Similares al del queso y el pescado: 5 olores corporales que deberían preocuparte, según una experta

La higiene es una de las necesidades básicas para todo ser humano. No solo porque ayuda a prevenir ciertas enfermedades, sino que también, porque la presencia de olores desagradables afecta tanto a quienes los emanan como a las personas que están a su alrededor.

Si bien, es normal que después de situaciones como hacer ejercicio se generen algunos, estos tienden a desaparecer después de una buena ducha.

Pero, ¿qué pasa si no?

La farmacéutica jefe de la Farmacia Digital Medino, Giulia Guerrini, explicó a The Sun que olores permanentes y similares a los del queso y el pescado pueden ser señales preocupantes para tu salud.

En sus palabras, “cuando notas uno extraño en tu cuerpo, una de las peores cosas que puedes hacer es esperar a que desaparezca con el tiempo”.

“Te lo debes a ti mismo y a la gente que te rodea, para así identificar la causa lo antes posible y obtener el tratamiento adecuado”.

Bajo esta línea, la especialista detalló algunos que podrían estar relacionados con dificultades médicas y cómo enfrentarlos.

Uno de los más comunes es el del esmegma, una secreción espesa y blanca que en el caso de los hombres “es el resultado de que un sujeto no circuncidado no se lave bien la zona bajo el prepucio”.

Guerrini explicó que esta sustancia “es la suma total de las células de la piel desprendidas, los aceites de la piel y la humedad que se acumula alrededor de los genitales de una persona”.

“También puede afectar a las mujeres entre los pliegues de la vulva y alrededor del clítoris”, añadió, por lo que recomendó que tanto ellas como ellos se laven los genitales “al menos una vez al día con agua tibia”.

Respecto al caso de las mujeres, declaró la citado medio que “el jabón no es estrictamente obligatorio, pero si decides usarlo, utiliza un lavado suave y aprobado para la zona íntima (...) para evitar irritaciones que puedan alterar el equilibrio del pH y provocar infecciones por hongos, procura asear solo el exterior de la vagina (la vulva), no el interior”.

Y a pesar de que la presencia de esmegma podría estar relacionada con la falta adecuada de higiene, la especialista detalló que si aparecen otros síntomas, tales como enrojecimiento e hinchazón, es clave asistir a un médico para descartar otros diagnósticos.

En el caso de las mujeres, Guerrini dijo que si se siente un olor similar al del pescado, es probable que se trate de vaginosis bacteriana (VB), “una inflamación causada por un crecimiento excesivo de bacterias que se encuentran” en dicha zona.

Según la experta, “el flujo, por lo general, adquiere un color blanco grisáceo y tiene una consistencia acuosa”. Puede tratarse con ciertos productos probióticos con la capacidad de “prevenir la VB al restaurar el entorno natural de la vagina”.

“Hay una multitud de factores desencadenantes, como la menstruación, las relaciones sexuales con una nueva pareja y el uso de productos de aseo perfumados”, enfatizó.

La especialista explicó que los pies son una de las partes más propensas a acumular bacterias, debido a que la mayoría del tiempo tienden a estar cubiertos por calcetines y zapatos, lo que genera que “cualquier sudor que producimos quede atrapado” y se expanda un olor que —a veces— podría ser similar al del queso.

“Hay 250.000 glándulas sudoríparas en nuestros pies, lo que supone una proporción de glándulas por centímetro cuadrado mayor que en cualquier otra parte del cuerpo. Cuantas más células de la piel puedan comer las bacterias, más se extenderán”, manifestó Guerrini, para luego sugerir evitar los calcetines sintéticos y los zapatos de plástico, ya que “dan cero espacio para respirar y cualquier bacteria se dará un festín real en ese sector”.

Hay olores desagradables que pueden ser más difíciles de describir o comparar. Según la experta, “aunque la falta de higiene y el exceso de sudoración son los factores más relacionados con el olor corporal, los cambios en la dieta, el entorno, las hormonas y la medicación también pueden desencadenarlo”.

Los malos olores pueden aparecer en áreas como la parte trasera de las orejas, las axilas y el ano, entre otras, mientras que tienden a ser más comunes en etapas de crecimiento como la adolescencia.

Frente a esta situación, Guerrini aconsejó la necesidad de estar “atento a cambios drásticos en la sudoración, como experimentar sudores fríos, sudar a horas irregulares o sudar por la noche”, ya que las causas pueden ir desde síntomas previos de la menopausia hasta ansiedad o los efectos del consumo de ciertos medicamentos.

Otro aspecto a considerar según la experta, más allá de los olores, es que si eres hombre y tienes secreción por el pezón, “debes ponerte en contacto con tu médico de cabecera inmediatamente”, ya que no es común.

“En las mujeres puede ser un poco menos alarmante, pero merece la pena conocer los signos a los que hay que prestar atención”, explicó, “no debería gotear mientras no se está dando pecho, sobre todo si ocurre mientras no se ejerce presión”.

Algunos síntomas que deberían alarmar a los pacientes según el NHS son: cuando la secreción es persistente, cuando solo uno de los pezones secreta líquido, cuando huele mal o viene con sangre, cuando tienes más de 50 años, cuando ocurre sin que se esté amamantando, si eres hombre, y si viene con otros síntomas como dolor, hinchazón o enrojecimiento.

Es por esto que Guerrini recalcó que siempre es recomendable visitar a tu médico de cabecera cuando notes un aspecto irregular en tu cuerpo, se trate de olores o no.