Seguidilla de sismos en el norte de Chile: ¿Son indicadores de un terremoto o tsunami?

A las 10:17 de la mañana, un sismo magnitud 5.3 sacudió al norte del país. El epicentro estuvo a 28.86 kilómetros al oeste de La Higuera, en la Región de Coquimbo, una zona con actividad sísmica importante en los últimos años.

Sin embargo, en esta ocasión, al primer sismo le siguieron cuatro réplicas que rápidamente alertaron a los locatarios y al resto de Chile, tanto por los movimientos reiterados, como por la cercanía del epicentro con el mar.

¿Estos sismos cumplen con las condiciones para que se genere un tsunami o terremoto? Esta es la respuesta de Luis Donoso, sismólogo y académico de Geofísica Aplicada de la Universidad del Desarrollo.

La razón científica de los movimientos registrados esta mañana en la Región de Coquimbo, es que las dos grandes superficies de la corteza terrestre, que están en contacto y traccionando una sobre la otra, a veces suelen desplazarse y generar pequeños sismos.

El experto explica a La Tercera que La Higuera es un caso especial, pues es una zona activa que “ofrece mucha más resistencia a la subducción (este deslizamiento de placas), y eso se manifiesta con una sismicidad sobre el promedio”.

Esto quiere decir que se trata de una zona donde suelen generarse más sismos, pero todo dentro de un rango normal a lo que se espera en el lugar.

Donoso descartó que pueda suceder un tsunami o un gran terremoto a raíz de estos últimos movimientos, principalmente porque la magnitud no fue la suficiente para “romper” el fondo marino, algo que suele suceder con sismos sobre 8.0 y 8.5.

Otras condiciones que sí pueden anunciar este tipo de desastres, y a lo que los locatarios deben estar atentos, es cuando el sismo es tan fuerte que es difícil mantenerse de pie o cuando dura más de 30 o 45 segundos. “La duración del sismo es un reflejo de la magnitud, más que de la intensidad”, añade.

Solo en estos casos se encienden las alarmas de evacuación preventiva u obligatoria.

El sismo de esta mañana en La Higuera fue de aproximadamente diez segundos, lo que “es desagradable e incómodo”, pero no representa un riesgo.

“En resumen, estos movimientos no son indicadores de nada. Es una actividad totalmente normal y es parte de la sismicidad esperable para la zona”, concluye el experto.