En 2017, 24 adultos participaron en la fase uno del estudio que midió la seguridad en humanos de la vacuna contra el virus respiratorio sincicial (VRS), en la que trabajan expertos de la UC y el IMII.

Hoy, los datos están siendo analizados, pero todo indica que fueron un éxito y que la vacuna es segura. También se sabe que genera inmunidad y es muy probable que obtenga un informe favorable de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, su sigla en inglés), dice Alexis Kalergis. La fase dos está programada hacia fines de 2018 o comienzos de 2019.

Varios equipos en el mundo buscan prevenir el contagio con este virus, pero la vacuna chilena es la única formulada para ser aplicada en recién nacidos. "Las otras investigaciones están trabajando para embarazadas o niños más grandes, pero los recién nacidos y antes de los dos años son los más expuestos. Nuestra formulación permite que se usen en ellos, para ser administrada al mismo tiempo que la BCG contra la tuberculosis", dice Kalergis.

Otro signo de lo bien aspectada que está la vacuna es el reconocimiento que recibió del Path (Program for Appropriate Technology in Health), iniciativa de la Fundación Bill y Melinda Gates que selecciona investigaciones que en el futuro pueden tener impacto en la salud mundial.