultados del índice no reflejan la realidad del país y asegura que Chile entrega un diagnóstico mucho más profundo que el resto de los países similares en cuanto a su calidad del aire.
"Tenemos más de 50 estaciones de monitoreo en todo Chile, comparados con países que muestran mejor posición en el ranking, que tienen una o dos como mucho", advierte.
Agrega que, además, se han obtenido reducciones significativas de episodios críticos de contaminación en varias ciudades, lo que coloca al país en un buen desempeño en la Ocde. "Esto, por cuanto el país reporta en esta evaluación datos e indicadores específicos, con datos oficiales, lo que no sucede en el ranking EPI, que no refleja los esfuerzos recientes, como, por ejemplo, la mayor creación de áreas protegidas en este último tiempo, la ley de reciclaje y la explosión que ha tenido Chile como mercado de Energías Renovables No Convencionales", dice.