Revelan nuevos secretos del avión “invisible” de Rusia que fue capturado por Ucrania
Los servicios de inteligencia compartieron detalles sobre los componentes del dron no tripulado, que fue derribado por un caza que también era de origen ruso.
Fue en octubre de 2024 cuando se reportó que un caza Su-57 de Rusia derribó un avión no tripulado de combate furtivo S-70, el cual también pertenecía a las fuerzas comandadas por el Kremlin.
Los hechos ocurrieron en las cercanías de la ciudad de Kostyantynivka, en la región de Donetsk, en la zona este de Ucrania.
Según plantearon analistas consultados por la BBC en ese momento, es probable que las tropas rusas hayan perdido el control sobre su dron, debido a interferencias provocadas por los sistemas de guerra electrónica.
Frente a esta situación, se cree que el caza ruso pudo haber tratado de establecer contacto con el avión.
Sin embargo, como ambos volaban por una zona de defensa aérea ucraniana, se presume que optó por tratar de destruirlo para evitar que terminara en manos enemigas.
Tras los acontecimientos, ni Moscú ni Kiev explicaron oficialmente y de manera inmediata qué ocurrió.
No obstante, a pesar del intento del Su-57 para destruirlo, los servicios de inteligencia militar de Ucrania afirman que pudieron analizar los restos de la nave.
En sus peritajes, aseguran, encontraron componentes electrónicos fabricados por empresas occidentales.
Se trata de un punto de relevancia, ya que Rusia se encuentra sometida a múltiples sanciones internacionales desde que inició su invasión en el territorio ucraniano, el pasado 24 de febrero de 2022.
A lo largo de los más de dos años y medio de guerra, los paquetes de ayuda económica y militar de los aliados occidentales de Kiev han sido cruciales para que sus tropas puedan contrarrestar la ofensiva.
Según un comunicado compartido por la Dirección Principal de Inteligencia (GUR) a través de Telegram, varias piezas que hallaron en el S-70 fueron fabricadas por compañías de países como Estados Unidos y Alemania.
Por lo tanto, su uso en armamento ruso podría significar que el Kremlin ha accedido a la tecnología militar de empresas occidentales, a pesar de enfrentar las sanciones.
Cómo es el avión “invisible” de Rusia que fue capturado por Ucrania
El S-70 Okhotnik-B —también conocido como Hunter-B— es un avión no tripulado de combate furtivo, que es desarrollado por Sukhoi y MiG para la Fuerza Aérea de Rusia.
Usualmente es calificado como “invisible”, debido a que es muy difícil de detectar.
Sus fabricantes sostienen que no tiene “casi ninguna analogía” en el mundo, según rescata el citado medio.
Entre sus características se encuentra que tiene un peso de más de 20 toneladas y, supuestamente, tiene un alcance de 6.000 kilómetros.
La forma del S-70 es como la de una flecha, lo que hace que se parezca al X-47B de Estados Unidos creado por Northrop Grumman hace más de una década.
Se afirma que puede llevar bombas y cohetes para atacar objetivos tanto terrestres como aéreos, mientras que también puede realizar tareas de reconocimiento.
Uno de los puntos más destacados del S-70 es que está diseñado para funcionar en conjunto con los Su-57 de última generación, es decir, el caza que terminó derribándolo en octubre en las cercanías de Kostyantynivka.
El primer vuelo de este ejemplar se realizó en 2019, mientras que ha sido desarrollado desde alrededor de 2012.
Según rescata la BBC, a principios de 2024 se informó que un S-70 fue visto en el aeródromo de Akhtubinsk, en el sur de Rusia.
Ese es uno de los sitios de lanzamiento que se utiliza para atacar a Ucrania.
Sin embargo, hasta el episodio de octubre, no había evidencia de que se hubiera utilizado en el marco de la invasión en el territorio ucraniano.
