Soy cardiólogo y este es el snack que siempre elijo para bajar de peso y proteger mi corazón

Hay personas que habitualmente, durante el día, necesitan comer un snack (aperitivo o tentempié) para continuar con energía y saciar el hambre entre comidas. Y, contrario a lo que se suele pensar, este hábito no necesariamente implica aumentar de peso o dañar la salud.

Según el doctor William Karus, cardiólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke en Estados Unidos, puede ser normal no resistir comer entre el desayuno y el almuerzo, o el almuerzo y la cena.

Y aunque él intenta evitar, en lo posible, picotear entre las comidas principales —ya que esta es la mejor manera para mantener un buen peso y un horario regular de alimentación—, aseguró que lo que más importa para preservar la salud es elegir qué es lo que vamos a comer como snack.

En esta línea, papas fritas, galletas, pasteles, masitas y otros alimentos procesados deberían estar completamente descartados. Incluso los que venden en supermercados como ‘snacks saludables’, pues muchas veces pueden estar repletos de ingredientes que llegan a ser incluso peor que el azúcar.

Entonces, ¿qué puedo comer como snack para no aumentar de peso y cuidar mi salud?

En general, a la hora de comer, debemos evitar todo lo que lleve exceso de azúcar, sodio o grasa. Y es que los cardiólogos aseguran que consumir con frecuencia este tipo de alimentos ultraprocesados puede provocar enfermedades, como el colesterol alto, hipertensión y obesidad.

Todos estos pueden llevar a condiciones más graves, como enfermedades cardiovasculares, cuyo desenlace puede ser incluso mortal.

Por esto, el cardiólogo le dijo al medio estadounidense Today que el snack que prefiere para cuidar su corazón y, al mismo tiempo, mantener su peso es el maní (sin sal).

Según establece Healthline, los maníes “son una excelente fuente vegetal de proteínas y tienen un alto contenido de diversas vitaminas, minerales y compuestos vegetales”.

“Pueden ser útiles como parte de una dieta para bajar de peso y pueden reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y cálculos biliares”.

No obstante, hay que ser precisos con la porción, pues se trata de una legumbre que tiene un alto contenido de grasas y calorías, por lo que no se debe consumir en exceso. Es esto mismo lo que también le da el efecto saciante: lo mejor será encontrar el equilibrio.

El cardiólogo Karus suele tomar un puñado de maníes cuando tiene hambre entre comidas. Sin embargo, la porción ideal puede variar según la persona y sus objetivos.

Además, es importante aclarar que se trata de maní sin sal.

El aperitivo favorito de Karus son los maníes, no obstante, existen otras alternativas para quienes no disfrutan de su sabor ni textura: según el cardiólogo, cualquier fruto seco al natural y sin sal o azúcar puede ser un snack saludable.

“Los frutos secos son una parte importante de la dieta mediterránea, que protege frente al ictus y los ataques al corazón”, aseguró el médico en Today.

Según la Asociación Americana del Corazón, es recomendable consumir cinco raciones de frutos secos sin sal por semana. Para hacerse una idea de las porciones, desde el organismo explican que cada ración equivale a 2 cucharadas soperas aproximadamente.

Y es que, en general, los frutos secos aportan una buena cantidad de proteínas, grasas saludables (como el Omega-3), fibras, antioxidantes, minerales y vitaminas para mantener un estado de salud óptimo y reducir el riesgo de padecer distintas enfermedades, en especial las que afectan al corazón.

Algunos ejemplos de los frutos secos más codiciados por los médicos son las almendras, nueces, maníes, pistachos, castañas de cajú, avellanas, pasas, semillas y dátiles, entre otros.

Además, son alimentos muy versátiles: puedes incorporarlos a tu desayuno (por ejemplo, en un bowl con yogur y algún cereal), triturarlos y mezclarlos en salsas o sopas para el almuerzo o cena o, simplemente, utilizarlos como aperitivo entre comidas.

Eso sí, según los expertos, para aprovechar todos los beneficios de los frutos secos, es importante consumirlos crudos o, a lo más, tostados en seco. De esta forma, se preservan sus propiedades nutricionales.

Adicionalmente, si vas a incorporar frutos secos a tu alimentación, debes velar por no agregar grasas extras a tus comidas que ya contengan este aporte.

Según Mayo Clinic, distintas investigaciones a lo largo del tiempo demostraron que agregar frutos secos a la dieta puede ayudar a disminuir los niveles de inflamación que provocan enfermedades cardíacas, diabetes, hipertensión, entre otras.

En esta línea, aseguraron que la alimentación equilibrada que incluye frutos secos puede:

• Mejorar la salud de las arterias del cuerpo.
• Disminuir la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas.
• Disminuir el riesgo de coágulos sanguíneos, que pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
• Disminuir el riesgo de tener presión arterial alta.
• Disminuir el riesgo de muerte prematura debido a una enfermedad cardíaca.
• Reducir los niveles de colesterol no saludable, concretamente de los triglicéridos y las lipoproteínas de baja densidad, también llamadas colesterol “malo”.

Todo esto, gracias a sus grasas insaturadas, ácidos grasos omega-3, fibra (que también ayuda a mantener la saciedad por más tiempo), esteroles vegetales (una sustancia que ayuda a reducir el colesterol) y L-arginina, un aminoácido que, según algunos estudios, puede reducir la presión arterial y mejorar el colesterol.

Entre todos los frutos secos, los médicos de Mayo Clinic aseguraron que la mayoría son saludables, pero hay algunos que tienen más nutrientes para el corazón que otros. Por ejemplo, las nueces son altas en omega-3, imprescindible para la salud cardiovascular.

Por otra parte, las almendras, nueces de macadamia, avellanas, nueces pecanas y maníes son también una muy buena opción para cuidar y proteger el corazón.