Dormir es uno de los aspectos esenciales para el cuidado de la salud. Si bien, las horas de sueño sugeridas por especialistas pueden variar dependiendo de cada persona y de aspectos como su edad, es indiscutible que dicho descanso tiene un papel clave en el bienestar tanto físico como mental.
Es por esto que situaciones como despertar en medio de la noche y no poder volver a quedarse dormido tienen un impacto negativo.
Más aún, si se considera que la falta de sueño puede favorecer a que se desarrollen enfermedades cardiacas, presión arterial alta y obesidad, además de problemas en la concentración y la memoria, entre otros, según informan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Son múltiples los factores que pueden contribuir a que ocurran escenarios como el mencionado.
No obstante, uno de los posibles motivos es la apnea obstructiva del sueño (AOS).
Se trata del trastorno respiratorio más común de este tipo y se caracteriza a grandes rasgos porque los afectados “dejan de respirar y vuelven a hacerlo repetidamente mientras duermen”, según describe la Clínica Mayo.
“Ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan y bloquean las vías respiratorias. Esto pasa de manera intermitente al dormir. Un signo de AOS es el ronquido”.
Asimismo, otro diagnóstico que puede afectar en la calidad de sueño es el síndrome de las piernas inquietas, el cual desencadena “una necesidad incontrolable de mover las piernas, generalmente debido a una sensación de incomodidad”.
Esos movimientos pueden aliviar el malestar, aunque de manera temporal.
Para enfrentar casos de tales características, la ayuda de un especialista es esencial.
Sin embargo, que te despiertes en medio de la noche no necesariamente significa que tengas AOS o síndrome de las piernas inquietas.
De hecho, es probable que la calidad de tu sueño se esté viendo afectada principalmente por los hábitos que mantienes.
Cómo volver a dormir después de despertarse en medio de la noche
Según declaraciones de expertos rescatadas por Infobae, es aconsejable levantarse de la cama si pasan 20 minutos desde que despertaste, para así ir a otra habitación y hacer una actividad tranquila como leer hasta que vuelvas a tener sueño.
Asimismo, se pueden realizar ejercicios suaves de disciplinas como el yoga.
Pero no todo está en los momentos que transcurren durante la noche. También, es necesario considerar los actos previos a ir a dormir, tales como limitar el consumo de cafeína y alcohol hasta al menos una hora antes.
De la misma manera, se aconseja alejarse de los relojes para disminuir el estrés y mantener un ambiente con baja iluminación, para que así este invite a descansar.
Un artículo de Harvard Health Publishing además sugiere probar con técnicas de respiración profunda, meditación y relajación muscular.
A esto se le suma que, cuando te hayas despertado, no revises pantallas como las de tu celular o computador, ya que aquello puede estimularte y hacer más difícil que vuelvas a quedarte dormido.
En contraposición, puedes optar por algún libro físico con contenidos que te generen una sensación de calma.
Junto con ello, los CDC aconsejan mantener un horario regular para dormir y preocuparse de que el lugar de descanso sea silencioso, oscuro y cuente con una temperatura agradable.
Y aunque es conocido que la actividad física contribuye a la salud general y a la conciliación del sueño, el ejercicio idealmente debe ser diurno si planeas descansar durante la noche.
Esto último se debe a que si entrenas justo antes de acostarte, podrías quedar sobreestimulado y, por consiguiente, las dificultades para dormir podrían ser mayores.
Cabe destacar que siempre es recomendable visitar a un especialista para evaluar tu caso particular y las mejores formas de abordarlo, ya que eventualmente podrías estar enfrentando un diagnóstico que requiera un tratamiento específico.