Qué reveló el análisis del avión “invisible” de Rusia, según la inteligencia militar de Ucrania
El comunicado del GUR sobre el análisis del S-70 acusa que “el Estado agresor, pese a las sanciones, utilizó componentes fabricados por empresas occidentales para crear esta arma”.
Detallan que “se encontró microelectrónica y otros componentes tecnológicos fabricados por compañías como Analog Devices, Texas Instruments, Xilinx-AMD, Infineon Technologies y STMicroelectronics”.
Las tres primeras firmas mencionadas son de Estados Unidos, mientras que la cuarta es de Alemania y la quinta tiene sede en Suiza.
Previamente, tras el episodio de octubre, también se reportó el hallazgo de restos de una bomba planeadora de largo alcance D-30, lo que sugiere que el avión no tripulado pudo haber estado en una misión de ataque.
Qué han dicho las empresas occidentales sobre el análisis del avión “invisible” de Rusia
El vocero de STMicroelectronics, Ronan Mulvaney, declaró al blog militar The War Zone que “ST es un fabricante de dispositivos integrados” que trabaja “con más de 200.000 clientes y miles de socios en todo el mundo”.
Pero hizo hincapié: “No autorizamos ni toleramos el uso de nuestros productos fuera de su propósito original”.
Según Mulvaney, la empresa posee “un programa integral de cumplimiento del comercio global para asegurar que todos los participantes en nuestra cadena de suministro cumplan con las normativas aplicables”.
Por otro lado, el portavoz de Infineon Technologies, Andre Tauber, manifestó al citado medio que “el cumplimiento de las leyes aplicables es de suma importancia para Infineon, y hemos establecido políticas y procesos sólidos para cumplir con estas leyes”.
Comentó que es complejo controlar las ventas “durante toda la vida útil de un producto”, si se considera que la empresa produce alrededor de 30.000 millones de chips al año.
“Aún así, hemos tomado amplias medidas a nuestra disposición para garantizar el cumplimiento de las sanciones, con el objetivo no solo de cumplir con la letra, sino que también con el espíritu de las sanciones”.
Según un reporte del grupo de investigación con sede en Reino Unido, Conflict Armament Research (CAR), un misil balístico de corto alcance producido por Corea del Norte y utilizado por Rusia contra Ucrania a inicios de 2024 incluía más de 290 componentes electrónicos extranjeros.
Desde la Asociación de la Industria de Semiconductores de Estados Unidos (SIA, por sus siglas en inglés) declararon en octubre de este año que “la industria de semiconductores facturó más de 3 billones de chips entre 2021 y 2023″.
“Estos volúmenes seguirán aumentando conforme crece la demanda mundial de semiconductores, y los chips de nodos maduros tienen una vida útil de décadas, lo cual hace que no sea sorprendente que algunos chips recuperados de armas rusas fueran fabricados mucho antes del inicio del conflicto”.
En su comunicado, también afirmaron que “los actores malignos hacen todo lo posible por eludir las restricciones gubernamentales y las medidas de cumplimiento establecidas por las empresas, eludiendo incluso los esfuerzos de detección y diligencia debida más sofisticados”.
Al final de las declaraciones de la SIA, se lee lo siguiente:
“Se trata de un desafío difícil, complejo y en constante evolución que requiere una respuesta sostenida, concertada y multifacética. En este sentido, apreciamos que Estados Unidos y otros gobiernos sigan expresando su profunda preocupación por las transferencias de semiconductores occidentales a Rusia por parte de empresas de terceros países. Nos hacemos eco del llamado a todos los gobiernos para que adopten las medidas necesarias para reducir estos flujos ilícitos y garantizar el funcionamiento saludable de las cadenas de suministro de semiconductores mundiales.
“La SIA y nuestras empresas miembro tienen una visión clara del entorno geopolítico en el que nuestra industria debe operar a nivel mundial. Y seguimos firmes en nuestro compromiso de hacer nuestra parte para evitar el desvío ilícito de chips a Rusia y otros países que apoyan el esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania, trabajando junto con los gobiernos, la sociedad civil y otras partes interesadas”.
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