El camino chileno hacia la electromovilidad

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Imagen referencial de un proceso de carga de un vehículo eléctrico. Foto: Archivo La Tercera.

En los últimos 18 meses los vehículos eléctricos se han cuadriplicado en el país, aunque los costos de los automóviles siguen siendo altos. Los ministros de Energía y Transporte y Telecomunicaciones cuentan aquí las ventajas de transitar hacia la electromovilidad.


En los últimos 18 meses se ha cuadruplicado la cantidad de vehículos eléctricos, con el objetivo de multiplicar por 10 la electromovilidad al año 2022. En el transporte público ya circulan más de 400 buses eléctricos en Santiago, convirtiendo a la capital en la ciudad con mayor cantidad de buses eléctricos en las calles del mundo, a excepción de China. “Son cifras que invitan al optimismo, que revelan una concientización acerca de los desafíos ambientales que debemos enfrentar, tanto de parte de los usuarios, como de los poderes públicos y de los industriales” afirma el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet. “El sector de la electromovilidad es un mercado que está madurando a la par de las tecnologías que involucra. Existe una necesidad de movilizarse reduciendo la contaminación. Y si existe una necesidad, existe un mercado”, agrega Jobet, quien dice que el alza en el último año fue de un 74%.

"El sector de la electromovilidad es un mercado que está madurando a la par de las tecnologías que involucra. Existe una necesidad de movilizarse reduciendo la contaminación" Juan Carlos Jobet, ministro de Energía

En el resto del país se está implementando la electromovilidad de manera gradual, principalmente en las capitales regionales. El primer semestre del próximo año comenzarán a circular los primeros buses eléctricos en el Gran Concepción. “Estamos trabajando con los gobiernos regionales para llevar la electromovilidad en el transporte público a los grandes centros urbanos del país. Estos son procesos que responden a necesidades locales, por lo que no es un plan impuesto desde Santiago”, explica la ministra de Transportes y Telecomunicaciones Gloria Hutt. Esta implementación implica la ejecución de electrocorredores, lo que significa que los servicios que se implementen consideran el uso de vías exclusivas para buses de transporte público, demarcación especial, cámaras de fiscalización, paraderos digitales, entre otros aspectos que mejorarán la calidad del transporte regional. La meta es que al término del período presidencial la electromovilidad esté implementado a nivel nacional y al año 2040 el 100% en Santiago sea eléctrico. Desde mediados del año pasado se está tramitando en el Congreso un proyecto de ley sobre Eficiencia Energética que aborda el transporte eficiente. Esta regulación permitirá establecer estándares al parque vehicular nuevo, dando un impulso a la electromovilidad. Desde ambos ministerios –Energía y Transporte- están trabajando en la interoperabilidad de la infraestructura de carga, aunque ya está vigente la declaración de instalaciones eléctricas específicas para electrolineras y también está pronto a salir a consulta pública la normativa relativa al diseño de instalaciones de electrolineras y homologación de cargadores en edificios.

Beneficios para la ciudad

El principal beneficio de la electromovilidad es mejorar la calidad de vida de las personas, dicen las fuentes consultadas. “Es una respuesta amigable con el medioambiente, más económica en su operación y con una serie de características asociadas que buscan mejorar sustantivamente la experiencia de viaje”, dice la ministra Hutt. Y define algunos atributos: “Los buses eléctricos incorporan pisos bajos que garantizan accesibilidad universal a personas con movilidad reducida, aire acondicionado, asientos más cómodos, mayores implementos de seguridad, wifi y cargadores USB. Además, son silenciosos, lo que aporta a construir una ciudad más armónica”, agrega la ministra de Transportes y Telecomunicaciones. En la actual crisis ambiental y el cambio climático, el transporte público eléctrico aporta a la reducción de gases de efecto invernadero y la descontaminación de las ciudades. Además, se alinea con los compromisos adquiridos por Chile en el Acuerdo de París y con los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS): más de tres toneladas de CO2 se dejan de emitir al año cuando se prefiere un vehículo eléctrico y 1.300 litros de combustibles se dejan de quemar con esta alternativa. Un kilómetro eléctrico es aproximadamente un 80% más económico que un bus que opera con diésel.

Más de tres toneladas de CO2 se dejan de emitir al año cuando se prefiere un vehículo eléctrico y 1.300 litros de combustibles se dejan de quemar con esta alternativa

Pesar al positivo escenario, en Chile un auto eléctrico sigue teniendo un alto costo para el usuario, alcanzando valores de entre 17 a 35 millones de pesos en el mercado. Según cifras del Ministerio de Energía, durante 2018 se vendieron 129 autos eléctricos, quintuplicando las ventas de 2016, aunque a partir de 2021 podrían alcanzar precios similares a los vehículos convencionales, considerando que las baterías disminuyen entre un 4% y un 8% su valor anualmente. El recambio, dice el ministro Jobet, tiene múltiples ventajas: “Estamos frente a vehículos dos a cuatro veces más eficientes que su equivalente tradicional, más silenciosos, que no contaminan el aire, que no nos obligan a depender de energías extranjeras. Son vehículos que, al usarlo más de 35.000 kilómetros al año, terminan siendo más baratos que sus pares tradicionales. Es decir, responden a los desafíos de nuestra época”, cierra el titular de Energía.

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