Se pedirá una nueva sentencia para los hermanos Menéndez: podrían quedar en libertad
Una fuente aseguró al New York Times que el fiscal del condado de Los Ángeles hará la solicitud al tribunal. Agendó una conferencia para anunciar su decisión.
Se tiene previsto que el fiscal del condado de Los Ángeles, George Gascón, solicite este jueves 24 de octubre una nueva sentencia para Lyle y Erik Menéndez.
Una fuente familiarizada con el asunto lo aseguró, bajo condición de anonimato, en conversación con el New York Times.
De concretarse la decisión del fiscal, podría llevar a que los hermanos salgan de prisión.
Cabe recordar que Lyle y Erik Menéndez fueron sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 1996, por el asesinato de sus padres en 1989.
A lo largo del juicio que los llevó tras las rejas, los hermanos acusaron que habían sido abusados sexualmente por su progenitor, José Menéndez.
De la misma manera, sostuvieron que su madre, Kitty Menéndez, lo sabía.
Qué se sabe sobre una nueva sentencia para los hermanos Menéndez
El fiscal del condado de Los Ángeles agendó una conferencia de prensa para la tarde de este jueves 24 de octubre, en la que según la fuente consultada por el Times, se espera que anuncie su decisión de pedir una nueva sentencia al tribunal.
La persona familiarizada con la situación afirmó que Gascón considera que las pruebas que los hermanos presentaron en el juicio son lo suficientemente creíbles como para justificar una reconsideración de parte de las autoridades judiciales.
Aunque el fiscal puede solicitar una nueva sentencia, es un juez quien deberá decidir en última instancia qué pasará con el caso de Lyle y Erik Menéndez
Sin embargo, la decisión de Gascón, de concretarse, podría abrir el camino para que los hermanos queden en libertad.
A inicios de este mes, ya había afirmado que su oficina estaba revisando su situación.
Dónde están actualmente los hermanos Menéndez
Actualmente, los hermanos están cumpliendo sentencia en una cárcel ubicada en las cercanías de San Diego.
Pese a que la resolución que los llevó a la cárcel se presentó hace casi tres décadas, el caso ha atraído mayor atención después de que Netflix estrenara una serie basada en los hechos.
Esta se titula Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menéndez (2024).
De la misma manera, dicha plataforma de streaming cuenta con un documental en el que los hermanos hablan desde prisión sobre el crimen y el proceso judicial en el que fueron declarados culpables.
Este último lleva el título Los hermanos Menéndez (2024) y tiene casi dos horas de duración.
Cómo fue el proceso judicial contra los hermanos Menéndez
Las primeras instancias judiciales contra los hermanos Menéndez se dieron a inicios de la década de 1990, de manera separada.
No obstante, un juez declaró el juicio nulo, después de que ambos jurados no lograran llegar a veredictos unánimes.
En 1996, fueron condenados a cadena perpetua tras ser juzgados en conjunto.
Cuando ocurrieron los asesinatos, en 1989, Erik Menéndez tenía 18 años y su hermano, Lyle, 21.
La decisión del tribunal en ese entonces se basó en que los hermanos querían apoderarse de los bienes de la familia, los cuales estaban valorados en 14 millones de dólares en ese momento.
Esa cantidad, en tiempo actuales, se traduciría en unos 32 millones de dólares, según rescata el Times.
Actos como comprar un automóvil Porsche, un reloj Rolex y un restaurante en Princeton (Nueva Jersey) fueron presentados como pruebas para sostener esa teoría.
En su defensa, los abogados argumentaron que habían sido víctimas de abuso sexual de parte de José Menéndez y que Kitty Menéndez tenía conocimiento.
También aseguraron que confrontaron a su padre y que estaban preocupados sobre la posibilidad de que atentaran contra ellos, para así para evitar que se destapara el caso.
Sostuvieron que lo hicieron porque tenían miedo de que atentaran contra sus vidas.
Al final del juicio, se les consideró culpables y se ordenó su reclusión perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
La prima de los hermanos Menéndez, Aanamaria Baralt, declaró en una reciente conferencia de prensa realizada por la familia: “Si el caso de Lyle y Erik se escuchara hoy, con el conocimiento que tenemos ahora sobre el abuso y el trastorno de estrés postraumático, no tengo ninguna duda de que su sentencia habría sido muy diferente”.
Durante los últimos años también se han dado a conocer nuevas pruebas, tales como una carta escrita por Erik Menéndez meses antes de los asesinatos, en la cual describía a un primo los abusos que sufrió.
Según rescata el citado periódico estadounidense, tanto los hermanos, como su defensa y gran parte de su familia sostienen que si las pruebas y los testimonios que presentaron en el segundo juicio se hubiesen admitido, habrían sido declarados culpables de homicidio involuntario, en vez de asesinato en primer grado.
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