Segundo capítulo de Colgar los Botines Dorados: la era de oro de La Roja en la voz de sus protagonistas
En la nueva entrega de la docuserie de La Tercera y La Cuarta, seis exjugadores de la Selección, desde Gonzalo Jara a Esteban Paredes, pasando por José Pedro Fuenzalida y Waldo Ponce, relatan los momentos más gloriosos del combinado nacional, partiendo por Sudáfrica 2010 hasta la Copa América Centenario, y contrastan aquellos instantes con su vida después del fútbol.
En el segundo capítulo de Colgar los Botines Dorados, seis exfutbolistas de la Roja recuerdan los momentos más exitosos del combinado nacional.
En esta entrega se repasan los emotivos momentos de Sudáfrica 2010, con la premisa de ser el primer Mundial para todos, recuerdan la arenga de Marcelo Bielsa con la bandera del terremoto y explican cómo fue avanzando el proceso hasta la consagración de la Copa América de 2015, con la parada lógica que fue Brasil 2014.
Con José Pedro Fuenzalida, Esteban Paredes y Gonzalo Jara siendo protagonistas, pero Ismael Fuentes, Pablo Contreras y Waldo Ponce ya observando desde afuera, se contrasta la gloria con el retiro. Todos ahora relatan sus vivencias en el fútbol y su adaptación a la vida fuera de la adrenalina de las canchas. Claro que no todos los recuerdos son los mejores. “Dije basta cuando pude haber jugado sin ningún problema, pero me desilusioné de Sampaoli. No ir al Mundial y retirarme fue por culpa de Jorge”, revela Contreras.
Una visión similar a la de Esteban Paredes: “No sé si me lo he cuestionado, pero el 2014 estaba en mi mejor momento en Colo Colo. Siento que Sampaoli nunca me dio la oportunidad para demostrarle que podía servirle en la Selección. Los entrenamientos eran parecidos a los de Bielsa, pero creo que Jorge no fue justo con todos”.
En tanto, Ponce no oculta que le hubiese gustado decir presente en la primera coronación continental de la Selección. “No creo que sea una deuda, porque tuve la mala suerte de lesionarme, pero me hubiese encantado estar en la Copa América 2015. Me tocó pelearla para volver a jugar fútbol”, dice.
Desde dentro, Jara también entrega detalles de como se fue desenvolviendo el grupo en el camarín y en el campo de juego. “No todos éramos amigos, pero a la hora de competir eso daba lo mismo, todos defendíamos a Chile. Era muy difícil acompañar. Pero lo más complejo es hacerlo colectivo. Que la banda suene, no desentone, y no en un partido, sino que por años”, comenta.
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