Ha pasado más de un año desde que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, decretó un régimen de excepción en el país centroamericano, como una respuesta a la denominada “guerra contra las pandillas”, la cual ha incrementado la actividad policial.
Dicho enfrentamiento con las maras —los grupos delictivos— se intensificó después de que se registraran al menos 76 asesinatos en solo 48 horas durante marzo de 2022, mientras que el gobierno ha tomado medidas como construir una “mega cárcel” con capacidad para recluir a decenas de miles de prisioneros.
Aquella fue bautizada como Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) y las crudas imágenes de cómo es por dentro han despertado la atención alrededor del mundo, sobre todo la de organizaciones que defienden los Derechos Humanos.
Pero aún así, este no es el único recinto penitenciario que hay en el país, como tampoco es excepcional en cuanto a las condiciones que enfrentan los detenidos.
Los testimonios de detenidos en El Salvador
A inicios de esta semana, la organización no gubernamental salvadoreña, Cristosal, compartió un informe en el que detallaron que se han registrado al menos 153 muertes bajo custodia del Estado, todas de personas arrestadas durante el régimen de excepción impuesto por Bukele.
Junto con ello, el documento reúne testimonios de individuos que estuvieron recluidos por meses, pero que posteriormente fueron liberados tras ser considerados inocentes. También se incluyen entrevistas a familiares y expertos, además de revisiones de fichas policiales y médicas forenses.
“Manos arriba. Si las bajan los vamos a matar (...) solo si tienen suerte saldrán con vida de aquí”, citó un joven de 20 años, quien relató los presuntos abusos que él y sus compañeros de celda tuvieron que enfrentar en la cárcel de Mariona en El Salvador.
Según declaraciones rescatadas por la BBC, profundizó en que “mientras estaban hincados les ponían descargas eléctricas y a uno hasta le sacaron sangre”.
“Al entrar al sector donde iban a quedar, los custodios les dieron otra golpiza”, sentenció.
Cómo fueron las muertes, según la ONG
El informe de Cristosal precisa que —de las 153 víctimas— 29 tuvieron una muerte violenta, mientras que 46 enfrentaron una “probable muerte violenta” o sospecha “de criminalidad”.
A ello se le suma que en los cadáveres se identificó como “patrón común” la presencia de cortes y heridas de distintos tipos, además de hematomas que evidencian golpes, y signos de estrangulamiento y ahorcamiento.
Asimismo, desde la ONG reportaron que los documentos oficiales muestran una tendencia contradictoria con los hallazgos de su investigación.
Por su parte, el gobierno se ha mantenido constante en negar informaciones de este calibre, mientras que el mismo Bukele se refirió a esta temática el pasado 16 de octubre.
“Yo he escuchado a la oposición decir que en las cárceles muere gente. Y que nosotros estamos de alguna manera matando a los reos o dejándolos que mueran”, dijo en declaraciones rescatadas por la BBC, “pero en las cárceles muere gente como muere afuera porque se enferman, porque envejecen; hay unos que tienen enfermedades terminales, etcétera”.
Desde que inició el régimen de excepción el 27 de marzo de 2022, más de 68.000 presuntos pandilleros han sido arrestados por las autoridades salvadoreñas, según las cifras policiales, mientras que más de 5.000 han sido liberados posteriormente.