Un estudio detecta desde qué edad los niños pueden interpretar una metáfora

Un estudio detecta desde qué edad los niños pueden interpretar una metáfora
Un estudio detecta desde qué edad los niños pueden interpretar una metáfora. Imagen referencial

Una investigación de UPV/EHU detecta que la capacidad de interpretar metáforas se desarrolla por completo a los 6 años


Un estudio realizado por el equipo de investigación Lindy Lab de la Universidad del País Vasco, ha llegado a la conclusión de que la interpretación total de las metáforas se alcanza a partir de los 6 años.

No obstante, los resultados obtenidos de pruebas con 80 niños y niñas de 3 a 9 años, indican que la capacidad para intuir los significados no literales comienza a desarrollarse antes.

“Se aprecia que en edades más tempranas captan en cierto modo el lenguaje figurado, pero no lo dominan y su capacidad es limitada. A los 6 identifican correctamente su significado y, es más adelante, hacia los 10, cuando parece que son capaces de explicar las metáforas”, ha destacado la investigadora de la UPV y autora del estudio, Isabel Martín.

Según ha indicado el centro universitario, los resultados de esta investigación podrían “arrojar luz” sobre la tesis que está realizando la doctoranda sobre la comprensión del lenguaje metafórico en personas tanto de desarrollo típico como con trastorno del espectro autista, con el objetivo de comparar lo que sucede en ambos grupos y poder comprender mejor la mente de personas con autismo.

El estudio de la comprensión del lenguaje figurado

La autora del estudio explica que para llegar a conclusiones se han servido de una investigación “innovadora”. “Hemos iniciado una nueva tendencia metodológica en psicología experimental y psicolingüística que nos ha permitido extraer conclusiones más matizadas que los trabajos ya existentes”, ha detallado.

El grupo de la Universidad del País Vasco ha logrado así aportar información “más completa” al debate científico, combinando dos metodologías diferentes de una manera que no se había hecho antes.

Por un lado, han empleado la metodología de la selección de imágenes, poniendo en práctica un experimento en el que cada niño escucha un audio en el que se dicta una metáfora, a la vez que visualizan cuatro imágenes. Entonces, los participantes deben elegir el dibujo que representa el mensaje que han oído.

“Esta metodología nos ha permitido saber que los participantes de 6 años comprenden los significados figurados, porque es en esa edad cuando se ve claramente que eligen la representación adecuada”, ha indicado la investigadora.

Sin embargo, la selección de imágenes no ofrece información sobre cómo ha procesado cada participante los mensajes y en qué medida ha contemplado otras opciones. Para conocer esos detalles, el equipo de investigación de la UPV ha aprovechado cada ejercicio planteado para analizar también sus movimientos oculares.

De este modo, mientras ven las imágenes, escuchan el estímulo auditivo y eligen el dibujo definitivo, una cámara de infrarrojos mide los desplazamientos de los ojos. “La cámara capta cómo se han movido los ojos de una imagen a otra y nos da información sobre lo que está pasando dentro de sus cabezas antes de elegir el dibujo que consideran correcto”ha aclarado.

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