Un cuadro encontrado enterrado en un bosque del este de Rumanía podría ser el lienzo "Cabeza de Arlequín" de Picasso, robado hace casi seis años en un museo de Holanda, y habría sido localizado gracias a un mensaje anónimo.
Según la fiscalía rumana encargada del crimen organizado (DIICOT), un cuadro que podría ser "Cabeza de Arlequín" de Pablo Picasso, de un valor aproximado de 800.000 euros, "fue encontrado el sábado por la noche en el departamento de Tulcea".
La obra forma parte de los siete cuadros robados en 2012 en el museo Kunsthal de Róterdam, Holanda, precisó la misma fuente, agregando que en los próximos días, expertos analizarán la autenticidad de la obra.
Las pinturas, cuyo valor se estima en 18 millones de euros y entre las cuales había dos Monet, un Gauguin y un Matisse, se creía que estaban desaparecidas para siempre: la madre del principal sospechoso condenado por el robo, Radu Dogaru, había asegurado durante la investigación que los había quemado para destruir pruebas.
Sin embargo, un misterioso mensaje enviado a una escritora holandesa de origen rumano, Mira Feticu, reavivó la esperanza de encontrar el rastro de al menos una parte de las obras maestras.
Hace unos diez días, "recibí una carta en rumano con instrucciones indicando el lugar donde estaba escondido el cuadro" de Picasso, declaró Feticu a la AFP.
Al pie de un árbol
Feticu, autora de una novela sobre este atraco, considerado por los medios holandeses como "el robo del siglo", se puso en contacto en un primer momento con la policía holandesa que había investigado los hechos. "Pero cuando no volvieron a llamarme, como habían dicho que harían, tomé un vuelo a Rumanía", contó.
De camino a un bosque en Tulcea, a unos 15 km de la casa de los Dogaru, "compré dos palas, pero cuando llegué al lugar indicado estaba tan emocionada que empecé a excavar la tierra recubierta de nieve con mis manos hasta que topé con algo envuelto en plástico", agregó.
"Probablemente fue escondido en el lugar donde lo encontré hace muy poco", estimó Feticu refiriéndose al lienzo de Picasso.
Sin embargo, los expertos tienen sus dudas.
"Tengo muchas dudas sobre su autenticidad", declaró Peter van Beveren, antiguo conservador de la Collection Triton, en la televisión pública holandesa NOS.
"La obra puede estar por supuesto totalmente enmohecida y destrozada. Pero incluso en ese caso, hay demasiadas anomalías. Las líneas, los colores, los detalles, no se corresponden. En base a lo que yo he visto, creo que es falso", añadió, mirando una foto del cuadro hallado.
Pigmentos en las cenizas
En total, seis personas, entre ellas Radu Dogaru y su madre Olga, fueron condenados en 2014 a penas que iban de dos a seis años de cárcel y a pagar 18,1 millones de euros por daños y perjuicios a las aseguradoras.
Tras el testimonio de Olga Dogaru, del cual se retractó posteriormente, los especialistas del museo nacional de historia de Rumanía habían analizado las cenizas encontradas en la estufa de leña de su baño en Carcaliu (este). Contenían los restos de al menos tres pinturas al óleo, según concluyeron.
El museo se basó en particular en el descubrimiento de pigmentos azules, amarillos, rojos y verdes a base de plomo y zinc, que ya no se usan hoy en día, según explicó el director del museo, Ernest Oberländer-Tarnoveanu.
El atraco de la noche del 15 al 16 de octubre de 2012 duró tan solo tres minutos. Siete obras maestras fueron robadas: "Cabeza de Arlequín" de Pablo Picasso, "La lectora en blanco y amarillo" de Henri Matisse, "El puente de Waterloo" y "El puente de Charing Cross" de Claude Monet, "Mujer ante una ventana abierta" de Paul Gauguin,"Autorretrato", de Meyer de Haan y "Mujer con los ojos cerrados", de Lucian Freud.
Pese a su valor, ninguno de los cuadros tenía alarma.
Habían sido transportados escondidos en cojines a Rumanía, donde su rastro se perdió después de un intento fallido de venderlos. Sin embargo, esta venta fallida permitió identificar a los autores del robo y condujo a su detención.