Este lunes se confirmó que el ex primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, murió a sus 86 años a causa de complicaciones de salud, derivadas de un diagnóstico de leucemia.
Tras el fallecimiento del controvertido líder político del partido Forza Italia, se realizó su funeral este miércoles, instancia que fue considerada como un duelo nacional y que implicó que todas las banderas del país y de Europa fueran bajadas a media asta en los edificios públicos.
Dicha medida no es habitual para un ex primer ministro. De hecho, según informaciones reunidas por la BBC, ese tributo usualmente está reservado para papas, héroes de guerra y ministros en servicio.
Pero más allá de los eventos que ha desatado su muerte, es inevitable preguntarse qué pasará con su fortuna valuada en cerca de $6.500 millones de dólares. Asimismo, el futuro de la alianza política que él mismo fundó es un tema latente de conversación.
La fortuna de Silvio Berlusconi
A lo largo de su vida, el italiano que llegó a dirigir a su país sin tener experiencia política previa construyó un imperio que incluyó ámbitos muy diversos. Desde medios de comunicación hasta empresas del sector inmobiliario, las finanzas y el cine. Incluso, fue propietario del prestigioso equipo de fútbol AC Milán por más de tres décadas.
Si bien, el dirigente considerado por numerosos analistas y detractores como populista pasó por varios escándalos de corrupción y de carácter sexual, aquello no impidió que mantuviera su apoyo.
Berlusconi tiene dos hijos de un primer matrimonio y tres del segundo, mientras que todos ellos tienen participación económica en su holding: Fininvest.
Además de esos activos, se le suman una serie de lujosas propiedades, las cuales están tanto en Milán, como en Roma, Cannes y el Caribe, entre otros territorios.
La más conocida se llama Villa Certosa, está ubicada en la región italiana de Cerdeña y cuenta con 126 habitaciones para recibir invitados. Entre estos últimos, han estado líderes mundiales como el ex presidente de Estados Unidos, George Bush, y el actual mandatario de Rusia, Vladimir Putin.
Solo esa mansión está valuada en más de $280 millones de dólares.
Quién heredará su imperio
Pese a que hasta el momento no se sabe públicamente cómo distribuyó tales propiedades ni el 61% de participación que tenía en Fininvest, analistas consultados por la BBC sugieren que su hija mayor, Marina (56), es la carta más visible para hacerse cargo de los dominios de Berlusconi.
Para las miradas externas, ella fue la más cercana a su padre de los cinco hermanos. Por otro lado, cercanos a la familia manifestaron que el ex primer ministro fue “el pegamento” que los mantuvo unidos.
Lo anterior es en cuanto a la esfera económica del magnate, pero el aspecto político es uno de los que genera más dolores de cabeza en Forza Italia, partido que actualmente forma parte del gobierno en el país europeo.
El hombre considerado como su mano derecha, Antonio Tajani, quien ejerce como el ministro de Exteriores, recalcó que “es impensable que el partido desaparezca”. Pero sus afirmaciones generan múltiples dudas.
Después de todo, en las elecciones generales de septiembre del año pasado la alianza presentó una disminución de 8% en sus votos, un escenario que podría intensificarse tras la muerte de una figura como Berlusconi, quien seguía atrayendo simpatizantes.
Incluso, la diputada militante y última pareja del ex primer ministro, Marta Fascina (33), ha declarado en numerosas ocasiones que creció “con el mito de Berlusconi”.
Junto con ello, él otorgaba un importante apoyo financiero a Forza Italia —se estima que más de $100 millones de dólares— , por lo que si sus herederos no continúan con esas inyecciones económicas, según el citado medio, el partido podría derrumbarse si no consigue otras fuentes para mantenerse.
Y a pesar de que informaciones reunidas por la BBC aseguran que Marina también figura como una eventual carta para sucederlo en este ámbito, de momento eso solo se reduce a rumores.
Mientras tanto, tras su fallecimiento esta semana, sus hijos han evitado ser el centro de atención, aunque ello podría cambiar en los próximos días, debido a las circunstancias.